1. Conociendo al enemigo (Smith)

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—Así que... ¿Jack Gallagher? —preguntó Mac mientras le daba un juguetón golpe con el codo a Lisa.

Jack, Jack, Jack.

Era una fresca mañana en la que podían respirarse los últimos aires de verano que flotaban en la ciudad de Lansing, Michigan. Los pájaros cantaban en los árboles que rodeaban el patio exterior del receso donde se esperaba que cientos de estudiantes del Instituto Hart intentaran recargar energías para el siguiente periodo de clases.

Pero la realidad era otra.

Jack Gallagher fue la comidilla desde las primeras horas de clases, aunque era normal por las circunstancias, por la manera en la que se había aparecido en el salón de Lisa con un ramo de flores mientras le decía que sería el chico que lograría enamorarla.

«Ugh, que clase de tipo hace un acto tan cursi como ese» pensé cuando Dinah me lo contó durante el cambio de salón.

Y, para mi pesar, la conversación nos había seguido hasta la mesa de nuestro grupo como tema principal de conversación en esos cuarentaicinco minutos de almuerzo.

—No me agrada mucho ese chico —murmuré mientras le daba un sorbo a mi lata de jugo, esperando el azúcar ayudara con mi malestar.

—Smith Dawson no confía en las personas —señaló Taylor con su monótono tono de voz y la mirada en la pantalla de su portátil haciendo sus tareas de presidente de la clase—. Que novedad.

—No confío en las personas que no conozco —repliqué, un poco indignado por su suposición—. ¿Qué sabemos de Jack Gallagher?

Mac, la rubia que había traído el tema de conversación y capitana del equipo de porristas, clavó sus ojos verdes sobre mí.

—Ha estado en el Hart desde primer año, es amigo de Peter y si es así o puede ser un idiota o un caballero —indicó como si fuera algo obvio—. Y bueno, es guapo.

Leo la observó con un gesto burlón y estuvo a nada de echarse a reír, algo muy típico de él.

—Lo mismo dijiste de Peter Matthews y mira cómo están ahora...

Mac frunció el ceño y le dio un golpe en el hombro, a lo que Leo respondió riendo más. Entre más tiempo pasaba, más sospechaba que nuestro sarcástico amigo había desarrollado tendencias masoquistas.

—No es para discutir, es solo un chico —nos recordó Lisa con un gesto algo aprehensivo—. No es como si fuera mi verdadero amor o alguna tontería así, así que bájenle un poco a esa emoción.

Lisa parecía estar aburrida con el asunto y no solo me refería a Jack Gallagher.

El "reto" de Lisa Martell.

Esta tontería había comenzado en primer año, cuando un chico muy molesto e intenso invitó a salir a Lisa no una ni dos, sino en cinco ocasiones al punto que rayaba en el acoso. Tenía trece años en ese entonces y recién era su primer año, por lo que no lo pensó dos veces antes de pedirle ayuda a sus hermanos mayores para deshacerse de él de cualquier forma posible.

Y ellos se tomaron eso de manera muy literal.

Inventaron la absurda historia de que tenía que luchar para poder salir con ella como en los viejos tiempos y agradarles primero a ellos, luego a mí y por último a ella misma creyendo que eso sería lo suficientemente ridículo como para espantarlo.

Pero las cosas tomaron otro rumbo.

No tardaron en aparecer más intentando ganarse el corazón de Lisa y convirtiéndolo en un "reto" entre los estudiantes del instituto Hart.

Jack & SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora