Capitulo 25

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《Narra Diego》

- ¿Qué quieres? -grité enfadado, justo al cerrarse la puerta principal del edificio-. Creía que ya te lo había dicho todo, y hoy no es un día para hablar. La madre de Milo se ha muerto, no pienso estar en otro sitio que no sea a su lado, así que si me disculpas...

No terminé la frase y ya me estaba dando la vuelta para entrar de nuevo. Mi madre no me paró así que supuse que ella también estaba de acuerdo conmigo.

Cuando entré, Milo casi corrió hacia mí y me besó. Noté el camino que le habían hecho las lágrimas al dejar los ojos y hasta la boca y, algunas, un poco más abajo. Se las limpié rápidamente con las manos, odiaba verlo triste.

- Eh, eh -le levanté la cabeza para que me mirara a los ojos-, no te preocupes, estoy aquí.

Milo asintió.

- Te quiero, Pastelito -su voz salió ronca, pero dulce.

Milo se fue, y yo cogí el movil. Había una llamada perdida de Tris, decidí salir y llamarla mientras Milo y su padre iban a ver a su madre antes de que la incinerasen.

- Hola Tris, ¿qué querías?

- Nada de especial... -mantuvo el silencio unos segundos-. ¿Te acuerdas de la casa que compramos Aiden y yo?

- Claro.

- Pues no tenemos ni un mueble -dijo muy preocupada-, y no nos los traen hasta dentro de un mes.

- Y...

- No te vamos a pedir si nos podemos quedar en vuestra casa, tranquilo -rió-. Solo que si nos puedes hacer una copia de la llave para, ya sabes... ir al baño, cocinar, y ese tipo de cosas.

- Yo hubiera dejado que os quedárais, y lo sabes, pero hubiérais tenido que dormir en el suelo. Aún así, claro que os haré una copia de la llave, os la iba a hacer igualmente.

- ¡Muchísimas gracias! -dijo, y colgó.

《Narra Tris》

- ¿Era Diego? -me preguntó Aiden.

- ¡Si! Nos hará la copia de la llave.

- Hemos tenido suerte.

Aiden se sentó en la silla y yo en su pierna derecha. Nos quedamos mirando la pared descolorida, pero no aguantamos ni diez segundos. En seguida estábamos saliendo por la puerta.

Nos fuimos al parque, ahora estaba un poco más lejos que antes. Había mucha gente, sobretodo adolescentes. Me encantaba mirar hacia el cielo y ver como las nubes se iban moviendo, sin prisa pero sin pausa.

- ¿Cómo está Milo? -preguntó Aiden con la cabeza baja-. ¿Diego te ha contado algo?

- No hemos hablado de eso, pero Milo quería mucho a su madre, es obvio que no estará dando saltitos de alegría.

- Claro -dijo Aiden, y apartó la mirada.

Se hizó un largo silencio, yo miraba hacia un lado y Aiden hacia el otro. A él le había afectado mucho la muerte, a pesar de que no la había conocido, se sentía muy mal por Milo.

- Mañana lo llamaremos -siguió Aiden-, no puedo aguantarlo más.

- Si, mañana.

《Narra Diego》

Colgué el teléfono y volví a entrar. Podía ver a Milo y a su padre saliendo de la sala; Milo con las manos tapándose la boca, su padre secándole las lágrimas que le caían. En seguida reaccioné y fui a abrazarlo, ningún chico de su edad debía ver a su madre en esas condiciones.

- Lo siento mucho Milo -le dije yo. Este tipo de cosas nunca se me habían dado bien, pero tenía que intentarlo, por él.

Él no contestó. Se limitó a secarse las lágrimas e intentar estar más tranquilo porque nos habíamos vuelto el centro de atención.

- ¿Quieres que nos vayamos a tomar un poco el aire? -le dije yo preocupado-. Ya se encargará tu padre de lo demás.

Milo asintió y salimos. A fuera estaban su tía y Livia, su prima, sentadas en un banco. La pequeña Livvy estaba llorando desconsoladamente y su madre intentaba tranquilizarla.

Fui hacia el banco y me puse de rodillas, para estar más o menos a su nivel.

- Livvy -le dije intentando sonreír-, ¿te acuerdas de los abrazos mágicos? Los que pueden con cualquier cosa, hasta con la tristeza -la pequeña asintió-. ¿Me darías uno? Así nos curaremos los dos.

La pequeña Livvy se levantó y se tiró encima de mí con un abrazo gigante, que nos hizo tambalear hasta caer al suelo. Nos echamos a reír. Miré a su madre y me susurró un "muchas gracias".

Volví con Milo, despidiéndome como si fuera un payaso y lo cogí de la mano, dándole un apretón muy fuerte.

- Livia -le oí decir a la mujer- ¿quieres ir a tomar algo?

- ¡Sí! -gritó Livvy.

Sabía que su alegría no duraría mucho, pero aún así, valía la pena haberla alegrado.

《Narra Tris》

Aquella noche no había dormido muy bien, no podía parar de pensar en Milo, en cómo estaría. Me adelanté al despertador del móvil y lo apagué antes de que sonara.

Tenía que llamar a Milo, quería preguntarle cómo estaba, si podía hacer algo por él, pero eran las 7:30 de la mañana, no era una hora adecuada para eso. Me tumbé en el suelo durante varios minutos pero me aburrí, fui cambiando de postura hasta las 9, cuando se despertó Aiden, y tuve suerte de que lo hiciera porque estaba al borde de la locura.

- ¡Buenos días! -dijo muy animado.

- Ya veo que alguien ha dormido bien -dije yo con una gran sonrisa-. Me alegro.

- ¿Has desayunado ya?

- Aún no, te estaba esperando -dije yo-, ¿vamos?

Aiden asintió.

Después de desayunar en el bar, fuimos al parque de siempre y allí vimos a Milo y Diego besándose en un banco. La mayoria de la gente que pasaba por delante, los miraba como si fuera la primera vez que veían a dos personas besarse. Otros, dejaban ir al aire comentarios despectivos con cara de asco. Nadie se inmutaba, ni siquiera ellos. Aiden y yo nos miramos, y decidí intervenir cuando un chico de nuestra edad les dijo asquerosos.

- ¡Eh! -grité enfadada. Llegué a ver cómo Diego y Milo se separaban- ¡Asqueroso tú!

- ¿Yo? -dijo el chico con cara de sorpresa-. Muñeca, ¿tú los has visto?

- ¡Nadie le llama muñeca a mi novia! -dijo Aiden mientras le pegaba un puñetazo en la cara al chico. Meneó un poco la mano derecha con cara de dolor, Milo y Diego por detrás estaban aturdidos. El chico se fue corriendo con la mano en la nariz.

Ninguno sabía que decir, ninguno había visto actuar de esa forma a Aiden.

- Lo siento, me he puesto mucho a la defensiva -dijo Aiden aún moviendo la mano-, no debería haberle pegado.

- Puede que no tan fuerte -dijo Milo, casi en un susurro-. Ya estamos acostumbrados a estas cosas, y "asqueroso" es casi un cumplido comparándolo con otros comentarios.

- Lo siento chicos -repitió Aiden.

N/A: Hasta aquí el capitulo de esta semana. Teoricamente, lo tendría que publicar mañana (lunes), pero así compenso los retrasos en publicar que llevo desde hace un mes;3

¿Gay? Yo noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora