Love, Emma.

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Desde la conversación en la playa no habíamos vuelto a hablar, solamente hasta la clase de informática con el señor Leroy. Estaba muy aburrida pues las clases de excel no me emocionaban mucho, escuché un silbido y volteé a ver de que se trataba y vi a Killian haciendo una seña para que me conectara al chat y así lo hice pues el profesor estaba en su escritorio y no veía lo que hacíamos. 

-Tu cara me molesta- decidí ser la primera en empezar y eso fue lo único que pasó por mi mente en ese momento.

-Tengo noticias...-

-Yo también, necesito concentrarme para aprobar mis exámenes y tener una vida.- esperé a que contestara, pero lo que escribió me dejó con la boca abierta, literalmente.

-Este chico ya no es virgen- ¡¿QUÉ?!

-¿Hola?¿sigues ahí?- no supe que contestar, me quedé helada.

-¿Quién es la desafortunada?- deseaba que no fuera Ruby.

-RUBY- no supe que fue lo que pasó, ¿me molestó? pero ¿por qué?

-¡Mierda!- ¡Ay no! lo dije en voz alta, todos voltearon a verme.

-Muy bien Emma, ve a la oficina del director- genial, ahora si me va a ir mal.

-No,no, no, fue mi culpa señor, tenia que decirle algo importante- creo que hubiera sido mejor que Killian no se levantara ni dijera nada.

-Ya veo Killian. Felicidades.- y dicho eso en el proyector apareció nuestra conversación y todos comenzaron a aplaudirle a Killian.

Luego del incidente no hablé mas con Killian, solo hasta el día del baile. Yo me estaba arreglando cuando alguien llamó a la puerta, bajé corriendo y encontré a Killian. 

- Se que no hablamos oficialmente, pero necesito ayuda con mi corbata- hizo una cara a la que no le podía decir que no y lo dejé pasar.

Cuando terminaba de arreglarme el habló.

-Creí que podías estar enamorada de mi o algo así.- asomé la cabeza por la puerta del  armario y lo miré por el espejo solo un momento.

-Killian tu siempre seras el chico que se limpió la nariz con mi vestido favorito ¿de acuerdo?. No te hagas ilusiones.- no lo podía ver en ese momento pero sabia que sonrió cundo lo dije.

-Bien. Ya se que las relaciones chico-chica a veces pueden ser algo difíciles, pero sabes que siempre estoy aquí, si necesitas hablar.- no era necesario que lo dijera pues sabemos que pase lo que pase siempre estaremos el uno para el otro, no soy muy buena expresando lo que siento así que mejor cambié el tema.

-¿Qué dices?¿naturales o apretados?- hice un movimiento con mis manos hacia mis pechos, para algunos puede resultar algo incómodo, pero es algo normal entre nosotros, además nada mejor que la opinión de un hombre ¿no?.

-Eh...- creo que se sorprendió por mi pregunta- bueno, depende, ¿es para bailar, o es, eh... para?.- vi como tragaba en seco y me acerqué a él para arreglar su corbata. 

-¿Quien sabe?- dije algo divertida y el no quitaba su cara de sorprendido.

Subimos al auto de Killian y nos dirigimos hacia el hotel donde habían organizado el baile, el viaje fue tranquilo, encendí el radio y en algunas ocasiones cantamos. Al estar a unos metros de la entrada él habló.

-Entonces ¿dónde está el tonto que se reunirá contigo?

-¡Eres tan grosero!. Eh creo que al frente, eh si...- se estacionó  y Neal se acercó por mi.

-Hola preciosa- me ayudó a bajar del auto y caminamos hacia la entrada, él volteó y se despidió de Killian.

Todo estaba decorado con luces de colores, una gran bola disco en el centro de la pista de baile, serpentinas y unos cuantos globos, había algunas mesas y sillas, la música sonaba muy fuerte pero no importó mucho, solo íbamos a festejar el fin de la escuela. Comencé a bailar con Neal y a lo lejos vi a Killian con Ruby, creo que también me vio porque hizo una seña a modo de diversión. Todo iba de maravilla hasta que voltee a ver a Killian, él y Ruby se estaban besando, prácticamente se devoraban uno al otro, así que pensé que si él podía tener a alguien yo también, pero jamás pensé en las consecuencias de lo que hice después de verlos.