Cápitulo 20: Me parece que esa es una razón para estar bien.

35 3 0
                                    

Nos separamos por grupos para registrar un mayor número de coches en el poco tiempo que teníamos. Lisa y yo conseguimos ir juntos, no habíamos tenido un momento a solas desde hacía muchos días. Mike, Lily y Alicia fueron el segundo grupo y Trévor junto a sus hijos varones, el tercero y último.

Lisa y yo, como no, íbamos caminando de la mano hacia el primer coche.

— Apesta.— Se quejó Lisa con cara de asco.

— Lo se.— Respondí abriendo la puerta del copiloto para encontrarme con un caminante sentado en la parte de atrás del coche intentado moverse, pero el cinturón de seguridad se lo impedía.— Hay un caminante.

— ¿Lo matas tu?— Preguntó Lisa sacando su cuchillo del cinturón.— O... ¿Lo mato yo?

— Déjamelo a mí, se que no te gusta acabar con ellos.— Respondí abriendo la puerta trasera y clavándole mi cuchillo en su cabeza y la sangre salpicó toda mi mano.— Despejado. Que comience el saqueo.— Saqué el cuchillo de su cráneo, lo limpié con mi camiseta y lo guardé de nuevo en la funda del cinturón.

— A ti tampoco te gusta acabar con ellos... Puedo verlo en tu cara cuando la haces.— Dijo Lisa abriendo el maletero y registrando todas las maletas que había en su interior.

— Pero prefiero hacerlo yo a que tú pases por ello.— Respondí revisando el interior del coche.

— Gracias... Te quiero.

— Llevaba tiempo deseando tener un momento a solas contigo.— Dije suspirando.— Últimamente siempre hay alguien que lo impide... Mi hermana, por ejemplo. Y creo que tú padre se ha dado cuenta.

— Austin... No digas eso de tu hermana. Tienes razón, pocos momentos hemos compartido a solas desde que empezamos a salir, pero mejor eso a perder más gente...

— No lo decía en ese sentido... Amo a mi hermana, junto a ti, sois las personas que más quiero en este mundo... Pero me gustaría tener poder estar solo contigo aun que fuese por media hora cada día.

— Lo se, pero disfrutemos del momento que ahora podemos.— Dijo Lisa cerrando el maletero y viniendo hacia mí para besarme apasionadamente.— Te amo... Te amo tanto.

— Y yo, mi vida entera.— Susurré continuando el beso.

— Eh, ¡chicos!— Exclamó Mike desde el otro lado de la carretera haciendo que nos separásemos.— Dejad de besuquearos y seguid con vuestro trabajo.

— Si, papá...— Asintió Lisa.

— ¿No ves? Siempre hay alguien que nos lo impide...— Susurré.—¿Había algo útil en el maletero?

— Que va, todo era ropa de señores mayores.— Respondió.— Vamos a por el siguiente coche.

Lisa me cogió de la mano que no estaba manchada de sangre y nos dirigimos al siguiente vehículo, el cual era un autobús de viajes largos.

Me asomé por la ventana y me encontré con muchos caminantes sentados en los asientos sin apenas moverse.

— Pasemos de largo, por lo menos hay una docena de caminantes.— Ordené.

— Vale.— Asintió Lisa.

— Pero me han llamado la atención... Ninguno de ellos se movía como el resto, simplemente estaban sentados, sin hacer mucho.

— ¿Cómo?— Preguntó Lisa mirando por la ventana.— Igual no son caminantes... Tal vez simplemente estén muertos, no han tenido que morir por un mordisco.

— Alguno de ellos movía balanceaba el pie lentamente, eran caminantes.

— Entonces que insinuas, ¿crees que hay varios tipos de caminantes?— Preguntó Lisa volviéndome a mirar. 

Naabot mo na ang dulo ng mga na-publish na parte.

⏰ Huling update: Feb 01, 2017 ⏰

Idagdag ang kuwentong ito sa iyong Library para ma-notify tungkol sa mga bagong parte!

The Earth Is DyingTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon