Capitulo 6

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Cuando me desperté, me fui a la ducha como hago cada día, desayuné lo que pude, me peiné un poco y salí a esperar a Tris, que no tardó mucho.

Parecía mentira, pero eso de tener que hablar de mis sentimientos hacia otro chico me causaba nervios, y eso me estaba matando. Cuando llegamos allí, en seguida me di cuenta de dónde estaba: apoyado en la columna de siempre, besándose con Tracy. Aunque era lo más probable que podía pasar, no me lo imaginaba, y eso hizo irme al baño a llorar. Tuve suerte que nadie se dió cuenta que había llegado.

Tris se quedó mirándolos, quitándoles la intimidad. Nadie tenía el derecho a romper el corazón a Diego. Cuando vió que no conseguía captar la atención de Bruno, se fue tras su amigo, no lo podía dejar solo.

Despues de asegurarme, que Bruno era un imbécil, que no me lo merecía y todas esas cosas que se dicen, me tranquilicé un poco.

- Lástima que no eres un chico, Tris -le dije yo mientras me secaba las lagrimas con las mangas-. Solo tú me entiendes.

- No te preocupes, si quieres yo voy a hablar con él y lo asesino un poco -me dijo Tris, medio sonriendo. Acariciándome la mejilla con su mano derecha, tan suave como siempre. Me dió ganas de volver a llorar, agradeciéndole todo lo que hacía por mi, pero me callé. Alguien entró al baño.

- ¿Diego? -era una voz muy familiar. Una voz que me recordó buenos y malos momentos. Dos columpios. Varios besos. Y luego todos mirándonos. Bruno besando a Tracy.- He perseguido a Tris hasta aquí, sé que estais detrás de alguna puerta, salid por favor. Como mínimo Diego.

Aunque Tris me lo impedía, yo quité el pestillo y salí.

- Aquí estoy, ¿qué quieres? -pretendí sonar enfadado, pero no estaba seguro de haberlo conseguido.

- Sé que me has visto besándome con Tracy, pero te quiero a ti. Como me dijiste que no querías que se burlaran de mi, pensé que sería lo mejor. Hacer como que salgo con ella, pero salir contigo a la vez.

- Oh, ya sé por donde va esto. Ni hablar. -era Tris. Se había estado escondiendo detrás de la puerta porque era el baño de chicos, pero ya no podía aguantarlo más.

- Tris, esto es entre él y yo, por favor -le señalé la puerta con una sonrisa, para que me perdonara-. Bruno, no puedo hacerlo. Yo te quiero, pero tienes que escoger entre ella o yo. No puedo saber que estás con una chica a la vez que conmigo, no puedo sabiendo que eres bisexual.

Justo después de decirle eso, salí por la puerta, y me encontré con Tris pegando la oreja a ésta.

- Ya te vale, casi te rompo la oreja por cotilla. -le dije yo, casi riéndome. Resultaba graciosa la cara que había puesto Tris cuando abrí la puerta, como si intentara disimular que había estado escuchando.

- Las orejas no se rompen. -me dijo ella, haciendose la seria.

- Y esa es la razón por la que estoy estudiando periodismo y no medicina. -echamos a reír y nos oyeron todos, pero como ya abrían las puertas, no tuvieron tiempo de decir ni una palabra.

¿Gay? Yo noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora