03.

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—¿Quién es él? —pregunta Rick sumamente autoritario.


Me cruce de brazos recargándome en el cofre del auto viendo divertidamente la escena, Daryl se mantiene con la mirada fija en nuestro líder mientras que por lo debajo maldice constantemente; su mirada termina por posarse en mi.

— Yo no dije nada sobre traerlo a casa fuiste tú —digo, encogiéndome de hombros.

—Dijiste que entre más fuéramos seriamos mejor, necesitabas gente que nos pudiera ayudar a liberar la prision. —se excusa viendo nuevamente al líder.

Rick niega con la cabeza mientras que ve a Rubén de pies a cabeza.

—Me refería a gente que sepa cómo usar un cuchillo o un arma —contesta divertido el líder haciendo que entreabriera mis labios sorprendida a tal reacción —Rubén ¿cierto?


El ojiverde asiente a la pregunta de mi líder, Rick por su parte comienza a caminar a él sin antes claro mover las caderas como siempre analizándolo detenidamente.

—¿Cuánto mides? —pregunta.
—1.90, señor.


Rick suelta una risa ronca, muerde su labio inferior mientras que niega con la cabeza.


—No me llames señor, mi nombre es Rick Grimes. —se presenta —Como verás soy el líder de este pequeño grupo, la que vez ahí es mi esposa, Lori —señala a la castaña que se mantiene lavando ropa con la única Peletier—como verás, está embarazada. Necesito tu ayuda para darle un lugar seguro que es este mismo.

—No le entiendo...

—Necesito gente para limpiar esta prision, somos pocos entre los que sabemos usar armas a la perfección solo somos tres, dos los conociste en Atlanta y uno lo tienes enfrente tuyo. Los demás solo saben lo básico, al igual que tú sabrás lo mismo pero necesito un poco más de esfuerzo hacia ti —explica Rick—; veremos con que armas eres bueno y te las daremos.

—Nunca he utilizado un arma antes será difícil para mí ...

—Escucha Rubén, no tendrás esa misma suerte de toparte con Agnes una vez más cuando unos bandidos te estén persiguiendo, luchas o mueres así de sencillo.


Rubén asiente desviando su mirada al suelo.

—Dada las situaciones que han ocurrido a lo largo de esto, ahora mismo he estado limpiando los exteriores de la prision junto que Glenn y Maggie —señaló a las correspondientes personas— Daryl ahora tiene un roce de bala lo cual complica sus actividades. Agnes te enseñará lo básico para poder despegar un pabellón.

—¿Qué? ¡No! —grite a todo pulmón caminando hacia mi líder — ¡Yo puedo ayudarte limpiando los exteriores, Rick por dios no me hagas esto!


—No me hagas berrinches —ordena girándose para caminar hacia dónde estaba su esposa—Entre más le enseñes será más rápido el tiempo será menos.


Sin más él se marchó dejándome a lado de Rubén. Volviéndome hacia él lo fulmine con la mirada.

—¿Lo siento? —pregunta rascando su nuca

—Olvídalo, ven —le indicó comenzando a caminar seguida de él— ¿En qué eres bueno o en qué crees ser bueno?

—Quizá pueda ser bueno en un cuchillo.
—O quizá con un machete.


Llegando aquella mesa de manera desenterré el machete que tenía incrustado para girar hacia Rubén, obligándolo a tomarlo este comenzó a temblar.

—¿A qué le tienes miedo? —pregunto frunciendo mi ceño

Rubén tragó saliva sin contestarme.

—Lo sostienes mal —indique tomándole de la mano y acomodando el cuchillo entre su mano lo coloque firme —tienes buena estatura no te encorves eso te hace ver mal.

—Gracias. Eres la mejor por estar aquí, me agradas aunque yo no a ti.

—No esperes lo mejor de mi, soy un desastre, un caos y amo serlo —dije soltando su mano caminando a una de las rejas— Ven.

—No eres un desastre y mucho menos un caos—dice corriendo hacia mi.— Yo si lo soy, mírame no se ni siquiera sostener un arma


Sonreí de lado alzando una ceja divertida.
—Caminante —contesto haciendo que Rubén frunza su ceño niego divertida con la cabeza para apartarlo a una distancia prudente de la reja antes de que el caminante muerda la cerca —Caminante —repito.

—Oh... Suena mejor que sin cerebro —dice observando al caminante con asco— ¿Quieres qué yo...?


—Si encárgate de él —digo viendo como alza el machete con delicadeza —Tómalo con fuerza como si tu vida dependiera de ello.

El rubio traga saliva tomando el mango con más fuerza enterrando el cuchillo en medio de las cejas de aquel caminante.

—Llevas un caminante —dije para poder girarme —Comprobemos tu lucha de cuerpo a cuerpo.

—¿Con quién?
—Pues conmigo, idiota.

汽油Where stories live. Discover now