#27 Izzy Stradlin

3.4K 119 25
                                    

Pedido de Tumblr: "Hola!!! Puedes escribir uno con Izzy donde "Ana" y el estan viendo peliculas de terror y a Izzy se le ocurre asustarla haciendole una broma y la asusta tanto que la hace llorar y se siente mal y la abraza toda la noche haciendola sentir major c:"

Lo único que puedo pensar del trailer es que la rubia no sabe actuar


  🚬🚬🚬 

Halloween estaba cada vez mas cerca y eso hizo que el espíritu se pegara cada vez mas en las personas, lo cual le sucedió a Izzy que tuvo que insistir un par de días a Ana para que aceptara ver una película con él a pesar de que ella sabía que tendría algo de miedo por los próximos días, sin mencionar las noches, pero decidió cumplir el capricho al chico.

—¿Cual veremos? —pregunto ella cubriéndose con una manta mientras él apagaba la luz del lugar para ir a la televisión a preparar todo.

Trampa para turistas —indico.

—¿Da mucho miedo? —lo miro ligeramente ansiosa.

—No sé, ahora lo descubriremos —rió apenas para acercarse al sillón y ubicarse en él con las primeras imágenes apareciendo.

Bien, todo iba bien al principio, un grupo de chicos viajando y demás que se pasaban un cartel que decía que no podían ir por ahí. Si, nada fuera de lo normal, solo una típica película hasta que...

—¡Sabes que odio los muñecos y todas esas cosas! —gruño cerrando los ojos golpeando a Izzy con una mano mientras este reía.

—Sabía que te gustaría —se burlo viendo pantalla.

—¡Idiota! —exclamo entreabriendo sus ojos para seguir viendo, pero de repente un muñeco raro con una risa escalofriante apareció y ella tapo su rostro con ambas manos—. Te odio —lloriqueo con la voz negando con la cabeza.

Ana siguio de esa manera, viendo pero cerrando los ojos de vez en cuando mientras Izzy parecía disfrutar mas su sufrimiento que la película misma, pero todo eso quedo atrás cuando ambos giraron el rostro a un lado cuando algo parecio caer en otra parte de la casa.

—¿Que fue eso? —pregunto la chica mas preocupada de lo que debería gracias a los nervios y el miedo que tenía por la película.

—Iré a ver, quédate —indico él sacándose la manta mientras se ponía de pie.

—¡No quiero quedarme sola! —frunció el ceño viéndolo indignada.

—¡Shh! —la reto él moviendo un brazo mientras le prendía la luz del salón para que ella estuviera mejor—. No hagas ruido —ordeno antes de abandonar el salón.

—Agh, Izzy, te detesto —gruño con voz fastidiada saltando apenas en el sillón por el enojo viendo alrededor antes de soltar el aire desganada y luego suspirar quedándose en el lugar.

Espero unos segundos mirando fijo la manta mientras jugaba con ella ignorando la película que seguía pasando, pero una nueva risa de uno de los muñecos de cera hizo que saltara en el lugar, aunque el repentino corte de luz fue lo que hizo que gritara. La angustia del susto se implanto en su persona y pudo sentir el amague de las lagrimas aparecer, pero trago tratando de controlar todo lo que le sucedía y tiro las manta a un lado tanteando con las manos los muebles para no chocarse con nada hasta que llego a la ventana y abrió las cortinas dejando que la luz de la calle le diera la visión que necesitaba.

Bien, seguía sola.

Tomando la valentía que ya casi no le quedaba, Ana avanzo y se fue por la misma puerta que Izzy caminando despacio por el pasillo con una mano en la pared, avanzando en total silencio esperando oír algo, pero todo estaba mas que muerto.

—Izzy —llamo con el ceño fruncido de una forma algo lastimera—. E-esto no es gracioso —aviso saliendo al comedor que por suerte tenía las ventanas al descubierto.

