Capitulo 23

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《Narra Diego》

Me estaba preparando para ir a la universidad de Milo y él ni siquiera se había levantado.

Al final accedí a que me pagaran los estudios, pero no muy contento. Tampoco había vuelto a saber nada de mis padres, seguro que se habían ido de viaje para recuperar el tiempo perdido.

Fui a la cocina a coger una manzana y volví al dormitorio para observar como se despertaba. Mientras le pegaba algunos mordiscos, Milo se desperezó, se peinó con los dedos, se fue a la ducha, cogió la mochila y se puso a mi lado. Fue tan rápido que ni me la había terminado y él ya me esperaba en la puerta.

- ¡Vamos! ¡Hoy te presentaré a mis amigos! -dijo mientras abría la puerta y me sonreía-. Allí no hace falta que digas que eres heterosexual ni nada de eso.

Yo asentí y miré al suelo. Tenia que admitir que me estaba poniendo muy nervioso. Milo me presentaría a sus amigos, yo diría que soy gay... todo era demasiado grande para mi.

- ¡Diego! -gritó Milo mientras me empujaba el hombro- ¿Estás ahi?

- ¿Eh?

- ¡Oh venga! Mis amigos son los mejores. Después de ti, claro.

Milo me besó y, si tenia nervios, se esfumaron.

《Narra Tris》

Aiden y mi madre estaban sentados en el sofá, como si se llevaran bien de repente.

- ¡Hola, ya estoy aquí!

- ¡Hola Tris! -Aiden giró la cabeza y me sonrió. Yo fui al sofá y me senté a su lado.

Me moría de ganas de preguntarle qué conjuro había usado para mantener a mi madre tranquila, pero estaba ella al lado.

Les conté lo que me había explicado Diego sobre la nueva universidad, los compañeros, etcétera.

《Narra Diego》

Lo primero que vi, fueron varios grupos de gente claramente definidos que tapaban toda la entrada. Justo delante de la universidad, había una pequeña plaza con algunos bancos y árboles. Milo me cogió de la mano entrelazando sus dedos con los míos y me llevó hacia su grupo. Era uno de los más grandes.

- ¡Hola chicos! Este es Diego.

Varios me saludaron, las chicas me dieron dos besos, alguno me dió la mano...  me fueron diciendo los nombres, pero yo solo me quedé con el de una chica morena llamada Beatriz, como mi mejor amiga.

Entramos en clase y vi que un chico se sentaba al lado de Milo, así que me senté al lado de Beatriz, que estaba sola. A veces hablábamos, pero nos pasábamos las clases tomando apuntes. Solo se le parecía en el nombre, la personalidad de Tris era el doble de abierta. Si hubiera sido ella, nos habríamos pasado las horas riéndo.

El día fue pasando y fui conociendo a más gente. Por lo que deducí, Milo se pasaba las clases hablando de mi, así que yo ya era una persona popular en la clase.

《Narra Tris》

Aiden me hizo una señal para subir a mi habitación, yo lo seguí mientras notaba que la mirada de mi madre atravesaba mi cuerpo.

- ¿Cómo lo has hecho? -dije justo al cerrar la puerta detrás de mi.

- Le he dicho que nos mudábamos y que ya teníamos fecha para la boda y me ha abrazado -dijo él extrañado-. Y no sé como, hemos terminado en el sofá mirando la televisión.

Yo me quedé impresionada. No sabía qué decir, pero él se adelantó y me besó. Empezamos a hacer las maletas para irnos al día siguiente.

《Narra Diego》

Después de nuestro gran día, llegamos a casa, yo agotado y él con toda la energía del mundo, me fui a tumbar un rato en el sofá y me quedé dormido.

Cuando desperté, Milo no estaba en el salón. Me levanté despacio del sofá y fui a nuestra habitación, pero tampoco estaba. Me puse a observar la sala, ya la habíamos decorado con pósters, fotos y carteles. Milo había colgado en el corcho la redacción que le hizo ganar el primer premio del Concurso de Escritura en la secundaria, eso me hacía estar muy orgulloso de él, sabía que sería un gran periodista.

Me senté en la cama y lo esperé allí.

《Narra Tris》

En esa casa de Via Augusta tan solo nos esperaba una cama, una mesa y una silla, no nos habíamos querido llevar ningun mueble de los que teníamos en nuestros pisos anteriores. Esa era una nueva vida que queríamos construir desde cero.

Las paredes eran de un amarillo tan claro que parecía blanco, todo estaba tan vacío que hasta daba miedo, pero ya lo iríamos rellenando con el tiempo.

Me senté en la silla que había. No era exactamente cómoda, pero era nuestra y eso era muy importante. Me puse a observar la sala de estar, miles de ideas de decoración se me vinieron a la cabeza.

Aiden apoyó sus manos sobre mis hombros, por detrás.

- Bienvenida a nuestro hogar.

Justo entonces sonó mi móvil, miré a Aiden buscando una mirada de aprobación y lo cogí.

- ¿Si? -dije yo en tono neutral- ¿Qué quieres, Diego?

- Solo quería oírte -me dijo desdel otro lado de la línea. Al instante, me vino una sonrisa inevitable-. No sé donde está Milo y me aburro solo en casa.

- Pues, ¿sabes? Aiden y yo nos acabamos de mudar.

- ¡Genial! ¿Podré venir mañana a comer para inaugurarla?

- Mañana no, solo hay una silla -dije desanimada-. Pero cuando hayan tres, te invito. Y cuando sean cuatro, también vendrá Milo, ¿vale?

- Perfecto, Tris -justo después de decir eso, se oyó una puerta cerrarse al otro lado de la línia y Diego colgó.

《Narra Diego》

Milo entró, se paseó un poco por la sala y, al ver que yo no estaba en el sofá, se fue a mi habitación. Allí estaba, plantado en la puerta, mirándome fijamente. Pero su mirada no era de ferocidad o de alegría, sino de tristeza. Sus ojos rojos y llorosos, las cejas estaban muy tensas, los puños completamente relajados caían a cada lado de su cadera. Me miraba como si quisiera abrazarme pero no se atreviera, así que lo hice yo.

Me levanté lentamente y lo abrazé tan fuerte como pude, noté como lloraba en silencio. No me veía capaz de preguntarle cuál era la razón.

N/A: Tenía que publicar el lunes y lo he hecho hoy que es jueves, lo siento de verdad... esque esta semana he ido bastante estresada por los estudios. Intentaré publicar el lunes otra vez, pero creo que va a ser el martes. Os juro que me organizaré mejor, ha sido el primer mes de bachillerato, que me ha pillado por sorpresa jajaja
Hasta el lunes/martes;3

¿Gay? Yo noWhere stories live. Discover now