Capitulo 12

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Volví a la universidad después de pasar el fin de semana con Milo. Casi todo estaba normal, lo único diferente era Bruno: vestía con una camiseta negra, en el medio había un arcoiris donde ponía "I'M GAY", y unos pantalones agustados negros.

- Hola Diego, ¿sabes qué le pasa a Bruno? -me preguntó Tracy-. Mira la camiseta que lleva... y desdel viernes que no me habla.

- El inglés no es mi fuerte, pero "I'm gay" es Soy gay -aunque la traducción era obvia, quería oírla, de todas formas-. Aunque, si quieres, para asegurarme, iré a hablar con él.

La chica, preocupada, asintió y me fui rápidamente a hablar con Bruno. ¿Antes del fin de semana era heterosexual y el lunes se había vuelto homosexual? No tenía mucho sentido.

- ¡Hey! ¿Qué tal? -le dije yo, mientras le tocaba el hombro. El tacto era el mismo-. Hacía muchísimo tiempo que no hablábamos.

- Si, supongo... bueno, ¿y por qué ahora?

- Tracy -le contesté yo- está preocupada por el cambio de look.

- Cortaré con ella -respondió él. Como si fuera un discurso preparado, siguió-. Soy gay, como pone en la camiseta, y no sería justo, ni para ella, ni para mi.

- ¿Y cómo te has dado cuenta? Que yo sepa, hasta el viernes, eras feliz con Tracy.

- He conocido a un chico, se llama Milo, y creo que me he enamorado.

- ¿Milo? ¿Milo Amorós? -Bruno asintió-. No me lo puedo creer. Es mi novio, así que ya estás volviendo con Tracy o con otro tío.

- Perdona Diego... no pretendía...

- No importa -le interrumpí yo- simplemente no lo toques.

Bruno se apartó asintiendo. Parecía bastante triste al saber que Milo no estaba libre. Aproveché para llamarlo y contarle todo antes de empezar las clases.

- ¿Si? -contestó una voz muy familiar al otro lado de la línea- ¿Que quieres, pastelito? ¿No empiezas las clases a la misma hora que yo? A penas faltan cinco minutos.

- Ya veo que lo de pastelito se va a quedar para siempre así, aunque me gusta -la gente me miraba raro, pero yo seguí-. Hay uno en mi curso, Bruno, que ahora va de gay, no habla con su novia y lleva una camiseta donde en el centro pone: "I'M GAY" y con un arcoris...

- Ya sé quien es, hoy me he encontrado a un chico así por la calle, me ha mirado raro, pensé que sería porque tendría algo en la cara.

- ¿Y entonces como sabe tu nombre? -le pregunté.

- Ah, puede que fuera porque llevaba, debajo el brazo, la carpeta con mi nombre... ¿me tengo que preocupar? ¿está bien de la cabeza, no?

- Supongo que si... pero no te preocupes, ya lo he solucionado.

Sonó el timbre de entrar en clase de Milo, y unos segundos después, el mío.

- Bueno, hasta esta tarde o mañana, a ver si te puedo pasar a buscar, y también puedo llevar a Tris si le apetece.

- Eres un amor, gracias.

Me senté delante de Tris. Nos seguíamos llevando genial, pero ya se sabe: al tener novio, los amigos se dejan de lado un poco, ojalá no fuera así. Aunque no me preocupaba mucho porque ella también estaba enamorada de un chico de la clase, aunque no me quería decir cual.

Las clases se pasaron rápido, intentaba evitar la mirada de Bruno, que me perseguía contínuamente.

Salí y en seguida vi el coche de Milo. Corrí hacia él y ahí estaba, apoyado sobre la puerta de éste.

- Te quiero -me dijo acariciándome suávemente la mejilla con el pulgar- y siempte lo haré, pastelito.

- Yo también te quiero, ¿subimos? -le dije yo. Quería besarlo hasta que se me terminara el aire, pero también tenía que pasar los apuntes a limpio, se acercaban los exámenes- ¿Puedes quedarte en casa un tiempo y hacerme el rato más divertido, por favor? Sólo será un rato, y si tienes trabajo que hacer también puedes.

- Está bien, me quedaré.

¿Gay? Yo noWhere stories live. Discover now