Esto es para todos nosotros.
Para los que utilizamos las palabras como balas y la inteligencia como gatillo.
Para los que vivimos en las nubes porque el suelo nos queda demasiado bajo.
Para aquellos poetas que nos marchitamos esperando a que alguien nos lea.
Para el niño incomprendido que decide ir a perseguir sus sueños en vez de un balón.
Para todas las mujeres que nos maquillamos siguiendo los versos de Benedetti y no las revistas de corazón, y para el amante frustrado que persigue todas las noches a su musa.
Esto es para nosotros, a la gente a quien ponen tantas etiquetas que pitamos al entrar en una tienda. Quienes nos enamoramos de la mente, y no del cuerpo que lo encarcela. Los que nos guiamos por unos principios que nadie entiende. Los que somos apartados del camino por no seguir la misma ruta que los demás.
Esto es para nosotros,
porque creedme cuando os digo
que nadie estará allí
por nosotros.
Y a quienes tengan miedo de ser: espero que esta historia os dé las alas que ansiáis, el empujón que merecéis, y cojones.
Porque se necesitan muchos para ser arte.
Y más si eres arte que nadie comprende.
Con cariño,
Océano.
