15.

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Tragué saliva viendo como Rick apretaba el volante entre sus manos, nadie se atrevía a bajar de la camioneta. Sin embargo Carl, Rubén y Michonne nos esperaban muy atentos, observándonos a lo lejos.


—¿Qué harás viejo? —pregunta el arquero acomodándose en el asiento— Lo que te está pidiendo ese hombre es inhumano. No creo que quiera a Michonne para hacer galletitas.

—Debemos dársela —dice con notable inseguridad Rick—si no lo hacemos tarde o temprano él vendrá por; Beth, Hershel, Maggie, Carl, Judith. —se giró a Daryl— Carol —viéndome de reojo relamió sus labios— Rubén.


—Debemos matarlo —conteste con furia al notar ese nombre en su discurso—Podemos ir a por él, darle caza, nadie tiene que quedar vivo así que...

—¿Matamos gente inocente a tiros como locos?—interrumpe el cazador—Daría lo mismo, seriamos como él.

—Denme tiempo para meditarlo un poco —susurra Rick, frustrado.


Observando por la ventana, note como Rubén me observaba con ese brillo, ese brillo que puede desaparecer si no hacemos algo a tiempo.

—Voy al bosque a pensar, no creo que este en mis sentidos para poder enfrentar al grupo con lo que ha dicho el tipo. —dije a la par que abría la puerta de golpe y la cerraba de la misma manera.


Camine con grandes zancadas hacia la última reja para tirar de ella y darle paso absoluto fuera de la misma. Cerrándola de nuevo me dispuse a correr al bosque esquivando a algunos caminantes que estaban cerca de las rejas.


Pare mis pasos en el momento en que lo único que podía escuchar era mi respiración. Sin embargo los pasos de alguien ajeno a mí me hace girar, notando una estatura prominente.

—Quiero estar sola —ordene volviendo a retomar mi camino, pero sin embargo las pisadas seguían constates. Girando nuevamente hacia él note como entre sus manos se mantenía una ardilla. —Es bonita —comente dándole una sonrisa al pequeño roedor.

—Es tierna —responde Rubén dándole una leve caricia— pero no tanto como .


Al decir aquel pronombre la ardilla salto de sus brazos, el rubio alzó su mirada para poder chocar con la mía. Me regalo una sonrisa provocando que sonriera sin embargo el hecho de recordar la petición del Gobernador hizo que la borrara.

—¡No me mires así! —grite a todo pulmón sin importar llamar la atención de un caminante.

—¡Joder, ¿Hasta te molesta que te mire?¿Cuál es tu jodido problema? —responde de igual forma.

—¡Me miras como si fuera tu persona favorita todo el mundo, tú mejor casualidad, tú buena suerte!—espete con total furia —!¡No me mires así si después te vas a marchar!


Rubén en respuesta guardó silencio y camino hacia mí a paso seguro.


—Serás tonta —dice a una distancia más cerca mío.


Antes de poder decirle algo más sus labios chocaron con los míos.


Un poco fuera de mi misma, pero con la felicidad en mi, correspondí aquel beso que por mi mala suerte... Me encanto.


Separándose de mi, ambos, abrimos los ojos lentamente. Pero en cambio Rubén mostró una risa de oreja a oreja donde se mostraban sus dientes; colocó sus manos en mis antebrazos y hizo una leve caricia provocando un escalofrío de pies a cabeza.


—Me gustas. —dice
Ante eso mi cuerpo se a quedado rígido.
—Y no como amiga —añade.



Ante aquello solté una pequeña risita, deje que mi frente chocará con su pecho, y me dediqué a escuchar los latidos de su corazón que ahora mismo se encontraban acelerados.


Me enamoré. De una manera total, incondicional y sin intentar defenderme. Quizá esto era así, ciegamente desee que este momento llegara.

Me había privado de tantas cosas por el pasado, pero, aquí y el ahora me daban unas oportunidades sin igual. Por qué de una u otra forma, el hombre que se encuentra abrazándome en estos mismos instantes.


Hizo que renaciera.


Me endulzo los oídos, me arranco las venas, conoció mis demonios y mis ángeles. ¡Pero qué perverso! Me desnudo el alma.



A estas alturas ya nada me cuesta intentar, así que hoy doy paso a una nueva sensación. Con el tiempo he aprendido que no importa si tienes el corazón hecho pedazos, el mundo no se detendrá para que lo alegres. ¡Gracias, Shakespeare!

—También me gustas Rubén.
Una sonrisa se dibujó en mi rostro
—Y no como amigo. —añado.

汽油Where stories live. Discover now