26.

67 11 0
                                    

La profesora se detuvo delante de ella. Ladeó la cabeza, frunció el ceño.

Ella no se giró. No se giró no se giró. Sabía lo que iba a decir. No quería oírlo.

Ainara, has cambiado la técnica.

Sonrió. Amable, dulce, sencilla.

Dio una excusa que ni ella misma escuchó. Una más de tantas. Buscar mi estilo o probar algo nuevo. Tal vez un no he encuentro mi caja por si la situación duraba demasiado.

Ya no podía pintar con acuarelas.
Simplemente no podía.

Firmó en pequeñito, en una esquina: Ann.

Observó el carboncillo descansando en sus manos, sin mirarlo realmente.
Ahora sus dedos estaban manchados de negro.

(También).

efímera.Where stories live. Discover now