Love, Emma.

25

Robin estacionó la camioneta lo más rápido que pudo y todos salimos como rayo de ella. Por un momento creí que iba a poder llegar antes de que la ceremonia terminara, pero no fue así, cuando me di cuenta, Killian y Ruby salían por la puerta mientras los invitados les arrojaban pétalos de flores. Quería llorar, ¡por dios que quería hacerlo! pero no podía, no podía dejar que Killian me viera en ese estado, de pronto nuestras miradas se cruzaron y le sonreí tratando de disimular un poco mi tristeza, cuando él se giro para hablar con uno de sus invitados, yo miré a Regina, quien me miraba con un poco de lastima, a lo que yo solo pude encogerme ligeramente de hombros, pensando en que definitivamente había perdido la oportunidad de estar con Killian.

...

-Una última palabra de advertencia, Killian puede aguantar el alcohol de manera letal- sonreí viendo a Killian -eso lo descubrí en mi cumpleaños 18, cuando él creyó que el tequila era lo mejor para celebrar. Ya saben, cuando la gente dice que están borrachos que lo que hicieron la noche anterior es un espacio en blanco y que las cosas que pudieron haber hecho son imposibles, bueno...créanme, son posibles - todos ríen y al ver a Killian noto que está ligeramente ruborizado, doblo el papel en donde tenia anotado mi discurso para el brindis sin saber muy bien que decir en este momento, respiro profundo y las palabras empiezan a salir de mi boca sin darme cuenta.

-Elegir...a la persona con la que quieres pasar el resto de tu vida es una decisión muy importante, es la más importante que cualquiera de nosotros podría hacer, porque cuando te equivocas, tu vida puede volverse gris y a veces, sin darte cuenta...despiertas una mañana y ves que los años se han ido, tu y yo lo sabemos, no Killian. Tu amistad me ha cambiado la vida, me llenas de color incluso en los momentos más oscuros y es algo de lo que estoy eternamente agradecida, en verdad espero que no lo olvides, porque yo si lo hice, a veces no te das cuenta de que lo mejor que te ha podido pasar está...sentado justo delante de ti y eso...está bien porque sin importar en donde estés o con quien estés yo siempre, completa y honestamente...te amaré-silencio sepulcral, todos me miran, pero yo no puedo apartar la vista de Killian quien en ningún momento ha dejado de verme, el flash de una cámara al fondo del elegante salón hace que reaccione sobre lo que acaba de pasar, ¡le confesé mi amor a mi mejor amigo justo el día de su boda! reacciono de la mejor forma que puedo y trato de arreglarlo - te amo en la forma en la que...una hermana ama a su hermano, como una amiga ama a su amigo. Siempre cuidaré de tus sueños, Killian, sin importar lo extraños que sean- lo miro con los ojos empañados, con las lágrimas a punto de salir y con una leve sonrisa en el rostro, él me mira de la misma manera y puedo decir que una lágrima ha salido de sus ojos- Así que, por favor, acompáñenme en un brindis por la novia y...el novio- todos levantan sus copas y brindan por ellos, yo no puedo hacer otra cosa más que seguirlos y fingir que todo está bien.

La fiesta pasa de lo más normal posible hasta que llega la hora del vals de los recién casados. Veo como Ruby arrastra a Killian hacia la pista mientras suena la canción que seguramente ella eligió pensando en que también tiene algún significado especial para él. Regina y Robin los acompañan en el baile, incluso Henry con Violet, todos bailan con sus parejas mientras yo los veo desde un punto cercano a la pista pero mi corazón no puede más, aprovecho el momento en que nadie mira y salgo lentamente del lugar. 

Camino un poco y me recargo en una pared en donde casi nadie pasa y en donde tampoco se puede ver desde la pista, tomo aire y las lagrimas empiezan a salir. Esta vez no las reprimo, dejo que corran libres por mis mejillas, me siento tan tonta, ¿por qué hasta ahora descubro que siempre he estado enamorada de mi mejor amigo? si tan solo hubiera sido antes, nada de esto estaría pasando, tal vez él y yo ahora estuviéramos viviendo nuestro felices para siempre. 

Siento que el aire me falta, siento una fuerza desconocida sobre mi pecho que intenta aplastar mi corazón contra la pared, pero ese sentimiento queda de lado cuando veo a mi hijo pasar corriendo.

-¿Henry?- miro hacia donde ha salido corriendo y detrás de mi oigo la voz de Killian.

-Henry salió corriendo...-

-Si, hacia allá- señalo el lugar y ambos vamos por donde Henry pasó segundos antes. Caminamos por un largo pasillo hasta que salimos por una puerta que da hacia la azotea del edificio.

-Mamá...- oigo la voz de mi hijo y volteo hacia donde él se encuentra.

-Henry ¿qué haces aquí afuera?- me acerco hacia donde él está, sentándome a su lado. Killian, que no se ha alejado de mi, se pone del otro lado junto a Henry.

-Intenté besar a Violet-

-Y eso es...¿malo?

-Claro que si...-

-Yo...los estuve viendo toda la noche y...ustedes de ven bien, son un equipo- Henry mira a Killian como si estuviera loco por lo que acaba de decir.

-No lo entiendes, ¿verdad? es como si tu y mamá se besaran-

-Henry, mira...si la dejas ir ahora te arrepentirás el resto de tu vida, trataras de buscar a una mujer "perfecta" para poder olvidarla, te...casarás con ella pero serás infeliz toda tu vida- miro a Killian que jamás ha dejado de verme y por un momento pareciera que todo lo que le dijo a Henry en realidad me lo estaba diciendo a mi.

-¿De verdad, ustedes nunca se besaron?- las palabras de Henry me sacan de mis pensamientos y lo miro un momento.

-No, claro que no- siento la mirada de Killian sobre mi y volteo lentamente temiendo la expresión en su rostro.

No supe en que momento Henry se fue detrás de Violet dejándonos a Killian y a mi solos. No puedo dejar de verlo, nunca contestó la pregunta de Henry, pero algo en sus ojos me decía la respuesta. Lo miro con una mezcla de miedo y confusión, siento mi corazón latir rápidamente, pero no me puedo quedar con la duda.

-¿Killian?...