Capítulo 10

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Estamos sentados en la mesa y mis nervios vuelven, estar así a solas de esta manera con Héctor me pone nerviosa.

-Ari el labio...-Dice rompiendo el silencio y advirtiéndome. Dejó de morderme el labio y lo miro.

-¡Me pones nerviosa!.-Digo haciendo que el sonría.

-Yo no te estoy haciendo nada...-Vuelve a sonreír y me muero por dentro.

-Mañana no iré a la empresa...

-¿Por qué?.-Pregunta y frunce el ceño.

-Voy a acompañar a Susan a hacer los preparativos de su fiesta de cumpleaños, es mañana por la noche.

-Prométeme que tendrás cuidado...-Dice bajando la mirada y yo creo derretirme por su preocupación hacia mi.

-Tendré cuidado.-Le sonrío.

Nos traen la comida y mientras comemos hablamos de la empresa, de mis hermanos y también me cuenta que tiene una hermana y que sus padres murieron en un accidente de avión, debió pasarlo muy mal...
Él se niega a que pague y termina invitándome. Salimos del restaurante y vamos hasta su coche.

-¿Quieres que te lleve ya a tu casa?.-Pregunta una vez que estamos ya subimos en el coche.

-Bueno...¿dónde iríamos si no?.-Pregunto y él me mira.

-¿Quieres que vayamos a dar un paseo por la playa?.-Me sonríe y no puedo negarme.

Ponemos rumbo a la playa y en el camino Héctor enlaza su mano con la mía y mis nervios vuelven, yo la entrelazo con la suya y el sonríe de una forma que hace que me vuelva a derretir. Llegamos a la playa y aparca el coche, bajamos y la playa está sola, simplemente alumbrada por la luna. En un pensamiento repentino las dudas vuelven a mí, ¿debería estar haciendo esto?. Mi móvil suena y Héctor me dice que lo responda y él se espera.

-¿Sí?

-¿Se puede saber dónde estás y por qué no respondes a mis llamadas?

-He salido un rato Susan, ¿pasa algo?

-Tus padres me han llamado...

-¿¡Qué!?.-Héctor me mira asustado debido a mi grito.

-Tranquila, gracias a dios me olí algo y les dije que si estabas conmigo, la próxima vez avísame!.-Amo a mi amiga.

-Dios Susan, muchísimas gracias, acabas de salvarme de un buen marrón.

-Y bien...¿con quién se supone que estás?

-Con Héctor...-Este me mira y sonríe. Maldita sonrisa la que tiene que enamora a cualquiera.

-¿¡Con el socio!? Oh dios Ari, ese hombre está muy bueno, el otro día lo vi con tu padre y casi muero.

-Lo sé Susan.-Escucho una risita de su parte.-Pero no sé qué hacer, quizá me esté equivocando al estar con él y vernos de esta forma...-Le digo ya que Héctor se ha ido a por unos granizados.

-Ari no seas tonta, ese hombre acaba de divorciarse, te confesó que le gustas y te ha invitado a cenar, ¿qué tiene de malo?, me juego lo que quieras a que estás a gusto con él, te protege ante todo y eso no lo hace cualquiera Ari. Lo único que tienes que hacer es descubrir cuáles son tus sentimientos hacia él, y para saberlo pues tienes que quedar con él, ahora disfruta de ese adonis que lo tienes para ti solita.-¿Ven por qué amo a Susan? Ella siempre aclara mis pensamientos y me guía por el buen camino, es la mejor amiga que se puede tener.

-Muchas gracias Susan, te amo amiga, ¡te amo muchísimo!

-Lo sé, lo sé, mañana cuando quedemos me cuentas nena, ¡pásalo bien!.-Cuelga.

Héctor llega con una sonrisa y con dos granizados, me ofrece uno y lo cojo, nos sentamos mientras que lo bebemos en un banco que hay antes de entrar a la arena de la playa.

-Si no estás a gusto conmigo o cualquier otra cosa puedo llevarte a casa Ari...

-Estoy muy bien aquí.-Le sonrío recordando las palabras de Susan.

Terminamos los granizados y vamos a dar un paseo por la orilla.

-Prométeme una cosa Ari.-Me mira a los ojos.-Ten cuidado mañana, no estaré yo para protegerte y sabes que ese desgraciado anda suelto, no quiero que te pase nada.-Acaricia mi mejilla.

-Tendré cuidado Héctor, no te preocupes no me pasará nada.-Le sonrío y el pasa su brazo por mis hombros pegándome a él.

-Cualquier cosa me llamas y iré a por ti, ¿vale?.

-Estarás en el trabajo, no voy a molestarte...-Mi padre es muy estricto con sus trabajadores y socios y le da rabia que falten al trabajo, no quiero que por mi culpa le caiga una buena a Héctor.

-Me importa poco el trabajo si se trata de ti nena, no dudes en llamarme si ocurre algo, ¿entendido?.

-Entendido.-Me abraza y besa mi cabeza.

El socio de papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora