The Best Friends ||Adrianette||

ELLA

Alya estaba con Nino fuera la preparatoria, se tomaban de las manos mientras veían celulares. Se pararon en uno de los parqueos mientras ella sacaba su Tablet y comenzaba a escribir algunas cosas más. Algunas ideas sobre las respuestas de Gabriel Agreste se le vinieron a la mente. Se preguntaba qué tal estaban esos dos. ¿Habrían tenido algún tipo de acercamiento? Nino tenía la respuesta, la llamada de Adrien lo dejó con una cara llena de desconcierto.

-Dime Bro...-Nino, escuchaba atento. Alya lo miraba y se acercaba mientras intentaba escuchar- ¿A la pizzería de la esquina?

-No, como....-se pegó en la frente Alya- No, a esa pizzería no...-dijo ella susurrándole en los ojos...

-Amor, es demasiado tarde. Están allá...-dijo alejando el teléfono de él para hablarle en susurro.

-Pero en aquel lugar están las porristas...-apretó las manos mientras guardaba sus cosas- Bien. Tenemos que llegar rápido...

-Listo Bro, estamos yendo, de hecho estamos a unas cuantas cuadras nada más. No desesperes. Pide una que tenga extra- queso –tomó fuertemente la mano de Alya y a mala gana la hizo caminar con rapidez- Cuida que ellas no te vean, sabes cómo es Chloé...exacto... eso mismo...

-¡NI-NO! Dime algo, ¿qué pasa? –Guardó su celular en su bolsillo y luego comenzó a correr con ella tomada de la mano- Dime algo...

-Alya, Adrien está lo suficientemente nervioso como para estar solo con ella...-Alya rió mientras cruzaba la pista- Lo sé, parece una chica en su primera cita. Este Agreste, es algo peculiar...

-Por favor, Adrien ha tenido tantas citas que no podría contabilizarlas...-dijo riendo mientras corría al igual que Nino- Okay, tal vez solo tuvo dos citas...

-Las citas que tuvo a los doce no cuentan...-dijo Nino caminando y entrando a la Pizzería, se acercó a la morena y sonrió mientras le daba un pequeño beso- Ahora, guardemos esos secretos bajo siete llaves...

Marinette estaba tomando una malteada de chocolate, de cierta manera se veía distante. Quizás estar con Adrien no se le iba mucho, Marinette estaba sonrojada y no hacia contacto visual con él. Alya se sentó a lado de Marinette y la abrazó dándole un beso en la mejilla. Ahora sonreía, quizás ella era lo que le faltaba para tomar valor y entablar alguna conversación con el chico que le gustaba. Adrien se rascó la nuca y choco puños con el mejor amigo que recuerda. Sabía que él no lo iba a dejar solo.

-Hermano, en serio estaba muriendo de hambre... -sonrió Nino mientras veía como traían las pizzas- Marinette deberías...comer un poco de esta deliciosa obra culinaria...

-Oh, si...-sonrió ella mientras tomaba una pizza entre sus manos, se lo llevaba a la boca y daba una delicada mordida. Alejó la tejada de sus rosados labios, y cerró los ojos. Adrien estaba masticando suavemente y de pronto dejo de hacerlo quedando boquiabierto por la hermosura de la azabache. Ella era perfecta. Una escultura hecha por los ángeles. La mano de Nino cerró la boca de Adrien y luego miró a otro lugar como para no terminar babeando.

-Debí pedir una soda más grande...-dijo él mientras terminaba su Pepsi- ...diablos...

-Oh Adrienkis...-Era ella, la amiga de Lizeth, Chloé Bourgeois se abalanzó sobre el rubio que rápidamente la tomó de las muñecas y eludió su intento de abrazo.

-Chloé, que sorpresa...-dijo Adrien parándose y yéndose rápidamente de la mesa, esa acción fue más que brusca, los ojos de Marinette lo seguían, como buscando respuesta. Y luego ella... la mujer resplandeciente...

Adrien había quedado paralizado ante la presencia de la imponente mujer joven de piel blanca. Una azabache de esbelta figura y rápidos movimientos, tenía el cabello que caía a la altura de sus pechos. Su cabello rizado y perfecto y la mirada profunda le llamaron la atención al rubio que era la primera vez que la veía. Alya chasqueo la lengua mientras absorbía un poco de malteada. Aun Marinette hacia contacto visual con esos hechos y solo decidió guardar silencio.