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POV Omnisciente

Jaime fue el primero que despertó entre los dos haciendo que tuviera el placer de ver a Nicolás apoyado en su pecho, todavía abrazándolo y con esa ligera sonrisa en sus labios. El enojón en verdad nunca olvidaría aquella imagen, de verdad que hasta durmiendo lo encontraba perfecto.

-Y tú me decías que daba miedo que te mirara mientras dormías.-Dijo Nicolás con la voz ronca, abriendo los ojos para mirar directamente a Jaime.

-Yo dije que a otros les daría miedo, a mí nunca me darías miedo.-Dijo Jaime con una ligera sonrisa, acariciando la espalda de Nicolás haciendo que se relajara.-Cómo dormiste Nico?

-Bastante bien en realidad, no tuve más pesadillas.-Dijo el moreno con una sonrisa, levantando un poco su cabeza para ver como ya había amanecido para luego volver a colocar su cabeza en el pecho de este.-Y tú Jaime?

-Muy bien.-.Respondió el enojón todavía con aquella sonrisa, sintiéndose algo feliz.-Amor, tengo que levantarme, recuerda que tenemos que ir al camping.

-No me quiero levantar de encima tuyo.-Dijo el pequeño moreno con un ligero puchero, mirándolo directamente.

-Estás seguro de eso?.-Preguntó el drogadicto con una sonrisa maliciosa.

Nicolás asintió con la cabeza y segundos después sintió como Jaime le hacía cosquillas, haciendo que se empezara reír bastante y que su respiración se volviera a descontrolar.

-P-Para Jaime!.-Dijo el profesor Gaulle con esfuerzo mientras se seguía riendo por lo que el enojón le estaba haciendo.

-Te vas a levantar?.-Preguntó el futuro profesor de Matemáticas todavía con aquella sonrisa "malévola".

Nicolás no respondió, haciendo que Jaime aumentara las cosquillas para este.

-S-Sí! Me voy a l-levantar.-Dijo el profesor moreno apenas, sintiendo como segundos después Jaime dejaba de hacerle cosquillas haciendo que su respiración intentara ser la normal.

Jaime y Nicolás se quedaron mirando por varios segundos. Ahora estaban mucho más cerca que antes en realidad, haciendo que sintieran las respiración un poco entrecortadas de los dos.

El moreno después de varios minutos, hizo un esfuerzo en levantarse y abrir la puerta del auto para que Jaime bajara después.

-Tienes hambre?.-Preguntó el ex alumno de Nicolas abriéndole la puerta del copiloto a este para que entrara.

-Un poco no más, podemos parar en una gasolinera.-Respondió el profesor de Lenguaje para que este no se preocupara.

El enojón lo miró unos segundos para luego cerrar la puerta no muy fuerte para no asustar a su moreno. Abrió el maletero para luego sacar lo que Nicolás podía reconocer como unos sándwiches. Luego de eso, entró a su asiento y le pasó los sándwiches que en total eran cuatro.

-Y estos?.-Preguntó Nicolás algo curioso, mirándolo mientras este encendía el auto para conducir.

-Los preparé ayer para nosotros.-Contestó Jaime mirándolo unos segundos para luego retarlo.-Colócate el cinturón.

-Pero si tú no vas a chocar.-Dijo el moreno bastante seguro de eso, viendo como Jaime lo miraba solo unos pocos segundos para luego desviar la mirada.-Espera, has chocado antes?

-Solo colócate el cinturón Nico.-Dijo el enojón no respondiéndole nada en realidad pero aún asumió que era así.

-No quieres hablar de eso?.-Preguntó el pequeño moreno, sacando el sándwich del papel que estaba envuelto.

-En realidad no.-Respondió el drogadicto colocándose algo serio.-Nico, de verdad colócate el cinturón. No me obligues a parar el auto y colocártelo yo.

Nicolás lo miró unos segundos y hizo lo que este quería e insistía.

-No vas a comer?.-Preguntó el profesor Gaulle mirándolo para luego darle un mordisco a su sándwich.

-Prefiero conducir con las dos manos en realidad.-Contestó el futuro profesor de Matemática. Nicolás bien sabía que eso no era verdad, muchas veces lo había visto conducir solo con una mano. O al menos así era antes de que él se hubiera ido de aquél colegio.

Nicolás pensó en algo y se le ocurrió una idea. Sacó el envoltorio de otro sándwich y se lo acercó a Jaime para que este comiera mientras conduce. Jaime lo miró unos segundos, se rió para luego comer un bocado del sándwich.

-Espera, si los hiciste ayer, ya sabías que te ibas a ir conmigo?.-Preguntó el profesor moreno con aquella duda en su mente, viendo como Jaime lo miraba y subía los hombros queriendo decir que como estaba comiendo no podía hablar.-Claro, ahora no puedes hablar.

El enojón terminó de comerse ese bocado para luego sentir como Nicolás lo limpiaba.

-Bien, ahora dime.-Dijo Nicolás con una ceja enarcada notando como el enojón iba a dar otra mascada al sándwich pero lo alejó de él, haciendo que su ex alumno frunciera el ceño mientras lo miraba unos segundos, todavía sin decir nada.-Me voy a sacar el cinturón.

-Sí, sí lo sabía.-Dijo Jaime de repente, no queriendo mirarlo.

-Entonces por qué no dijiste que te ibas conmigo o que yo me iba contigo?.-Preguntó el moreno, no entiendo mucho la lógica de Jaime a veces.

-Porque no sabía si era eso lo que tú querías. Tal vez nos íbamos juntos pero tú pudiste insistir en no irte conmigo.-Respondió el enojón con una pausa.-Solo tenía una leve sospecha de que nos querían dejar juntos y por eso preparé los sándwiches.

Nicolás lo miró unos segundos para luego volver a acercarle el sándwich para que este comiera.

-Jaime yo me preocupo por ti, a pesar de los errores que cometí, lo sigo haciendo. Eso no ha cambiado y nunca cambiara.-Dijo el pequeño moreno siendo muy sincero.-Además Jaime yo s-sigo enam...

Un celular sonó, interrumpiendo a Nicolás en medio de su declaración que pudo cambiar todo, otra vez.

-Es el tuyo.-Dijo el profesor Gaulle, escuchando como sonaba.

-Eh Nico, me puedes hacer un favor?.-Preguntó el drogadicto. Hasta se le notaba un poco nervioso por lo que le iba a pedir.

-Sí, dime no más.-Respondió el profesor moreno, mirando a su enojón.

-Mi celular esta en mi bolsillo izquierdo, tú crees que puedas sacarlo de ahí?.-Preguntó el ex alumno de Nicolás, intentando que no se notara lo nervioso que estaba.

-C-Claro.-Contestó el profesor de Lenguaje, cambiando el sándwich de mano para luego acercar un poco más esta al bolsillo de Jaime. En realidad apenas pudo sacarlo, agradeciendo que con su mala suerte el cinturón no se haya roto y este cayera en... Ya saben.

El que los había interrumpido era Edgar, quien los estaba llamando para saber si estaban bien.

-Quién le contesta?.-Preguntó Nicolás, no queriendo contestar él, ya que le haría un millón de preguntas de porqué tenía el celular del enojón.

-Yo estoy conduciendo.-Dijo Jaime como si no tuviera la culpa.

Nicolás apretó el "botón" para contestar y se lo colocó en la oreja a Jaime, haciendo que este lo mirara con una sonrisa en sus labios.

Eran esas pequeñas cosas las que amaba de Nicolás.

I Want YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora