Capítulo 1: Planeando el reencuentro

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Mientras tanto...

Narra Luna

"Mamaaaaá" se escuchó gritar desde la cocina, salí corriendo pensando que era algo grave y era solo Sol que quería sacar unas galletas y casi se le caen.

— Amor, ten más cuidado la próxima vez, sabes que no alcanzas y te podrías haber lastimado -— dije regañandola y señalando los estantes.

— Si mamá, perdón, ahora ¿Me das galletas por favor? — se lamentó y me puso esa carita de perrito triste.

No me resistí a su tierna mueca que y saqué el paquete de galletas de donde estaba.

— Tomá Sol, compartí con Tomas — le ordené dándole dichas golosinas.

Ella se fue a su cuarto, a buscar a Tomás para compartirle las galletas.

De repente me suena el celular, me parecía raro, ya que no recibo muchas llamadas y menos estos días que estábamos entrando en vacaciones.

Supuse que era Nina pero en realidad era Jim, así que decidí atenderla, hacia mucho que no hablaba con ella.

— ¡Holaa Jim! ¿Cómo estás? Hace tiempo que no hablo contigo — expresé saludandola a través del teléfono.

— ¡Luna! Estoy bien sólo que extrañandote, llamaba para comentarte que para la semana que viene, que ya serían vacaciones, vamos a ir con Lourdes y Nico a Argentina. Ya se lo comenté a Delfi y a Yam, dijeron que te iban a a avisar a tí y a las demás chicas pero como no hablaba contigo hace tiempo te llamé — me comentó.

Yo solo me limité a sonreír, mi mente festejaba en silencio, quería ver a todos, no sabía nada de ellos desde hace ya un tiempo.

— Oye Jim ¡Que buena noticia! Algo así me comentó Ámbar… Se enteró que Jazmín también vendrá porque quiere conocer a los niños y además quiere que veamos al pequeño Gero — hice una pausa —  También me dijo que Simón quieren venir con los chicos porque nos extrañan — le conté.

— ¡Que bueno! Vamos a poder vernos entre todos, deberíamos organizarnos para juntarnos —

— ¡Si! Escucha, tú... — estaba a punto de terminar cuando la pequeña hija de Jim interrumpió, gritando el nombre de Nico o Jim, eso no logré distinguir.

— Luna te tengo que dejar porque Lourdes me está llamando y Nico no está, se fue a la casa de unos amigos de por aquí para ir despidiéndose, nos comunicamos por Whatsapp luego ¿Vale? — preguntó.

— ¡Vale! Adiós Jim — me despedí y colgué.

Me senté en la mesa del comedor y estuve revisando un poco los chats, hasta que sentí un ruido proveniente de la puerta.

— ¡PAPAAÁ! — escuche el clarito grito de mi hija más chica.

¡Claro! Era Matteo que había llegado de comprar el almuerzo hoy día y seguro Sol fue a saludarlo.

Caminé hasta la puerta y abracé a Matteo muy fuerte como si fuese una niña pequeña. Él me besó la cabeza y sonrió. Caminamos los cuatro hasta la mesa y empezamos a servir todo, para luego, al fin, sentarnos a almorzar.

— Luna — me llamó Matteo, interrumpiendo mis pensamientos — Me llamó Simón hoy al teléfono —

— A mí me habló Jim — comenté con cierto entusiasmo — Van a venir con Nico y Lourdes a Buenos Aires la semana que viene porque comienzan las vacaciones —

— ¡Que bueno! Porque el guitarrista y Ámbar vendrán el lunes con los nenes, me dijo que es porque Ámbar quiere conocer a Emma, la bebé de Delfina y además porque los nenes extrañan mucho Argentina — hizo una pausa, suspiró, masticó un trozo de su comida y siguió — Me comentó que Jazmín este año vendría por primera vez, después de que se casó y tuvo a Gero, quiere que lo conozcamos y quiere conocer a todos los niños — me tiró de una la noticia.

La verdad estaba sorprendida, a Jaz no la veo desde más o menos los veinte años, debe estar hermosa. Todos nosotros la extrañamos mucho, nunca olvidamos su manera de hacernos reír siempre, incluso en momentos inoportunos.

— Voy a hablar con los chicos para que organicemos una juntada, solo faltaría hablar con Yam para ver si viene en la misma fecha — confesé, se me había ocurrido la gran idea de una juntada entre todos.

— Perfecto, así todos lograremos reencontrarnos — me dijo Matteo con una sonrisa en su rostro.

Los chicos nos miraban sin entendernos y decidieron hablar entre ellos, seguro hablarían de los dibujitos animados nuevos que salieron o algo de nenes, cosas de hermanos.

Todos proseguimos a seguir comiendo, al terminar Sol y su padre se levantaron de la mesa.

Yo me fuí a acomodar, limpiar y ordenar todo con la ayuda de Tomás, él siempre me ayuda en esas cosas. Tomi me pasaba todo lo de la mesa y yo lo lavaba y secaba, luego los guardaba. Él se limitaba a sacudir el mantel y tirar los restos o papeles a la basura.

Al acabar con todo, agarré la mano de mi hijo y me dirigí directo a la sala de estar, ahora veríamos una película juntos antes de que yo empiece a hacer algunos trabajos pendientes.

Sin Principio Ni Final (Soy Luna)--Editando--Where stories live. Discover now