De repente, sin que nada lo tocara, un jarrón de un mueble cayo haciendo que Ana saltara jadeara de forma audible acercándose a la mesa sintiendo que estando cerca de la puerta no estaba segura. No entendía que pasaba, no sabía donde estaba Izzy, o por qué la luz se había cortado y los vecinos si tenían, o como rayos ese jarrón había caído sin que nada lo tocara.

Sin bromear, Ana estaba lista para desmayarse del susto.

Con unas lagrimas rebeldes en sus ojos y mordiéndose el labio inferior, ella inspiro y empezó a andar dudosa hacia la otro entrada para ir a la otra parte de la casa, pero se tuvo que parar en seco cuando la puerta de por donde había llegado se cerraba de repente poniéndola en alerta máximo.

—¡Ah! —grito totalmente asustada cuando la agarraron de repente del brazo y la volteaban con cierta brusquedad para encontrarse con la figura de un hombre con una mascara que daba aspecto de muñeco de cera, exactamente igual al de la pelicular—. ¡¡No!! —grito empujándolo con su mano libre empezando a llorar sin control.

—¡Tu cara! —rió de repente el atacante, desconcertando a Ana por el parecido de voz que tenía con su amigo, pero cuando se quito la mascara y vio su rostro, Ana empezó a llorar desconsoladamente dándole la espalda y alejándose de él.

—¡¡Te odio!!, ¡eres un imbécil!, ¿¡como pudiste hacerme esto!? —grito totalmente furiosa temblando mientras abría la puerta notando que había un hilo en el picaporte—. ¡No quiero verte mas! —gruño avanzando por el oscuro pasillo sintiendo su cuerpo débil.

—¡Ana! —llamo Izzy con cierto susto por su reacción.

La nombrada no respondió y solo peleo con su temblor, ya que este no le dejaba poner las llaves en la cerradura para irse.

—Ey, ey —él la detuvo notando como su cuerpo se sacudía y continuaba llorando—. Lo siento, lo siento, perdón —se disculpo de inmediato con la culpa arremetiendo cualquier otro sentimiento.

—¡Sabias que no me gustaban las películas de terror y que hacia esto por ti!, ¿¡como se te ocurre!? —lo empujo enojada y dolida viéndolo a los ojos mientras las llaves caían al suelo.

—Lo sé, lo sé, fui en imbécil —negó apenas con la cabeza algo desesperado.

Se había equivocado en grande.

—¡Eres un imbécil! —gruño indicando que no hablara de eso en pasado viéndolo a los ojos antes de tapar su rostro con ambas manos sintiendo como si un balde de agua fría le hubiera caído encima.

Sin dudarlo el chico la abrazo y la protegió con su cuerpo sabiendo el mal rato que le había hecho pasar, sin considerar que realmente ella no era el tipo de persona al que hacerle esas bromas.

—Lo siento, Ana, en serio —beso su cabeza frotando su espalda—. Te puedes quedar en casa las noches que necesites —aseguro besando de vuelta su cabeza sintiendo que ella asentía contra su pecho.

—Gracias —dijo con voz ahogada abrazandolo de vuelta.

—Vamos al sillón —indico él y la chica lo siguio.

Ambos se acostaron y se taparon, Izzy nunca dejando de abrazar a la chica que ya había parado de soltar agua como una cascada, pero que seguía asustada y temblando levemente.

—Te detesto —soltó en medio del silencio manteniendo una mano cerrada cerca de su boca.

—Yo también lo hago —comento él acariciando su espalda, a lo que la chica suspiro cerrando sus ojos, oyendo el latir del corazón de Izzy.

—Te quiero, tonto —se acurruco un poco contra su cuerpo, a lo que él sonrió aún con a culpa a flor de piel.

—Yo a ti, Ana.

Y una vez mas beso su cabeza cerrando los ojos dispuesto a consolarla y acompañarla el tiempo que fuera necesario.

PEDIDOS: ROCK + METALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora