Capitulo XXXI: Nuevo Inicio

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Como medida de seguridad el director de teatro optó por llevar a cabo la obra de mi Fantasma. ¿Por qué? El simple y sencillo hecho de la aparición de un cuerpo en la explanada de la Academia Atenas.

¿Su nombre? Philippe de Chagny, así es el mismísimo hermano de Raoul.

¿Causa de muerte? Agua en los pulmones; ahogamiento. Se dice que cayó en una especie de piscina y que lucho por salir, pero algo lo arrastró de vuelta al fondo.

¿Dónde se le vio por última vez? Bajando a los sótanos del teatro, ya que su pequeño hermano le pidió revisar aquellos lugares para estar seguros de que Christine decía la verdad respecto a la guarida del Fantasma.

Mala idea.

Así pues, con el fin de "detener" al Fantasma, toda la producción teatral había cambiado de dirección, para lograr montar una obra completamente nueva en menos tiempo de lo planeado. Me pregunté durante muchas noches el porqué de todo aquello. ¿Por qué la obra lograría detener a Erik? Raoul aclaró esto en una charla con Christine en la que yo no estaba invitada, pero, logré escuchar absolutamente todo.

- No me hagas hacerlo, Raoul. –le decía ella.

- Christine, por favor. – pidió él. – Si tú sales al escenario, él saldrá y entonces podremos atraparlo.

- Raoul...

- Ya ha causado demasiado sufrimiento aquí. Meg, mi hermano... ¿No quieres que todo esto termine?

Christine sollozó, después de algunos segundos en total silencio, volvió a hablar:

- Dime que debo hacer.

~*~

La obra, bueno, trataba sobre un amor imposible pero fuerte. El hombre debía dejar a su amada en manos de quien él creía de fiar para ir a la guerra. La damisela espera por mucho tiempo el regreso de su amado, y quien se supone está cuidándola resulta ser una horrible persona pues le hace creer que su amado ha muerto sólo para poder casarse con ella.

La damisela, por supuesto, era Christine. Su amado lo interpretaba Jean el mejor actor –hombre- del grupo, un chico guapo y fuerte, pero con un temperamento bastante inestable, debo decir, nadie podía contradecirle sin que esté montará en cólera inmediata.

No sabía cómo aquello podría llegar a funcionar, y esperaba por igual manera que lograran detener a Erik, y que no lo atraparan. Después de aquella última noche en la Mansión, en la Erik había caído de rodillas implorando el perdón de aquella chica que ya no estaba entre nosotros, no volví a saber algo de él, había mantenido su distancia conmigo y yo con él. Sabía que todo el mundo le atribuía la muerte del hermano de Raoul, ¿y cómo no hacerlo? Todo apuntaba a él.

Me sentía mal conmigo misma pensando en que era él el autor del asesinato de Philippe de Chagny, pero es que no había otra posibilidad, él había bajado a los sótanos para enfrentarse al Fantasma, y lo logró, pero no regresó para contarlo. Más sin embargo, algo dentro de mí se obligaba a creer que Erik jamás haría tal cosa por ser un alma pura... aquella era la parte estúpida de mi cerebro.

Tiempo después descubriría la verdad.

~*~

Los ensayos me parecían interminables, las clases fastidiosas y mi habitación me inspiraba soledad. No hablaba con Lucas, quien la única persona con la que me gustaba hablar. No podía hablar más con Meg, porque... ella se había ido. Me obligaba a pensar en ella como una estudiante que recibió una buena oportunidad de estudiar en algún otro lado en el que no hubiera extraños que vivieran debajo del teatro, y que algún día regresaría al lado de su madre y podría ser la mejor bailarina que el mundo llegara a conocer, esto era mucho mejor que lo que le había pasado en realidad.

Los días siguientes todo me pareció una rápida sucesión de eventos, nada relevante en mi consideración, pero conforme la fecha de estreno se acercaba en mi interior crecía un sentimiento de preocupación respecto a lo que le llegaría a pasar a Erik una vez que la policía irrumpiera en el teatro para apresarlo.

Suspiré. Me obligué de nuevo a ver el problema matemático que estaba escrito en el pizarrón y que debía resolver. ¿A quién se le ocurrió poner números como letras? ¿Cómo rayos iba yo a saber el valor de 'x', si:

3x – 2y + 3z= 16

x + 3y – 6z= -23

5x + 4y – 2z= -9?

Fruncí el ceño e intenté recordar el procedimiento que nos había enseñado la profesora para resolverlo. Nada. No había nada en mi cabeza.

- Rayos. – musité en voz baja

- ¿Todo en orden? – me preguntó la profesora

Asentí rápidamente con la cabeza.

- Bien. En ese caso puedes pasar al frente a resolverlo.- dijo ella

- ¿Qué? – la pregunta salió sola de mi boca.

- Ven acá.

Miré a mi alrededor, esperando que aquello hubiera sido dirigido a alguien más, pero no. Me levanté con indecisión de mi lugar y caminé con una lentitud sorprendente a la cátedra. Subí. Tomé el marcador de un color azul brillante, le quité el tapón y justo cuando estaba por escribir "MATENME" en la blanca pizarra, tres timbres consecutivos sonaron. Aquello no era nada normal. Un timbre: acabo la clase.

Dos timbres: acabo el receso.

Tres timbres: todos fuera de los salones.

Inmediatamente mi clase tomo sus cosas y salieron del aula, incluyéndome y a la profesora. Afuera todo era un caos, todo el mundo se dirigía a las habitaciones, yo por otra parte decidí ir a donde sabría donde todo había empezado, el teatro y sus alrededores. Por fuera todo estaba normal, sin embargo al entrar al lobby, observé a una persona rodeada de líquido rojo saliendo de su cabeza. Me llevé las manos a la boca no por querer gritar, sino porque todo mi desayuno amenazaba con salir en aquel momento por donde había entrado. Dí media vuelta dispuesta (ahora si) en regresar a mi cuarto. Choqué con un hombre uniformado, fuerte, alto. La gorra le cubría el rostro.

- Deberías ir a tu habitación. – me dijo

- ¿Erik? – él sonrió.

Alguien más apareció, otro guardia (un guardia real), me tomó del brazo y comenzó a jalarme lejos de donde estaba.

- Suélteme. – le dije enojada.

- Todos los alumnos deben estar en las habitaciones.

- Pero... - intenté zafarme pero no lo logré.

Lo que si pude hacer fue dar una última mirada al lobby donde Erik se había arrodillado frente al hombre y pasaba una mano por el rostro, cerrándole los ojos para aparentar que estaba dormido.

PhantomOnde histórias criam vida. Descubra agora