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POV Omnisciente

Estuvieron así varios minutos, disfrutando los labios del otro como no lo habían hecho en muchos meses. Ninguno de los dos se quería separar en realidad pero el enojón lo hizo finalmente.

Se miraron directamente a los ojos por varios segundos y el moreno le dio otro pequeño beso en los labios, haciendo que los dos sonrieran.

El enojón acarició el rostro de Nicolás con cuidado, como si se tratara de algo que se puede romper en un movimiento brusco.

-Nico te amo, de verdad que lo hago,  pero botar mi droga para hacerme un "bien" no es para nada bueno para mí ni para nadie.-Dijo Jaime todavía observándolo, notando la cara de confusión de Nicolás.-Qué tan aweonao crees que soy? Esconder mi droga en un paquete de cigarros? De verdad?

-Jaime no entiendo de que hablas.-Dijo Nicolás apartando la mano de Jaime de su cara y alejándose un poco del auto.

-Nico, eso no era droga, solo era orégano envuelto en papel.-Dijo el enojón con una risa cínica para luego continuar hablando.-Yo ni siquiera fumo y lo voy a andar escondiendo en un lugar súper obvio.

-Lo escondiste en otra parte.-Murmuró el moreno viendo como Jaime se acercaba a él peligrosamente.

-No me digas, Sherlock.-Dijo el drogadicto viendo como Nicolás se alejaba aún más, así que en un movimiento rápido lo agarró del brazo y estampó contra el auto haciendo que se quejara del dolor.-Creo que vamos a tener que dejar las cosas claras Nicolás. Tú no intentas botar mi droga y yo no te lastimo a ti, entiendes?

-J-Jaime me haces daño.-Dijo el pequeño moreno con sus ojos rojos y con lágrimas saliendo de estos.

-Oh, no llores cariño, se puede colocar peor.-Dijo su ex alumno con una ligera sonrisa maliciosa.-Entiendes o no?

Nicolás no respondió haciendo que el enojo de Jaime incrementará.

-Entiendes o no, Nicolás?!.-Preguntó el futuro profesor de Matemática casi en un grito, asustando más al recién nombrado. Al no volver a contestar, Jaime levantó su puño para golpearlo cuando de repente sintió a alguien moverlo ligeramente y acariciarlo.

Finalmente despertó con lágrimas en su rostro. De inmediato vio a un Jaime preocupado por él, quien lo miraba atentamente. El moreno al notar que todo era una pesadilla, abrazó fuertemente a Jaime haciendo que este le devolviera el gesto.

-Todo esta bien amor, ya pasó.-Dijo Jaime en un murmuro, calmando a su moreno.

Estuvieron así por varios minutos hasta que el moreno se separó con aún unas pocas lágrimas, las cuales Jaime limpió con delicadeza.

-D-Donde estamos?.-Preguntó Nicolás notando que también era de noche.

-Bueno, no sabría decirte el lugar exacto pero paré aquí para estirar un poco las piernas y tal vez dormir.-Respondió el enojón acariciando ligeramente la cara de este.-Con qué soñabas Nico?

-N-No era nada.-Contestó el anteriormente nombrado, no queriendo hablar de eso.

Jaime asintió y lo observó con detenimiento.

-Hay algo que me quieres decir.-Dijo el drogadicto bastante seguro.

Nicolás lo miró a los ojos y asintió casi con temor.

-Yo encontré tu droga en el paquete de cigarrillos y la boté.-Dijo el moreno para segundos después cerrar los ojos con miedo, esperando algún tipo de dolor que Jaime le fuera a proporcionar, pero es claro que nada de eso pasó.

-No importa.-Dijo el futuro profesor de Matemáticas después de varios segundos en silencio.

-Lo siento mucho Jaime...

-Nico, dije que no importa.-Dijo el recién nombrado interrumpiendolo.-Mírame amor.

Nicolás abrió los ojos y esperó ver a su ex alumno completamente furioso pero en vez de eso vio a su ex estudiante mirándolo comprensivamente.

-No te haré daño Nico, te lo prometo.-Dijo Jaime hablando muy en serio y con una pausa.-Eso sí, tendré que encontrar otro vicio pero ahí ya me las arreglaré, si?

Nicolás asintió y segundos después sintió como Jaime le acariciaba la mano con delicadeza.

-Quieres seguir durmiendo?.-Preguntó el enojón todavía mirándolo con atención.

-No quiero dormir solo.-Contestó el pequeño moreno con un ligero sonrojo en sus mejillas.

-Yo dormiré contigo en la parte de atrás, si? No es ningún problema.-Dijo el drogadicto con una pausa.-De todas formas tenía un poco de sueño.

-Gracias.-Dijo el profesor Gaulle casi en un murmuro, viendo como Jaime le ofrecía su mano para ayudarlo a salir del auto.

Jaime abrió la puerta de atrás y se acomodó él primero, sabiendo la posición exacta en que los dos iban a estar cómodos para dormir. Se acomodó en todo el asiento de atrás, ocupando la mayoría de este. El moreno vio como Jaime le hacía señas para que se colocara encima suyo, así que con una vergüenza extrema Nicolás lo hizo y quedó frente a frente con el enojón. Este último cerró la puerta del auto con el pie y se quedaron en silencio por bastante tiempo, mirándose.

Luego de un minuto, Jaime sintió como Nicolás se relajaba y lo abrazaba.

-Buenas noches Jaime.-Murmuró Nicolás con una ligera sonrisa, sintiendo el calor corporal de su enojón.

-Descansa bien amor.-Dijo Jaime en un susurro, también abrazándolo para luego dormir junto a él.

A Nicolás no le importaba que el beso haya sido solo un sueño, lo único que le importaba a él era saber que Jaime realmente no había cambiado por la droga como en su pesadilla.

Jaime por alguna razón, sabía que la pesadilla de Nicolás tenía que ver con él, ya que el moreno antes de dormirse no le tenía miedo y luego de despertar estaba muy temeroso con él, como si lo fuera a golpear en cualquier segundo como a Edgar. Y en verdad él nunca le podría hacer eso a Nicolás, simplemente no podía, prefería herirse a si mismo que herir a su moreno.

Nicolás no tuvo más pesadillas después de eso, cosa que agradecía bastante. De hecho, ni siquiera había soñado con algo, solo sentía los brazos de Jaime al rededor de él y se sentía bastante seguro y protegido por estos.

Los dos en realidad durmieron bastante bien, aunque hayan dormido en la parte de atrás del auto de Jaime.

Por primera vez en muchos meses, sintieron como ya no les faltaba nada si estaban juntos.

I Want YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora