LOU | Larry Stylinson

Capítulo 33

Y entonces no dejaba de repetirlo.

—No... No... No... —dijo Harry, y Des lo estaba mirando divertido—. No... Louis. No, Lou.

—¿Seguirás con el "no" toda la tarde, hijo? —le preguntó Des.

Y él lo miró sin expresión alguna y contestó rotundamente:

—No. —Y Des se rió negando con la cabeza.

Luego de algunos que otras días; y especialmente aquél día en que Louis le dijo a Harry que tenía un cincuenta por ciento de padecer cáncer; con el castaño no volvieron a tocar el tema. Y Louis quería esquivarlo de todos modos ya que, no quería que el rizado se acordase de eso. No quería volver a verlo llorar. Jamás le gustó que llorase frente a él.

Harry debería volver a estudiar; aunque no iba a retomar las clases en la preparatoria... tal vez sólo estudiaría en casa. Quién sabe. Era decisión de él; y cuando Des le comentó aquello a Louis... luego, éste chico de ojos azules y bonito le dijo:

—Sería bueno que entraras otra vez a la escuela, ¿sabes? Deberías retomar las clases, y tal vez... tal vez te gustará —le dijo—. Lo que no sería bonito es que conocieras a alguien más —musitó por lo bajo pero Harry lo oyó, y volteó a mirarlo.

Al ojiverde se le escapó una sonrisa reprimida mientras miraba el perfil de Louis, y éste notó su mirada.

—¿Qué? —dijo el castaño—. Es la verdad. Existen chicos más bonitos que yo.

Harry se inclinó y le dejó un beso en la comisura de los labios, y le musitó.

—No.

—Sí.

—No.

—Sí.

—No.

—No.

—No —terminó el rizado.

Y los dos estallaron en carcajadas. ¿Qué esperaba Louis? ¿El "Sí"?

Aquello pasó hace dos días, obviamente.

—¡Anne! —gritó Des desde la cocina.

Ella paró de cambiar los canales, y le respondió:

—¿Qué?

—¡¿Hay flan?! 

—¡Busca bien, Des! ¡No estás buscando bien! —le gritó ésta de vuelta.

El rizado rió por la nariz, y negó con la cabeza divertido.

—¿Louis vendrá hoy? —preguntó su mamá a Harry, y éste alzó los hombros—. ¿Sabes? —comenzó a hablar ella y giró para quedar frente a Harry—. Tengo algo que contarte.

Él ladeó la cabeza confundido, pero asintió de todas formas.

—Peggy... —dijo ella, y el ojiverde ya estaba colocando mala cara—. Espera. Escúchame, cariño. Ella me ha venido a convencer de muchas cosas; no sé si se ha enamorado realmente de ti pero de que le gustas en verdad, sí. Y sabes que es doloroso. Aunque... fue grosero que ella haya venido a querer convencer también a tu padre de que tú estés con ella. Entiendo si no quieres, y tampoco voy a presionarte. Sé que está bien que elijas a quién tu quieres; y sé que no eres un bebé pero siempre serás mi bebé. ¿De acuerdo? Sólo no quiere que nadie te lastime, y siempre pensé que Louis era mala influencia.

»También tengo entendido que no soy la mejor madre del mundo pero no pienses que no voy apoyarte. Te apoyaré en todo lo que decidas porque eres el amor de mi vida; eres mi hijo. Eres más que una parte de mí. ¿Está bien? Tu padre ha hablado demasiado conmigo, y él es el mejor padre del mundo. Sé que traté de alejarte de Louis por muchos motivos; y especialmente porque creía que era mejor que estuvieras con una chica que con un chico. Y no te lo voy a negar. Pero me di cuenta que no importa con quién estés mientras seas feliz. Y Louis te hace feliz y lo noto mucho.