Capítulo 24: Recorridos

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En el auto de Jazmín:

Narra Ámbar:

El silencio me incomodaba, todos iban callados, los mellizos algo dormidos, Gero durmiendo en brazos de mi amiga, parecía un angelito. Arcade manejaba tranquilo por las grandes calles vacías de Buenos Aires, de vez en cuando lograbamos sacar tema... En parte todos íbamos cansados entonces ya habíamos hablado tanto que ahora no teníamos ni un tema para debatir.

— ¿Es aquí no? — consultó mientras miraba por la ventanilla.

— Si, muchas gracias a los dos por traernos de verdad — sonríe Simón.

— De nada — sonríe Arcade — Un placer, mucha suerte y ya saben cualquier cosa manden mensaje o hablen y acá estamos —

— ¡Gracias! — sonreí mientras bajaba a los mellizos — Bye amiga, nos estaremos viendo — saludo a Jazmín.

— ¡Si obvio! — me sonríe — Te hablaré así hablamos nuestra cosa de chicas — me sonríe y la abrazo y me bajo del auto.

Luego de eso ví como el auto se alejaban y saludaban desde lejos, correspondí al auto y luego pasé directo a abrir la puerta del hotel en el que nos estábamos alojando. Saludé al recepcionista y Simón alzó a Guada que estaba medio dormida en medio de sus brazos, yo agarre de la mano a mis dos otros pequeños.

— Tengo sueño — se refregó los ojos Joaquín.

— Tranquilo cielo, ya estamos a dos pasos de la habitación — le dije.

Llegamos y Simón recostó con cuidado a Guada en su cama, no era tan tarde pero estaban cansados. Le sacó los zapatos, y con cuidado le quitó el vestido y le puso el pijama como pudo, me daba ternura que fuera siempre tan cuidadoso con los niños. Hice lo mismo con Joaquín ayudándolo, y a los dos minutos quedó rendido en la cama.

— ¿Lucas vos no tenes sueño? — consulté mientras acomodaba los bolsos y las camas.

— Si, enseguida voy a dormir, quería comer algo antes — me mira mirándome.

— Mi chancho — ríe Simón revolviendole el pelo y besando su cabeza — Vamos a comprar algo si querés — lo mira.

— Vayan y traigan algo a la chica más linda de aquí — los miro haciendo ojitos.

— Está bien — sonríe Lucas — ¿Sandwichs? ¿Empanadas? — pregunta.

— Lo que quieran tesoro — le sonrio.

— Bueno enseguida te veo amor — me da un pico Simón y agarra una chaqueta y se la pone mientras lleva a Lucas de la mano.

Me quedé mirando televisión, con el pijama ya puesto, esperando a que lleguen.

"Fue un gran día, gracias por estar" leí el mensaje de Luna y una selfie de todos que mandó al grupo, esto me hacía bien, ellos me hacían bien. Sonreí y dejé el celular cargando, claro que antes respondí con corazones y eso.

Luego de unos minutos mis hombrecitos llegamos, comimos unas empanadas y luego de charlar un rato entre los tres, Lucas decidió irse a dormir, nos despidió con un beso y se recostó en su cama. Simón y yo seguíamos charlando hasta que en un momento me acarició el pelo, y ese fue el acto suficiente como para dormirme en sus brazos.

Narra Luna:

Ya estábamos todos en el auto, cinturones puestos y arrancando, tardé un poco en cerrar el Roller ya que me quedé con Matteo y los peques acomodando un poco y dejándolo en orden, además al querer cerrar se me trabó la llave, y tuve que hacer todo tipo de maniobras para cerrar.

Sin Principio Ni Final (Soy Luna)--Editando--Onde histórias criam vida. Descubra agora