El socio de papá.

Capítulo 26

Llego y aparco el coche en frente de aquella enorme casa, se me ponen los pelos de punta de tan solo pensar que voy a volver a verlo, mi vuelo sale mañana a la noche y probablemente sea la última vez que lo vea en dos años, no quiero ni imaginarlo...

Me bajo y voy hasta la puerta, toco el timbre y enseguida me abre.

-Adelante nena.-Me dice con una sonrisa.

Entro y observo lo bonita que es por dentro, este hombre tiene buen gusto. Me giro y me está mirando.

-¿Cuándo te vas?.-Pregunta agachando la mirada.

-Mañana por la noche.

-No te vayas Ari.-Se acerca a mí.-Quédate aquí conmigo.

-No puedo Héctor, tu sitio no está conmigo, ahora tienes una misión que hacer y es casarte con ella, no me lo pongas más difícil.-Mis ojos se llenan de la lágrimas, intento aguantarme, no quiero ser débil ante él.

-Sabes perfectamente que te elegiría mil veces a ti antes que a esa.-Dice convencido.

-Héctor dejémoslo así, tú y yo nunca podremos estar juntos.-Ahora sí mis lágrimas salen.

-No digas eso nena, y mucho menos llores.-Se acerca y me abraza.

-Me tengo que ir Héctor, tengo cosas que preparar...-Digo limpiándome las lágrimas y dirigiéndome a la puerta.

-Dame un beso.-Me detengo.-El último antes de que te vayas, por favor...

Me doy la vuelta y me dirijo lentamente a él, yo también necesito ese beso antes de irme dos años fuera, se acerca él también y abre sus brazos, agarra mi cintura y yo sus mejillas, nos miramos por unos segundos y junta sus labios con los míos. Me besa con calma, como si quisiera disfrutar de ese beso, con ternura y delicadeza, adoro sus labios, sus besos y adoro todo de él. El beso cada vez se hace más salvaje y creo que necesito esto.

Comienzo a desabrochar su camisa mientras él sigue besándome por el cuello, termino y la deja caer al suelo permitiéndome ver su trabajado abdomen, me vuelve loca cada centímetro de su piel. Quita mi camiseta dejándola caer al suelo también, no puedo resistirme a semejante hombre. Agarra mis muslos y yo enredo mis piernas en su cintura, camina conmigo en brazos y sin parar de besarme, me lleva a la que supongo que es su habitación y termina por hacerme suya completamente.

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Despierto por la claridad del día, intento abrir los ojos pero un rayo de sol que entra por la ventana me lo impide, parpadeo varias veces y lo consigo, recuerdo todo lo que pasó anoche y me doy cuenta de dónde estoy, en la cama de el señor Hutson.

Miro a mi izquierda y está plácidamente dormido, me quedo mirándolo por unos minutos y puedo asegurar que es el hombre más atractivo del mundo. Miro el reloj y ¡las 12:30! ¡Me voy esta noche y aún tengo que preparar un millón de cosas! Me levanto y me visto sin hacer ruido para no despertar a Héctor y antes de irme decido dejarle una nota encima de la almohada.

"Gracias por la noche juntos y espero que me eches de menos tanto como yo a ti, te quiero gruñón.

A.J"

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Aquí estoy en el aeropuerto, a punto de marcharme a un país que no conozco, dejando a mi familia aquí, a mis amigos y sobretodo al hombre que amo, pero es lo mejor para todos, espero que cuando vuelva dentro de dos años todo esté mejor.

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