¿Gay? Yo no

Capitulo 18

Empezaba a entrar demasiada luz por la ventana, se hacía imposible dormir más, así que abrí un poco los ojos para investigar el sitio con la mirada. Ya conocía esa habitación, no era la primera vez que dormía en esa cama, pero quería ver si habían cambiado algo de sitio.

A pocos metros de la cama había la puerta que conducía al baño personal y al lado de esa puerta estaba la de entrada y salida a la habitación. Recordé que cuando era pequeño, siempre confundía una puerta con la otra. A mi alcance desde la cama tenía la mesita de noche, algunos posters que ponía yo cuando me quedaba a dormir y un corcho colgado de la pared con fotos de Tris en sus cumpleaños pasados, era adorable y lo seguía siendo. Pasé una mirada rápida hacia mi derecha, había el armario, un sillón con una persona, una silla para poner la ropa... volví la mirada hacia el sillón, no veía muy bien pero eso era una mujer o una chica.

- ¿Hola? -dije yo asustado. Pero pasaron los minutos y no contestó nadie.

Me levanté y caminé sigilosamente hacia el sillón para ver quien era.

- ¿Tris? -entrecerré los ojos para ver mejor- ¡Tris! ¡Me has asustado! -mi amiga se despertó lentamente- ¿Qué hacías aquí?

- ¿Eh? Ah, esque estabas tan guapo durmiendo... -noté que me sonrojaba, pero ella no pareció darle importancia- Milo tiene mucha suerte de poderte ver así todas las noches.

- Supongo que ¿gracias? Y entonces, ¿te has quedado toda la noche mirándome?

- Bueno, hasta que me he dormido. Esque te iba a decir buenas noches cuando salí de la ducha, pero ya te habías dormido. Te tendría que haber hecho una foto -hizo una pequeña pausa para observarme-. A pesar de todo lo que has pasado estos días, parecía que te habías dormido en paz.

- Ah, bueno ¿comemos? Me estoy muriendo de hambre.

Ella asintió. Mientras bajábamos por las escaleras y nos hacíamos el desayuno, no podía parar de pensar en lo que Tris había dicho: "Esque estabas tan guapo...", "Milo tiene mucha suerte...". En el instituto, mis compañeros siempre me decían que perdía el tiempo siendo gay, que le gustaba mucho a Tris y por eso siempre me seguía a todas partes. Yo nunca los creí porque lo único que intentaban siempre era molestarme. Pero luego me acordé que todos mis recuerdos eran con ella: las noches de "chicas", las fiestas de cumpleaños, cada una mejor que la anterior; cuando me decía que le gustaba un chico y yo la ayudaba a ligárselo... siempre estábamos los dos solos. A veces me preguntaba, qué hubiera sido de mi sin Tris a mi lado, si en todos esos recuerdos, ella no estuviera allí. Pero era imposible que hiciera todo eso porque estaba enamorada de mi, ¿qué chica se enamoraba de un gay? Entonces se me ocurrió preguntárselo, igualmente ella estaba con Aiden, si le llegué a gustar en algun momento, ya no lo hacía.

- ¿Te puedo preguntar una cosa? -le dije medio tímido. Vaya pregunta más tonta le había hecho.

- Claro -en su boca se asomaba un trozo de tortita, pero no me importó. Tris era así.

- ¿Cuando íbamos al instituto, te gustaba? -Tris se quedó callada, tenía un trozo de tortita clavado con el tenedor, pero no se lo puso en la boca-. Esque los de la clase no me lo paraban de decir. Igualmente, no pasa nada. Ahora estas con Aiden, ya no te gusto, ¿no?

Tris tardó en contestar. Cada segundo que pasaba, me arrepentía más de haberle preguntado eso.

- Sí que me gustabas. Eras divertido, cariñoso, extrovertido y estabas completamente loco -se sonrojó y bajó la mirada hacia el plato-. A veces, te llamaba por las noches y hablaba contigo para imaginarme que realmente estabas a mi lado. Pero todo eso fue mucho antes de que salieras del armario.