Sin Principio Ni Final (Soy Luna)--Editando--

capitulo 15: Llegadas y Bienvenidas

Narra Nico:

Nuestro avión estaba a punto de salir, en diez minutos estaríamos despegando con destino a Argentina, mi país.

Estaba muy feliz de al fin poder regresar y poder construir mi vida allí, de poder ver a mi familia, mis amigos, mi gente. Además estaba contento por los chicos, por nuestros hijos, podré conocer a la segunda hija de mi mejor amigo, Male podrá ver a Luli y podrán reencontrarse después de tanto tiempo, Jim y Yam volverán a estar juntas, mi familia podrá ver a Lourdes luego de dos años completos y la Roller Band volvería de una vez por todas... Todo saldría perfecto.

Antes de hacerle la propuesta a Jim sobre mudarnos, pensé que ella se negaría, que solo querría que vayamos de vacaciones y luego volvamos aquí, ya que ella antes cuando éramos chicos pasó mucho tiempo sin su familia y ahora había recuperado esos años perdidos. Aparte siempre su familia nos ayudaron, vivíamos en Valencia y cuando ella debía trabajar su madre cuidaba a Luli, era la única nieta que había por esa parte de la familia, además de Javier, el hijo del hermano de Jim.

En parte me sorprendió mucho su respuesta, pero se la veía feliz y contenta de que íbamos a vivir en mi país. También seguro aceptó por el tema del colegio, del Blake, era un gran oportunidad para cada niño. De todos modos seguiremos viajando a España pero como si fueran vacaciones.

— ¡Papi! ¡Papi! — una voz interrumpió mis pensamientos y tironeo de mi camisa - ¿Ya nos vamos? - dijo mi pequeña hija y yo solo ví como Jim reía a su lado — ¡Papá! ¡Te estoy hablando! — jalaron nuevamente mi ropa y me hizo a acordar a Jimena pero chiquita.

— Respóndele Nico — habló mi pelirroja favorita con una sonrisa y riendo por como Luli seguía insistiendo.

— Si nena, enseguida — sonreí y besé su cabeza, la tomé en brazos y la tuve mimandola por un rato.

El sonido del micrófono nos interrumpió, avisando que nuestro vuelo estaba por salir. Agarramos todas las maletas y Jim se encargó de llevar la mayoría mientras yo tenía alzada a Lourdes. Jim tenía el asiento del lado del pasillo, yo el de la ventana y en el medio iba Luli.

— ¿Segura que irás cómoda allí? ¿No prefieres ir alzada? — cuestionó mi pelirroja mientras miraba con ternura a nuestra hija.

— ¡Acá estoy beeen! — dijo en un todo inquieto e histérico a lo que yo reí y le acomodé el cinturón.

— Bueno no te hagas la loca — la señaló su mamá mientras ella solo sonrió pícara y asintió.

El vuelo duraría aproximadamente unas 12 horas. Me acomodé en el asiento dispuesto a dormir, algo cansado estaba. Solo quería llegar a Argentina y ver a mis amigos, y disfrutar de todo junto a ellos. Me quedé dormido luego de que las dos personas más importantes que tengo lo hayan hecho, sonreí y caí rendido en el sueño que poseía.

Luego de unas horas bastantes largas, nos levantaron las azafatas para preguntarnos que iríamos a almorzar, se lo dijimos y comimos lo que nos trajeron. Más tarde jugamos un rayo entre los tres para lograr entretener a Lourdes y que no se distraiga y solamente juegue y no se tense. Jugamos con sus cartas, leímos algunos cuentos, vimos una que otra película que descargue en el teléfono, dibujamos.

Observamos todas las nubes que habían y se podían ver desde la ventana, desde que era una bebé y la teníamos que llevar en el avión, comencé a hacer que ella observé las nubes, la entretenía y le gustaba, aparte era relajante para ella. Jim, para su diferencia, nunca quería verlas porque le daba pánico, tenía algo de vértigo y estar en un avión a miles de kilómetros de la tierra, la ponía nerviosa.

Faltando unas 8 horas, según el aviso de la azafata, pusimos la mesita del avión y Jim me dijo que se quedaría dormida un rato más y que por favor cuidara a Luli y que luego nos podríamos ir turnando. Le puse un librito para colorear mientras que la ayudaba y la cubrí con una pequeña manta, así no tuviera frío porque en el avión prendieron el aire, y le dí su jugo. A las horas cayó dormida y yo con ella al lado.