Familia Álvarez Smith

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Ámbar se enamoró totalmente de Simón, él no podía aceptar que Luna no lo viera de la forma en la que él la veía y entonces decidió olvidarse de ella e ir por otro camino pero jamás imaginó que el amor de su vida sería nada más y nada menos que una de sus "enemigas".

Cuando aceptaron sus sentimientos se pusieron de novios hasta que se casaron, en el medio siempre tenían incovenientes pero trataban de arreglar todo lo que podían.

Ellos ahora vivían en Cancún en la Mansión que Luna les obsequió, eran muy feliz en México. Se habían encariñado con la abuela de Simón quien tenía una locura maternal con Ámbar, adoraba como era esa chica y siempre la cuidaba como si fuera de su familia.

Luego de un largo tiempo tuvieron a sus hijos, los cuales eran tres.

Luego de un largo tiempo tuvieron a sus hijos, los cuales eran tres

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Joaquín y Guadalupe de 6 años
Y Lucca de 9 años.

Aunque las peleas no faltaban se llevaban bien y eran unidos. Lucca era el más paciente de todos, cuidar a dos niños de seis años no era nada fácil.

Joaquín era un nombre que el pequeño Lucca había elegido. Cuando el mayor de todos iba a nacer Ámbar obligó a Simón a dejarla que ella pusiera el nombre, prometiendole que tendrían otro bebé y ahí sería el turno de Simón. Lo que no sabían era que luego no vendría un solo bebé, sino que dos hermosos niños. Ayudaron a Lucca a elegir un nombre lindo para su hermano varón y a Simón le tocaba el de la niña, pero Ámbar siempre tenía excusas para no dejar que él elija.

Simón estaba cansado de discutir nombres y decidió que la pequeña se llamaría Guadalupe, aunque a Ámbar le molestara ya que si fuese por ella la pequeña tendría un nombre inglés, británico que en Latinoamérica ni siquiera existe. Le puso ese nombre porque él era muy creyente de la virgen gracias a su abuelita, y en honor a eso, decidió llamar así a su bebé.

El nombre iba a ser "María Guadalupe" pero como Ámbar no iba a permitir que su pequeña tenga un nombre tan peculiar y común, cambió el "María" por "Mia Guadalupe". Simón se confirmó pero dijo que le diría Guadalupe sin importar nada, Ámbar aceptó y cuando nació era inevitable no decir "Guagua" o "Guadi", se terminó encariñando con el nombre que su esposo había elegido.

Sin Principio Ni Final (Soy Luna)--Editando--Donde viven las historias. Descúbrelo ahora