52 ✧ Slash

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PROFESIONALISMO

Milagros es la encargada de la sesión fotográfica para la publicidad de los recitales de Guns N' Roses en Argentina, pero con Slash parece haber logrado algo más que solo trabajo.

• [ difigunner ] •

 —¿Dónde está el foquista?

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 —¿Dónde está el foquista?

Ante la pregunta, el salón entero entró en silencio y Milagros enarcó una ceja.

—Viniendo, pero hay transito —alguien animó a decir.

Suspirando pesado, ella miró el reloj y deseó que Guns N' Roses tuviera el mismo problema, porque la falta de puntualidad no dejaría bien parada a la empresa. El tour de la banda arrancaría en pocos meses y la publicidad con las fotos oficiales de la gira debía ser preparada de antemano, a su persona tocándole realizar las que promocionarían los recitales en Argentina.

—Dice que, como mucho, en veinte minutos llega —avisó otra persona.

Con el corazón acelerado, Milagros, se obligó a estar tranquila, pero entonces el comunicador sonó e indicó que las grandes figuras del día habían llegado.

—Rayos —maldijo por lo bajo.

—No te preocupes, tienen que pasar por maquillaje y vestuario —dijo uno de los productores—. Allí tardaran un buen rato.

—Es verdad —asintió.

Se acercó a la entrada del estudio y esperó a que subieran, al ingresar estrechando manos con el mánager.

—¿Cómo has estado, Milagros? —preguntó con una sonrisa, la cual ella devolvió.

—Bien, ¿usted?

El hombre bufó y realizó un gesto disimulado hacia la banda.

—Al borde del brote psicótico.

Tal sinceridad provocó que la femenina hiciera una expresión muy sorprendida y, seguidamente, riera.

—¿Quién es?

Los dos voltearon el rostro y observaron a Slash, el cual se apartó un poco del grupo para hablarles.

—Ya estaba por presentarlos —dijo el mánager—. Ella es Milagros, una antigua conocida y la encargada de la sesión fotográfica.

—Entonces me conoces, ¿no? —preguntó el guitarrista ofreciendo la palma para saludarla.

—Por supuesto, ¿cómo voy a desconocer a mis clientes?

Los demás chicos se presentaron y miraron alrededor.

—¿Empezamos? Venimos de otra sesión, así que ya estamos maquillados y arreglados —dijo Axl, en su tono escondiéndose las ganas de terminar con las obligaciones del día.

—Temo que no es posible, deben ir a que los retoquen y les den las prendas indicadas para esta promoción —intervino Milagros, de ninguna manera permitiendo que escaparan y descubrieran que faltaba personal.

Izzy pareció fastidiarse, pero no hizo objeción cuando los guiaron con los profesionales.

—¿Noticias? —preguntó a su asistente, la cual miró el celular.

—A unas cuadras, pero la avenida sigue siendo una pesadilla.

Con el estomago hecho un manojo de nervios, se dirigió a la mesa del catering y agarró una botella de agua.

—¿Se puede?

Milagros dejó de beber y miró a Slash, quien se acomodó a su lado para analizar que agarrar de todo lo que había.

—Por favor, sírvete, es para cualquiera que trabaje en esta sesión.

—Pero a mi solo me sacarán fotos —indicó al decidirse por un pequeño sándwich.

—¿Entonces modelar no es trabajo? —enarcó una ceja.

Slash inclinó la cabeza al haberlo atrapado.

—Tienes razón.

—Cada uno cumple un rol, y sin esa pequeña parte nada podría lograrse. Por ejemplo, si Guns N' Roses no estuviera aquí, ¿a quién fotografiamos?

—Podrían retratarte a ti, eres preciosa —soltó sin una pizca de vergüenza, enseguida dando un mordisco mientras usaba la otra mano para sacar los cabellos que molestaban su rostro.

—¿En serio? ¿Diciendo cosas así frente mi ensalada? —preguntó al tiempo que señalaba el contenedor de plástico que mostraba su nombre en letras grandes.

—Mejor una hamburguesa. Juntos —retrucó decidiendo seguir el juego.

—¿Y si soy vegetariana?

—¿Lo eres? Conozco un par de lugares —aseguró con la frente en alto.

—¡Estamos listos!

El aviso de la directora de fotografía hizo que Milagros se alarmara y buscara con la mirada al foquista, el cual ya estaba en su lugar preparado para trabajar.

—Nos llama el deber —señaló mucho más relajada ahora que el equipo estaba completo.

—¿Entonces? —preguntó Slash devolviendo la atención a su persona y la charla.

Conectando miradas, Milagros sonrió y le guiñó un ojo.

—Organizamos después.

PEDIDOS: ROCK + METALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora