EL SR. Y LA SRA. AGRESTE

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Aquel día que su hijo decepcionó a sus amigos, el Sr. y la Sra. Agreste invitaron a Alya y Nino a un almuerzo familiar. Iban a tratar asuntos con respecto al entorno de Adrien así que ellos eran los indicados para poder dar un juicio crítico sobre el desarrollo de su hijo en los últimos meses. Pero, muy aparte de eso el Sr. Gabriel había terminado cautivado por la chica azabache, la tenía en mente como la musa de la nueva línea de ropa "Style of Soulmates" y para aquel hombre de madura edad aquella muchacha era una exquisitez moderna de la cual degustaría de manera creativa.

Su esposa también la había visto y encantada había aceptado el comentario que le hizo su amado esposo. Puso los diseños sobre la mesa y mientras escogía los colores y la ropa se limitó a sonreírle a Gabriel coqueta. Esa mirada solo significaba una sola cosa y eso era un contenido para adultos.

Gabriel y Rosalía Agreste habían intentado por años tener otro hijo pero debido al tiempo invertido en sus carreras, a su empresa y a su amado hijo no le daba tiempo de tener o planear otro. Lo único que pensaban era en agrandar su imperio y tener una relación sólida con Adrien. Rosalía había logrado eso, pero Gabriel a duras penas e intercambiaba palabras con su hijo. Para compensar el tiempo en que no hablaban siempre le compraba algo que él quisiera tener.

Últimamente Gabriel y Adrien habían tenido conversaciones profundas durante la noche, el maduro hombre había notado a su hijo algo inquieto sobre su pasado, sobre aquella niña que ahora sería una hermosa mujer. Contrariado, simplemente se limitó a escucharlo y a darle leves consejos sobre el amor. No quería dar un juicio directo sobre el que hacer o el que no hacer, intervenir en un terreno donde no sabía nada. Este terreno era un poco más dócil que el de los negocios, aquí perdía o perdía si hacia algo mal y él deseaba que su hijo no perdiera.

-Gaby...-dijo Rosalía, la rubia de unos treinta y picos años que ansiaba una respuesta de su esposo- Esa chica, Marinette... ella es esplendida.

-He seguido su desarrollo escolar por años y ha tenido tan buenos resultados. Es innegable el talento tanto como para la ciencia de letras como para la moda, sus diseños juveniles en la feria de novedades del año pasado me encantó... Ella ha nacido para ser una musa y una artista –respondió Gabriel animado por lo que tenía en mente- Te das cuenta que ella tiene tantos talentos. Hemos encontrado en Marinette una chica multifacética. Por ahora quiero su faceta provocativa y esa es como la modelo de nuestra nueva línea de ropa...

-Marinette Dupain Cheng, ese nombre no rima mucho con el nuestro. Pero le da un estilo único...-dijo Rosalía mientras miraba sus uñas- ¿Crees que Adrien se enamore de ella?

-Posiblemente, por la actitud que tuvo... es posible que esté enamorado de ella ahora...-Gabriel se levantó de la mesa donde revisaban los diseños y se acercó a su esposa, cariñoso le besó la frente y la rodeó con sus fuertes brazos producto del ejercicio matutino que hacia – Hueles delicioso, Rosalía...

-Oh, Gabriel...-dijo ella mientras se ruborizaba- Recuerdas nuestra adolescencia...

-La recuerdo como si fuera ayer. Aun no olvido la primera vez que te vi en el concurso de creatividad de la católica... -acercó su nariz al cuello de su esposa y amoroso le besó el hombro. Aquel hombre que parecía ser tan duro ante su esposa se derrumbaba y esta era una prueba de ello – Y ahora soy todo suyo, Sra. Agreste...

-Será mejor que vayamos abajo, es posible que los niños hayan llegado – Rosalía acaricio la mejilla de su esposo, era este uno de los placeres de la vida para ambos. Mantenerse juntos y hacer lo que más amaban.

Se despegaron y sin antes darse un efusivo continuaron con sus planes. Evidentemente ya habían llegado. Los gritos de Alya se escucharon en la sala mientras Adrien respondía con dureza. Parecía estar hablando de una chica, alguien que ellos desconocían. Su nombre era Lizeth y lo que quería Alya es que Adrien se alejara de ella. Pero ¿por qué? La respuesta era sencilla, aquella muchacha sin escrúpulos solo buscaba una cosa y eso era hacerse popular. Adrien era perfecto para el trabajo, un estúpido chico jugando a buscar a su amada prometida y una chica que ha cambiado mucho. Ambos padres se miraron, quería intervenir pero sabían que solo se ganarían una malcriadez de su hijo y ellos terminarían castigándolo.

The Best Friends ||Adrianette||Where stories live. Discover now