Se detuvo en frente de la puerta.
"Fuera de servicio."
Suspiró, pasando el peso de una pierna a otra. Mierda.
Ya había pasado un mes, de todas formas, pensó. Decidió ir al baño de abajo.
Hoy había tenido un buen día. Había llovido y le encantaba el aroma que se despegaba del suelo, el viento húmedo guiando hojas secas. Era otoño y faltaba un mes para Navidad.
Guay.
Entró en el baño de golpe, dando un portazo, sin pensar. Se detuvo de pronto, sus botas chirriando en el suelo acabado de limpiar.
-Vaya- la voz viajó por el baño, limpia y clara-. Cuánto tiempo.
La chica sujetaba el pintalabios con una mano, y con la otra se apoyaba en la pica.
Con un cigarrillo entre los dedos.