#21 Steven Adler

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Pedido de @1vicious : "me harías el favorsito de hacerme un one shot, pero con Steven Adler, que sea así un poco triste y hot. :v "; ¿nombre? "pues me gustaría que la chica se llamara Amy :) "

Espero que sea lo que querías ❤


  🐾🐾🐾 

Los gemidos inundaban la habitación mientras el sol caía mas y mas en el cielo dando paso a la noche y a la continua pasión de Amy y Steven, los cuales ya se conocían hacían bastante y llevaban un buen tiempo acostándose juntos.

—¡Steven! —jadeo la chica volteando el rostro a un lado acariciando el pecho del hombre que gemía en total deleite.

Él se inclino y dio un veloz beso a sus labios dejando de embestir para hacer movimientos ondeantes con su caderas.

—Me haces sentir tan bien... eres increíble —halago con deseo continuando sus estocadas mientras Amy tiraba un poco de sus cabellos antes de soltarlos y deslizar la mano hasta su cuello.

—Por favor, Steven —suplico un poco mirándolo con sus orbes brillantes a los azules de él, generando que este sonriera y asintiera.

—Lo que quieras, reina —hablo antes de volver a las estocadas, sintiendo con una oleada de placer recorrerlo cuando las paredes de la chica se cerraron alrededor de su miembro—. Ugh, si... —gruño bajando la vista a los senos que se movían con cada golpe de su ser.

—Ah... ¡Ah! —arqueo la espalda la chica cuando él toco un punto que le hizo ver las estrellas y casi soltar el nudo que se armaba en su bajo vientre—. Steven... —casi lloro de placer, aumentando considerablemente el de él con esa voz, ese tono que pedía que la llevara al limite, un limite que solo él la hacía tocar.

Sin dudarlo apretó los dientes y tenso los dedos de su mano golpeando con una fuerza y ritmo propios del gran baterista que era, usando su habilidad para llevar a Amy a lo último de sus fuerzas.

Y lo logro.

Una mano de la femenina se agarro de sus largos cabellos al tiempo que la otra arañaba ligeramente su pecho mientras su ceño se fruncía y su espalda se separaba de la cama. Steven vio esa escena siguiendo con sus movimientos hasta encontrar su propia liberación, la cual encontró no mucho tiempo después soltando un sensual gemido contra el oído de la chica al abrazarla, provocando un temblor en el relajado y receptivo cuerpo.

Steven salio de arriba de ella y se acostó a su lado tirando de la sabana blanca para tapar a ambos dispuesto a descansar junto a su compañera, la cual lo veía con cariño y felicidad al poder compartir una noche junto a él.

Pero entonces el teléfono junto a su cama sonó y Steven atendió.

—¡Oh! Adriana —sonrió el rubio ante la mirada de la chica que apretó ligeramente los labios—. No, no, no estoy haciendo nada, ¿por?

De acuerdo, ahora su persona era "nada" para él.

—¡Si, seguro! —sonrió aún mas—. Estaré ahí en media hora, ¿de acuerdo? —pregunto algo expectante y después asintio contento—. Genial, nos vemos —despidió antes de cortar para volver a ver a Amy—. Lo siento, nena, debo irme.

—¿Quien era?, ¿tu novia? —dijo con voz juguetona pero con una sonrisa falsa.

—Ojala, pero no, es la chica que sera mi próxima pareja —aclaro con convicción poniéndose de pie empezando a vestirse.

Genial, otra flecha directa a su corazón.

—Se nota que te gusta —dijo con voz algo lúgubre, mas acorde a lo que sentía, pero él no lo noto.

—Mucho, en serio, ella es... perfecta —rió un poco con la imagen de la joven en su mente.

—Seguro lo es... —murmuro viéndolo ya vestido acomodando sus cabellos rubios.

—¿Esta todo bien? —se detuvo a verla unos segundos y ella asintio de inmediato restando importancia.

—Solo estoy cansada —explico y él asintio con una sonrisa de costado terminando de arreglar su pelo.

—Bueno, no es para menos —guiño un ojo divertido terminando de arreglarse colocándose el saco—. Nos veremos luego —despidió dándole un beso en la mejilla con la luz irradiando de todos sus poros en el pensamiento de ver a esa tal Adriana.

—Suerte con tu cita —deseo con el pecho cerrándose cada vez mas.

—¡Puedes tomar cualquier cosa que quieras de la casa! —aviso ya en el pasillo, pero el silencio le respondió mientras Amy se sostenía la cabeza en un brazo apoyado en una de sus rodillas flexionadas.

Cuando el portazo de la puerta de entrada le llego, ella inspiro y fue bajando progresivamente la vista hasta cerrar los ojos con las lagrimas llegando como algo incontenible, así que cruzo los brazos sobre sus rodillas y escondió el rostro en ellas dejando que el agua salda manchara con pequeños círculos mas oscuros las sabanas blancas, mientras con voz angustiada decía algo que el rubio nunca escucharía:

—¿Por que no entiendes que yo solo te quiero a ti?

PEDIDOS: ROCK + METALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora