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Solo habían pasado un par de días desde que Henry y yo nos mudamos, y aún no podíamos terminar de desempacar.

Ayer Graham me dijo que le ofrecieron un puesto en la policía de Nueva York, algo a lo que no pudo negarse. Me invitó a un pequeño bar en el pueblo y al parecer nos pasamos de copas, lo bueno era que Henry se había quedado con Regina. Al llegar al apartamento, comenzamos a besarnos, los recuerdos son algo borrosos pero estoy consciente de lo que pasó esa noche, lo único que no recuerdo muy bien es ¿como terminé esposada a la cabecera de la cama?. No supe a que hora regresó Henry, fue hasta que abrió la puerta de mi habitación gritando ¡Mami, es mi primer día de escuela!, por suerte Graham tenia puesto el bóxer, salió de la cama y fue al otro extremo de la habitación por su ropa y la llave de las esposas. Henry solo me miraba como pidiendo una explicación.

- He oído que algunas camas han sido robadas últimamente, ¿no es extraño? 

- Si, mami

- De está manera nadie podrá llevarse la nuestra- moví mi mano, aún esposada, provocando una pequeña risa por parte del niño. Henry volteó a ver a Graham y dijo.

- ¿Eres mi papá?

- ¡Oh! No amor, él es un buen hombre que está ayudando a mamá, eso es todo- Graham se acercó e intentó abrir las esposas.

-¡Demonios!

-¿Qué?

-¡Es la llave equivocada! tendré que ir a la comisaría por la correcta

-¿Cuanto tiempo te tomará?

-No lo se, como una hora o más

-¿¡Más!? no hay tiempo, tengo llevar a Henry al colegio.

-Lo siento, linda pero me tengo ir, volveré lo más pronto posible.

No supe como me vestí, pero lo hice. Salí corriendo con Henry hacia el colegio, todos me veían como si estuviera loca y no los culpo, también pensaría lo mismo si viera a una chica esposada a la cabecera de una cama.   

Llegamos al colegio pero el único problema que había era que no sabia donde quedaba el salón de mi hijo, por suerte él si. Lo llevé hasta el salón de clases, quería entrar con él pero al pasar por la puerta me atoré con la cabecera.

-Te quiero- le di un abrazo a Henry y un beso.

-También te quiero- me quedé ahí y vi como iba hasta su silla y se sentaba, crecía muy rápido, no quería que siguiera creciendo, quería que se quedara así por siempre, que siempre fuera mi bebé, que nunca me dejara.    

El fin de semana llegó muy rápido y para despejar a Henry de la escuela lo llevé a la playa. Estuvimos haciendo castillos de arena y le enseñé a dar vueltas de carro, el día estaba muy soleado, así que lo aprovechamos al máximo. Sonó mi teléfono, era un mensaje de Killian.

-Soñé que era una flecha, la punta metálica en el extremo de la flecha. Zumbando por el aire.

-¿Cómo se sentía?

-Raro

-No te preocupes, siempre has tenido sueños así :)

-Emma te extraño, por favor ven a visitarme ¿si?

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Perdón por las  faltas de ortografía pero ya son las 11:00 de la noche donde vivo y me estoy muriendo de sueño.

Prometo actualizar lo más pronto posible, espero que les guste éste capítulo. Comenten que les parece y no olviden votar.

        

Love, Emma.Where stories live. Discover now