El socio de papá.

Capítulo 39

-No me mires así Ariadna.-Me asusté y miré hacia el frente.

-No sé de qué me hablas.-Ahora es él quien me mira, lo miré y sonreí a medias. Él no devolvió su sonrisa. Subió su mano a mi cara y acarició con su pulgar mis labios. Luego lo hizo más fuerte, como si tratara de quitar algo que estaba pegado. Me quejé y él sonrió.

-No me gusta compartir tus labios...-Dijo llevando sus manos a mi nuca y luego acercándose. Mi corazón se acelera deseando que sus labios toquen los míos. Se alejó un poco sonriendo, estaba jugando conmigo. Sonrió mirando como ponía mala cara, se acercó y por fin me besó. Nuestros labios se unieron en un sabroso beso. Sonreí inconscientemente mientras nos besábamos.

-Señores, disculpen tienen que abrochar sus cinturones.-Nos separamos y vimos a la azafata mirando avergonzada. Asentí y me puse el cinturón, lo odiaba, no podía abrocharlo. Lo oí reír al verme luchando con él. Lo miré entrecerré mis ojos y le saqué la lengua.

-Aún tienes las mismas manías de cuando eras niña.-Rió y me dio un beso en los labios.

Al notar que el avión comenzó a despegar empecé a ponerme nerviosa, Héctor lo notó y me agarró la mano.

-No pasará nada.-Asentí no muy seguro, él acaricio mi cara y me hizo mirarlo.-No dejaré que te pase nada.-Dijo dándome un beso en la frente.

Después del despegue iba más tranquila, nos avisaron que podíamos quitarnos los cinturones y decidí ir al baño. Al estar allí alguien tocó mi puerta varias veces.

-Está ocupado.-Dije gritando. Volvieron a tocar.-Mierda. Abrí la puerta y Héctor entró antes de que pudiese decir nada. Me cogió de la cintura y me pegó al lavabo.-Estás loco.-Dije alejándolo un poco mientras me reía.

-Sabes que no tendremos mucho tiempo juntos ahora cuando volvamos.-Dijo besando mi cuello y creía derretirme, este hombre excita a cualquiera.-Eres tan preciosa Ari.-Dijo mientras me miraba con deseo.-Tenemos que hacerlo rápido antes de que entre alguien.-Susurró con una sonrisa. Lo único que pensé es que es lo más excitante que he hecho en mi vida.

Una vez que acabamos Héctor arreglaba su camisa y su pelo, me miró sonriendo y me dejé caer a su lado en el asiento apoyando mi cabeza en su hombre, besó mi cabeza y entrelazó nuestros dedos.

-Esta ha sido una experiencia inolvidable.-Dijo riendo.

-Definitivamente.-Bajó su cabeza y depositó un beso en mis labios.

-Mmm...Ariadna.-Comenzó a hablar entre besos.-¿Qué pasará cuando lleguemos?.-Quedé en silencio unos segundos, ¿qué pasaría? ¿Acaso me está preguntando que con quien me quedaré? Si me quedo con él mi familia me mataría, él lo sabe.-¿Ari?.-Me llamó sacándome de mis pensamientos y lo miré.

-No...no sé.-Bajé la cabeza, él no dijo nada, solo se alejó y se puso a mirar por la ventana. No dirigimos una palabra más en todo el viaje. Más tarde el piloto anunció el aterrizaje y minutos después ya estábamos en el aeropuerto, la gente comenzó a levantarse para bajar y yo hice igual, pero él me agarró del brazo y me volvió a sentar. Lo miré con mala cara y él lo único que hizo fue acercarme para unirnos en un tierno e intenso beso. Su lengua buscaba la mía y se unieron. Nos separamos por falta de oxígeno y me volvió a dar un pico.

-Vamos.-Dijo sin expresión alguna. Asentí y entrelazó de nuevo nuestros dedos para caminar, cuando íbamos llegando al final lo solté y nos quedamos mirándonos.

-Tienen que avanzar por favor.-Dijo una azafata. Salimos fuera y los demás nos esperaban. Siwon se acercó a mí y me besó, yo me separé antes de que siguiera ese beso. Susan se acercó a mí cogiéndome del brazo y alejándonos un poco.

-¿Qué te pasa?.-Preguntó preocupada.

-¿De qué hablas?.-Pregunté abriendo más los ojos.

-Sabes de qué hablo. Estás haciendo esos gestos de cuando estás mal.-Se burló.

-Estaba dormida.-Dije en mi defensa.

-Ariadna por dios.-Abrió sus ojos más.-¿Lo hicisteis en el avión?

-Joder Susan. ¿Qué coño te pasa?.-Me enfadé.-No, no lo hicimos. Ya no seguiré con él, solo pasó una vez y no volverá a pasar.

-¿Solo pasó una vez? ¿Entonces ya lo hicisteis aquella noche?.-Dijo susurrando. Miré hacia otro lado.-Ariadna escuchaste a tu prima llorar por él, ella lo quiere. Tú sabes cómo es sentirse de esa manera.-Asentí sin mirarla.

-No lo volveré a hacer.-Ella asintió.

-Es lo mejor para todos.-Asentí apretando mi mandíbula y me di la vuelta para ir con los demás.

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Cuarto y último capítulo del maratón. 😋 Espero que os haya gustado mucho. El próximo será a los 30k.