Capítulo 5: Día Solidario

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A las 9 de la mañana sonó el despertador de Clarke. Se despertó algo cansada, no había dormido muy bien, y el despertador la pilló desprevenida dándole un buen susto. No se acordaba de lo que había soñado esa noche excepto de una intensa y hermosa mirada verde que no había visto nunca. En realidad solo conocía a alguien con los ojos verdes, Octavia, y tenía muy claro que esos ojos no eran de su amiga. Pero que ojos... estaba segura de que si los hubiera visto alguna vez no se olvidaría de ellos, que preciosos. Sacándose esos pensamientos de su cabeza y como hacía cada día se entretuvo unos minutos en la cama desperezándose, hasta que una cosa peluda y marrón acabo encima de ella y no le quedó más remedió que levantarse. Se metió en la ducha, preparó su desayuno, le dio a Heda el suyo, bueno y parte del de ella también, y después se vistió y fueron a dar un largo paseo por la playa donde como siempre la perra disfrutaba persiguiendo las olas.

Al volver a casa Clarke dejó a Heda, cogió su cámara de fotos y salió hacia su destino que no era otro que una casa de acogida para niños huérfanos o niños de los cuales sus padres no se podían ocupar y estaban bajo la tutela del estado. Clarke iba allí un par de veces al mes y jugaba con ellos, les enseñaba a dibujar, a tocar la guitarra y les hacía fotos, a los niños les encantaba verse después en la cámara, sobre todo a las niñas, que hacían pases de modelo y todo.


Flashback

Clarke descubrió la casa por casualidad. Un día iba paseando y se topó con la casa, los niños estaban en el pequeño jardín jugando y se les escapó la pelota ya que la tiraron muy alta. Clarke se acerco para devolvérsela y los niños curiosos como son, le preguntaron cómo se llamaba y a que se dedicaba. Y cuando les dijo que hacía fotos se armó un gran revuelo y empezaron a pedirle que les hiciera unas fotos a ellos. La cuidadora les dijo que no podía ser que esa chica tenía prisa, pero Clarke le aseguró que no le importaba, que en realidad le encantaba sacar fotografías. La dejaron pasar y Clarke empezó a hacerles un montón de fotos y después la invitaron a merendar con ellos.

Una semana después Clarke volvió al centro para llevarles las fotos que les había hecho, se sentaron todos delante de la tele y pusieron las fotos, todas eran preciosas, había fotos individuales y de los niños jugando. Una de las cuidadoras le preguntó a Clarke si podían usar las fotos en las fichas de los niños ya que habían quedado preciosas y muy naturales y Clarke dijo que sin problemas.

Antes de irse ese día una de las cuidadoras, llamada Thalía, le dijo que esperaba que esas fotos ayudaran a esos niños a encontrar la familia que tanto necesitaban y Clarke le dijo que si eso era así a ella no le importaba venir las veces que hiciera falta.

Dos semanas después de esa segunda visita, Clarke volvió a aparecer por el centro con una sorpresa para los niños, había revelado en gran tamaño una de las fotos grupales que les hizo el primer día, le había puesto un marco chulo y se la llevó para que pudieran ponerla en el centro y hacerlo su casa. Ella les decía a los niños que en su casa siempre había un montón de fotos, de ella y de la gente a la que quería y que como esa casa era de ellos se merecían una bonita foto. Los niños estaban la mar de emocionados y contentos y pusieron la foto en el gran salón donde pasaban la mayoría de su tiempo.

Thalía no dudó en darle las gracias a Clarke, ya que su gesto había emocionado mucho a los pequeños, que no estaban acostumbrados a recibir ningún tipo de regalo. Además le informó que gracias a sus fotos dos de los niños habían empezado el proceso de acogida en una familia y que esperaban que todo saliera bien. Y en ese momento Clarke tuvo claro que iría a ver a esos niños siempre que pudiera, jugaría con ellos y les sacaría preciosas fotos para que pudieran encontrar una familia perfecta.

Siempre Te Encontraré (CLEXA AU)Where stories live. Discover now