Capítulo 3: ¿Quién eres realmente?

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El despacho de Dumbledore era exactamente igual al que tendría en el futuro, solo que en esta ocasión era más pequeño y con menor cantidad de curiosos artilugios.

Valerie entró con una sonrisa mientras el profesor se sentó en su silla y la observó atentamente por medio de sus anteojos de media luna.

- ¿Entonces señorita...? –

- Valerie – le respondió ella.

- Bueno, señorita Valerie... ¿Cómo fue que una joven como usted terminó en los terrenos de Hogwarts con heridas provocadas por magia negra? –

- Es gracias a ti, o mejor dicho a tu futuro tú – y le dedicó una sonrisa socarrona.

Dumbledore la miró con seriedad y alzó una ceja, preguntándose si las heridas no habían afectado el racionamiento de la joven. - Quiero que seas sincero conmigo... señorita Valerie.

Ella suspiró y Dumbledore vio como sus ojos se apagaron impidiéndole ver algún rastro de emoción. – Vengo del futuro... Tu y yo ya nos conocíamos... Me ofrecí a ayudarte a cambiar algunas cosas, ya que la guerra que estaba ocurriendo la estabas perdiendo... Y según tú... - carraspeó levemente - Yo era la única capaz de sobrevivir a un viaje en el tiempo.

El profesor abrió los ojos, pero se mantuvo en silencio confirmando totalmente su teoría: la joven había perdido completamente la cabeza. Sin embargo, como gran y precavido mago que era, sabía que había cosas extrañas alrededor de la misteriosa llegada de la joven que tenía frente suyo. Nadie podía aparecer como si nada en los terrenos de Hogwarts. 

Confundido y curioso intentó, lentamente, ingresar en la mente del joven, pero para su sorpresa, se encontró con una impenetrable muralla. Nunca había experimentado una barrera semejante que le fuera imposible de quebrar.

Valerie gruño llamando la atención del profesor – Es de mala educación meterse en la mente de otra persona ¿no te lo habían dicho? No dejaré ni deberías ver el futuro, eso solo complicaría las cosas. Si algo ha de cambiar asumiré el peso yo sola... 

- ¿Usted piensa que yo creeré semejante teoría? Si fuera verdad lo que afirma, ¿qué es lo que quiero que cambie?

- No es el qué, sino el quién 

Dumbledore se quedó como piedra, sorprendido y antes de que pudiera preguntar algo Valerie se le adelantó - Me enviaste hasta acá para intentar llevar por un mejor camino al autor de todo el daño que ocurrirá en el futuro... Un mago oscuro que en esta época todavía no se inicia como tal. Venvo por culpa de Tom Riddle y ten seguridad que si no logro mi cometido, lo mataré.

El profesor se puso de pie, furioso – ¡No permitiré que amenace a uno de mis alumnos ni menos que intente matarlo! Su teoría conspirativa es absolutamente... - sin embargo se vio interrumpido cuando las barreras de su mente fueron destruidas. Valerie se metió en su cabeza y le permitió ver algunos recuerdos particulares: el dolor de la guerra, la muerte, la última conversación que su yo del futuro tuvo con Valerie antes que viajara al pasado. 

Cuando los recuerdos terminaron, Valerie se retiró de la mente del mago y le otorgó unos minutos para que pudiera asimilar lo revelado.

- Nunca pensé que él fuera capaz de todo eso... - Dumbledore se tomó la cabeza entre las manos y luego miró a la joven con confusión. – Todo es verdad, pero... ¿Cómo deje que una joven tomara semejante tarea, semejante sacrificio? ¿Qué clase de monstruo soy?

Ella se levantó y tomó una mano del profesor con suavidad – No Albus, el monstruo aquí soy yo. Si estoy aquí es porque ambos sabíamos que yo era la única capaz de hacerlo.

Corrompiendo tu alma negraWhere stories live. Discover now