El socio de papá.

Capítulo 38

Al salir del agua nos sentamos un rato en la arena. Después de varios besos y caricias decidimos ir a casa. Mi sonrisa no desaparecía, fue como si todo lo que me preocupaba se hubiese ido. Me cogió de la cintura y dio un último beso en mis labios antes de empezar a caminar.

-Te amo.-Me dijo mientras me daba pequeños besos. Aunque quería responderle no lo hice. No me sentía bien diciéndome estando comprometida con otro hombre. Él sonrió de lado y dio un beso en mi cabeza.-No tienes que contestarme, solo quiero que lo tengas muy claro.-Sonreí y asentí. Entrelazamos nuestros dedos hasta llegar a casa. Al llegar revisamos que nadie estuviese despierto y nos despedimos con un largo beso.

-Hasta mañana pequeña.-Mordió mi labio suavemente.

-Hasta luego, Hutson.-Sonrió y entré a mi habitación.

-Mierda.-Dijo Susan al verme y se separaron y me miraron. Yo les hice señas para que se quedasen callados. Los dos me miraron con cara molesta. Tenía ganas de reír, pero sabía que iba a levantar a todos si lo hacía.-¿Dónde carajos estabas?.-Preguntó en voz baja ella.

-Fui al baño.-Mentí. Kevin y ella me miraron de arriba abajo. Estaba despeinada, con la ropa mal puesta, mojada y con arena por todos lados. Entrecerraron los ojos y reí.-¿Se ha despertado?.-Pregunté mirando a Siwon.

-No, tiene el sueño muy pesado.-Dijo Kevin burlándose. Asentí y fui a ducharme.

Puse la ropa mojada en una bolsa y la metí en la maleta. Eran las 4:15 y yo aún no había dormido nada, me acosté en la cama sin hacer mucho ruido y en pocos segundos quedé dormida.

"¿Dónde estabas?" La voz de Marta me hizo despertar. No presté mucha atención, miré el reloj y solo había pasado una hora, decidí intentar volver a dormirme "Tu ropa está moja y es de ahora mismo" Abrí mis ojos para atender a la pelea. "Te he dicho que fui a nadar un rato" Héctor le respondió con un grito frustrado. Mi corazón comenzó a palpitar fuerte. "¿De madrugada?" Un nuevo giro se escuchó. "Marta no estoy de humor para tus estúpidas discusiones, me iré a dormir al sofá y déjame en paz." Escuché el grito de Héctor seguido de un portazo. Más tarde se empezaron a escuchar los sollozos de Marta. En otra situación hubiese estado contenta de escucharla por una vez débil en su vida, pero esta vez hizo que mi corazón se destrozara. Así me encontraba yo años atrás por el mismo hombre. Ahora está haciendo que mi prima sienta ese sufrimiento y por mi culpa. Sentí la mano de Siwon abrazarme por detrás y eso hizo que mi corazón se encogiera aún más. ¿Qué estábamos haciendo?¿Qué hicimos? Susan no quitó sus ojos de mi hasta que la miré, me dio una seña de comprensión para volverse a dormir. ¿Esto es lo que gano por tratar de hacer lo que dice mi corazón? Traté de volver a dormir, y luego de una constante lucha por callar a mis pensamientos, lo conseguí.

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Al día siguiente llegamos al aeropuerto. Marta y Héctor aún no se hablaban y Siwon hoy se levantó más cariñoso que nunca, haciendo que me sintiera como una basura. Recordar la noche anterior hacía que me diesen escalofríos, recordar sus manos y sus labios me hacían temblar. Trataba de ignorarlo y hacer como si nada hubiese pasado, pero me era imposible. No nos mirábamos en ningún momento, creo que así era más fácil para disimular los dos.

-Bueno, ¿ya tenéis todas vuestras cosas?.-Preguntó Marta cogiendo su maleta y pasaporte. Todos asentimos.-Bien, todos vamos en el orden que vinimos. Empezó a caminar sin decir nada más.

Llegamos a la sala de espera, Siwon me cogió de la cintura y apretó mi trasero, chillé por sorpresa y todos me miraron, él solo reía.

-Siwon, ¿qué carajos te pasa?.-Dije enfadada. El solo seguía riendo.-No es gracioso.

-Amor no es para tanto...-Me miró ahora serio.-Antes no te molestaba.-Dijo cogiendo mi mano de manera brusca.-¿Por qué ahora sí?.-Me miró a los ojos.

-No me gusta que lo hagas en público, eso es todo.-Dije un poco nerviosa.-Además nunca lo habías hecho así en público.-Me miró y me moví incomoda, su miraba era tan fría que daba miedo. Anunciaron mi vuelvo y me dirigí al avión, no si antes Siwon volver a cogerme de manera brusca y besarme posesivamente. No me estaba empezando a gustar este comportamiento.

Héctor iba detrás mía, aún no habíamos tenido la oportunidad de hablar. Al llegar a los asientos me hice a un lado dejando que el pasara primero. Lo hizo sin mirarme y mi estómago se convirtió en un nudo. Lo miré sin decir nada, él miraba la ventana. Su perfil era como lo recordaba, tan exquisito como siempre. Mordí mi labio mientras miraba detalladamente su perfil izquierdo.

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Tercer capítulo del maratón. 😋