25.

886 75 26
                                    



Con una sonrisa observe a Raspberry. No recordaba que atrás de ese terrible color rojo y café se encontraba un blanco reluciente.



—Mejor ¿no? —pregunto ganándome una lamida en mi mejilla por parte de este— Ve y busca a tu padre. Necesito bañarme, no eres el único que necesita eso.



Después de emitir un sonroso ladrido se hecho a correr por la calle, sonreí a la par que me levantaba. Adentrándome nuevamente a mi nuevo hogar me dispuse a tomar una ducha.



En el instante que entre al baño, había una ropa de cambio, sonreí de oreja a oreja al notar que era un vestido ¿hace cuánto no veía uno? Con mi mirada observe todo el baño color blanco, para después parar en el espejo.



Hice una mueca de disgusto, no puedo creer que a Rubén le guste así.


Rebuscando en los cajones, encontré unas tijeras. Dando un pequeño brinco me dispuse a comenzar a cortar mi cabello, dejándolo como años atrás estaba.




El simple hecho de volver a sentir el agua pasar por mi cuerpo, fue la cosa más placentera que e sentido en años. Sin poder evitarlo, sonreí, después de todo este tiempo.







Observe mi reflejo un par de minutos, estaba totalmente distinta a como hace momentos estaba. Girando la perilla, me encontré con Aiden esperándome cruzado de brazos recargado en la pared.



—Sorprendente —comenta después de varios segundos a la vez que aplaude— no sabía que atrás de ese cabello desastroso se encontraba —me señala por completo— eso


—Supongo que gracias, hace mucho que necesitaba algo así. Pensé que tendría que vivir todo el tiempo en suciedad —conteste soltando un suspiro—¿Quieres salir de aquí o...


—Creo que querré dormir un poco, —me interrumpe— es mejor que vayas a ver a tus amigos. Ya sabes habla un poco con ellos, se les notaba un poco decaídos cuando te vieron.


—Quizá fue un poco duro creerme muerta y que después vuelva. Yo hubiera estado igual —respondo rascando mi nuca— Será difícil que volvamos hacer los de antes, ya sabes, no creo que volvamos hacer el mismo grupo. Quizá solo amigos.




—Vamos, no pienses así, ahora ve y folla con el poste que tienes de novio —dice comenzando a caminar por el pasillo.



Negué divertida, a pesar de que Pearce tenía un rostro serio en su cara. Es muy divertido.




Baje lentamente el pórtico notando como varias personas pasaban por las calles con una gran sonrisa, tímida, comencé a caminar por aquella calle extensa que estaba delante de mis ojos.




—Extraño ¿no? —pregunta una voz a lado mío.

—Demasiado, Rick.



Observe de reojo como este se mantenía con su mirada perdida viendo hacia enfrente como si ignorara mi presencia, sin embargo, sabía que toda su atención estaba en mi.



—De seguro a Carl le gustara verte que estuviste viva todo este tiempo, la pasó muy mal cuando no te encontramos —añade, sintiendo una mirada en mi, gire mi cabeza notando como un hombre de tez morena y vestido de padre nos observaba tímido, con una sonrisa lo salude con la mano él un poco dudoso me devolvió la sonrisa y el saludo para después adentrarse a una casa— Fue muy duro no verte en este tiempo Agnes, no sabes lo mal que la pasó Rubén, creo que jamás lo vi sonreír como ahora que estás aquí.



—Me lo imagino, pero creo que eso ya pasó y estamos ahora aquí, platicando como si fuera ayer cuando nos vimos.


—¿Cómo la pasaste?, supongo que sin Rubén, te fue muy mal. Ya sabes después de Shane...

—Me gustaba pensar que pronto vería a Rubén—lo interrumpo ante aquel nombre— No sabía en qué lugar, en que estación o circunstancia. No sabía si hoy o mañana... en unos años o en otra vida, solo me gustaba pensar que lo vería de alguna u otra forma, que en algún día nuestros destinos chocarían de nuevo. Me gustaba pensarle que lo vería pronto, que el tiempo me llevaría a él.




—El tiempo es un ladrón.




Sonreí y después de toda esa conversación me gire hacia él.



Solía pensar que el tiempo era un ladrón, robando todo lo que amaba. Ahora comprendo que el tiempo te da algo antes de quitarte algo, Y cada día es un regalo, cada hora, cada minuto, cada segundo. añado provocando que se gire a verme—El tiempo nos a reunido de nuevo Rick, tengo a Rubén de nuevo.



Mi antiguo líder me da una sonrisa mostrando sus dientes, hace mucho tiempo, jamás habíamos compartido este tipo de palabras. Y para ser la primera vez, era sumamente perfecto.



—Hola Rick —saluda una voz haciéndonos girar hacia enfrente, una mujer de estatura promedio, rubia, nos daba una sonrisa de oreja a oreja— Deanna quiere verte en su despacho, dice que es muy importante.



—Gracias Jessie —responde con un leve sonrojo el líder, provocando que de una sonrisa de lado, burlona



Jéssie en respuesta asiente para después marcharse, Rick avergonzado aclara su garganta provocando que me encoja de hombros con indiferencia.

—No es nadie —se apresura a decir en tartamudeos—solamente una amiga.



—Claro, idiota —respondo dándole un empujón en su hombro.


Antes de que Rick pudiera contestar, mi nombre fue pronunciado en susurro. Enarcando una ceja gire buscando a quien me había llamado.



El menor de los Grimes se encontraba viéndome a unos cuantos pasos atrás de mi, Maggie me dio una sonrisa de oreja a oreja. Daryl que se encontraba aún lado de ella  se colocó burlonamente cerca de Carl.


—Vamos, no te fui a buscar para que no la saludes como se debe. ¿Cierto sheriff? —pregunta con una sonrisa burlona.



Y ante aquella burla, Carl se hecho a correr a mi dirección para después abrazarme con fuerza.



—Te extrañe demasiado, no sabes cómo la pase sin ti —dice abrazándome con más fuerza.





Sonreí, por qué al alzar la mirada todo el grupo me observaba. Había personas nuevas sin embargo estas me miraban como si también esperarán mi regreso; Rubén me observaba con una sonrisa a la par que Raspberry movía su cola constantemente.






Y sorprendentemente, Aiden estaba con una sonrisa observándome desde el pórtico de nuestra casa.






Creo que el tiempo...
Me devolvió a mi familia.



















la frase en cursiva en de Alicia a través del espejo.

汽油Where stories live. Discover now