En verano es difícil ocultar las inseguridades cuando el calor obliga a usar otro tipo de ropas, aunque en los ojos de Slash, Amalia, no es nada más que perfecta.
• [ usuario desaparecido ] •
Amalia: pelo corto y castaño, baja y rellenita.
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—Hace casi cuarenta grados, ¿por qué te vas a poner pantalón?
Amalia miró el conjunto y rápidamente pensó que contestar.
—Cuando corre viento está fresco, ¿no? —dijo en un tono que trataba de sonar simple y desinteresado.
—¿En pleno verano con tal temperatura a las nueve de la noche? —incrédulo, elevó ambas cejas—. Usa vestido, sino la pasarás mal, te lo aseguro.
—Pero... —intentó discutir, aunque frenó cuando Slash se puso a buscar en su sector del armario.
—Este que te compré, ¿no es bonito? —expuso agarrándolo desde la percha.
—Si, lo es —dijo con menos volumen y más dudas.
—¿Tiene algo? —lo miró confundido.
—No, solo... —se encogió de hombros sin saber como vociferar lo que pasaba sin parecer tonta o ridícula—, dudo que hoy se me vea bien.
—¿Por qué? —frunció el ceño tratando de hallar razón.
—Estoy hinchada.
—Claro que no —dijo de inmediato—. Estás perfecta. Además, ¿a quién le importa?
—A mí, yo seré la que lo vista —se cruzó de brazos.
—Estamos con una sensación térmica de locos e iremos a un festival atestado de gente, ¿crees que alguien se fijará por más de un segundo en nosotros, si es que siquiera lo hacen?
—Hoy no es el día para vestido, fin de la cuestión —dijo antes de darle la espalda y agarrar el pantalón.
—Seguro que te desmayas por sofocación y es lo que menos quiero para una cita que debe ser divertida —discutió, sin dudar lanzando la prenda que sostenía sobre la que ella eligió.
Amalia lo miró con cierta molestia y Slash le sostuvo el gesto en una silenciosa competencia, pero fue el primero en romper la tensión.
—¿Qué es lo que pasa? ¿En serio crees que estás tan hinchada que un pedazo de tela te hará ver mal?
—Si.
—Es imposible, eres preciosa —aseguró acortando la distancia con unos pocos pasos.
