Cap-20 "Di que eres mía"

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Con un suspiro bajé del auto y observé como el vehículo con los hombres de Williams seguían de largo. Frunci el ceño y luego levanté los hombros, quizá finalmente se había aburrido de toda esa idiotez de mantenerme vigilada.
Luego de hablar con Sam había estado dando vueltas por todo él lugar, tenía tantas cosas que pensar y aclarar en mi cabeza antes de cometer algún error. Después de todo ni siquiera siendo yo misma este caso resultaba fácil.

Saqué las llaves del departamento y abrí la puerta unos segundos después, tiré mi saco lejos y dejé las llaves en una pequeña mesita cerca, caminé directo a la sala de estar y me detuve en seco cuando James apareció.

"¿Pero que estas haciendo aquí?"

"Es parte del plan" dijo mientras se acercaba decidido hacia mi.

"¿De que estas hablando?"

"Carol llamó, dijo que Williams se dirigía hacia acá"

"¿Eso es bueno, no?"

"Así es, por lo tanto hay que matar dos pájaros de un tiro" frunci el ceño y luego me tense por completo cuando se acercó dejando que nuestras narices se rozaran.

"Esto es un juego peligroso, James" murmuré mirándolo fijamente

"Hemos jugado juegos peores Lena, y aquí estamos"

"No me refiero... A esos juegos" él se quedo completamente quieto y luego su mirada bajó de mis ojos a mis labios.

"Entonces creo que si podríamos tener problemas aquí" susurró y cerré los ojos fuerte. Mierda.

La puerta se abrió de golpe y James dio un paso atrás sobresaltado. Abrí los ojos y con un suspiro giré hacia la puerta, ahí estaba él.

"Creo que es hora de irme" escuché a James y la mandíbula de Eizen se apretó con fuerza.

"Creo que después de todo si tomas buenas decisiones" gruñó y suspire de forma ruidosa.

"Y yo creo, que" dije interrumpiendo su guerra de miradas "nos vemos después" le dije a James y él asintió. Un segundo después abandonó él departamento.

"No lo veras de nuevo" dijo y giré los ojos.

"Claro, lo que digas, ahora ¿como rayos entraste a mi casa" levantó los hombros aún molesto.

"Carol debería cuidar mejor sus cosas" dio un paso hacia mi "Peter está con ella y mis hombres dijeron que volvías a casa, así que decidí hacerte compañía" soltó una risa nada divertida y se detuvo cuando estuvo lo suficientemente cerca "pero veo que interrumpí algo"

"Él solo vino a ver como estaba luego de lo que pasó con Acero"

"¿Y necesitaba estar tan cerca de ti?"

"No tengo que darte explicaciones de nada, Londres" dije molesta tratando de alejarme pero tomó mi brazo con fuerza y me tiró contra él "estas lastimándome"

"De mi te alejas deprisa como si fuera la peste pero con él parecías estar cómoda" gruñó molesto apretando su agarre.

"Él no estaba lastimándome" le devolví el gruñido y bajó la mirada hasta su agarre en mi brazo, me soltó de prisa y dio un paso atrás. Acaricié el lugar donde me había sostenido, estaba rojizo.

"No se como puedo querer estar cerca de ti cuando sacas lo peor de mi en segundos" dijo molesto. Callé y seguí acariciándome él brazo "Te pregunté si lo seguías amando"

"Te respondí"

"No lo hiciste" replicó "dijiste que era importante para ti, estas conmigo ahora Bella, no te equivoques"

"No te equivoques tú, Eizen" grité ya harta "no recuerdo haber aceptado nada, no estoy contigo, puedo estar con quien me de la gana, cuando..." no terminé de hablar cuando un segundo después mi espalda chocaba contra la pared.

"Ten mucho cuidado con como acabarás esa oración" gruñó por lo bajo en mi rostro "escucha muy bien esto, desde el momento en que te vi esa noche en el club, eres mía" gruñó con fuerza lo último "nadie me quita lo que es mio"

"No soy tu maldito objeto, eres un imbécil, un maldito cavernícola, me pertenezco solo a mi, no a ti, a mi" dije con firmeza mientras la rabia me consumía.

"Y a mi" gritó con fuerza " y a mí, maldita sea, y no me iré hasta escucharlo de tus propios labios"

"Buena suerte con eso" dije molesta, sin embargo algo estaba mal conmigo porque, si, estaba furiosa pero también estaban esas cosquillas por todo mi cuerpo, como si estuviera emocionada, expectante, inquieta... Excitada.

"Gracias" un segundo después sus labios atacaban los mios.

Sus besos no eran tiernos, ni iban destinados a nada bueno, él quería castigarme, me besaba con ferocidad y hambre, pero tampoco me quedé atrás, le devolví el beso y me sujeté con fuerza de sus hombros cuando tomó mis piernas y me levantó logrando que las envolviera alrededor de su cintura, llevó sus manos a mi trasero y me sujetó con fuerza haciéndome quejar sobre sus labios, él sonrió complacido y dejó que mi espalda se recostara sobre la pared, se apartó un segundo y sacó mi blusa sobre mi cabeza, volvió a mis labios y llevé mis manos a su abdomen, lo acaricié y luego levanté su suéter hasta sacarlo fuera de su cuerpo, volvimos a nuestros labios con fuerza mientras me bajaba y un segundo después se deshacía de mis pantalones dejándome en ropa interior, jaló mi cabello hacia atrás alejándome de él y me observó un segundo, primero mi cuerpo, luego mis labios, mis ojos y después sonrió. Soltó él agarre de mi cabello y lo acarició despacio mientras hundía su rostro en mi cuello y lo besaba despacio, con su otra mano acariciaba mi cintura y el resto del cuerpo, llevé mis manos a sus pantalones y los desabroche, él volvió a mis labios cuando los baje y dio un paso atrás para salir de ellos por completo. No supe cuando cerré los ojos pero sentí como acariciaba mis mejillas, pasó a mi barbilla y luego a mis labios, los beso un segundo y subió a mis ojos cerrados, depositó un beso en cada uno y suspire. Dios.
Volvió a besarme con mas intensidad pero no con la misma brusquedad que hubo al inicio, esta vez, ya no era para castigarme, era por placer. Llevó sus manos a mi espalda y desabrochó mi bra con facilidad.

"Parece que tienes experiencia con ellos" dije agitada y él sonrió.

"Nada que valga la pena" respondió y volvió a callarme con sus labios. Me quitó de la pared y caminó hacia atrás llevándome con él, se giró y me dejó caer al sofá, se subió sobre mi y sus besos bajaron por mi cuello a mis pechos, mi espalda se arqueó de forma involuntaria y un suspiro de placer se escapó de mis labios, lo sentí sonreír y luego llevar sus manos hacia la única tela que impedía que siguiera con esa locura. Mis ojos se abrieron y todo vino a mi cabeza sin embargo mi cuerpo no quería reaccionar a sus ordenes, solo quería mas de lo que Eizen Williams pudiera hacer con su boca. Estuve a punto de decir algo cuando un grito de sorpresa se me escapó cuando él separo mis piernas con brusquedad y arrancaba con fuerza mi ultima prenda, se deshizo de sus boxers y volvió a mi, su pecho contra el mio, nuestras respiraciones mezclándose y nuestras miradas... Desafiandose.

"Dilo" exigió y frunci el ceño.

"¿Que?"

"Eres mía, dilo" gruñi e intenté apartarlo de mi.

"Quitate, alejate de mi idiota" golpee su pecho pero se apretó aún más contra mi.

"Solo dilo" gruñó molesto " sólo, necesito escucharlo" su frente estaba llena de su sudor y su rostro estaba lleno de tensión. Podía derribarlo si quería, pero ese, era él problema, no quería que se alejara, podía decirle que nunca sería suya y que solo lo utilizaba, pero estaría mintiendo, porque él tenía razón y yo no. James no era el único que me entendía, ni siquiera lo hizo cuando me traicionó, en cambio Eizen Williams, ese enigma en cuerpo de hombre, tenia tantos o mas demonios que los mios y parecía necesitarme de una manera que nadie jamás me había necesitado. La palabra rendición no era común en mi vocabulario pero esta vez, por esta vez, estaría presente.

"Dilo Bella" suplicó y levanté mi mirada a la suya. Rocé nuestros labios y acaricié su rostro.

"Soy tuya Eizen" murmuré mirando directo a sus ojos y toda la tensión abandonó su rostro. Me besó con fuerza y se hundió en mi cuerpo un segundo después.

Estaba en grandes problemas, no solo le había dicho que era suya, ahora, realmente lo era.

DANGEROUS LOVE - COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora