Capítulo 19: Respuestas

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Mulcibier jamás pensó que llegaría a odiar tanto a una persona. Su desprecio por las sangres sucias era evidente, pero había alguien que superaba a todos los impuros: Valerie Deanoff.

Al principio no supo que lo llevó a detestarla tanto. En primera instancia no era más que la nueva alumna de la casa, atractiva e inteligente. El repentino interés que tuvo Riddle en ella no le llamó la atención en un principio, hasta que el oscuro mago lo envió para ponerla en su lugar.

Nunca olvidaría la golpiza que esa mujer le había dado y más vergonzoso era el hecho de que lo hubiera realizado sin magia. Desde entonces un perverso odio, pero también un cierto deseo se instaló en su ser; le gustaban los retos y mucho más las brujas con actitud. Pero su deseo por ella se fue apagando rápidamente a medida que ella comenzaba a pasar cada vez más tiempo con Malfoy y Black, a su vez, el enorme interés que le profesaba Riddle era cada vez más grande, lo que aumentó su molestia.

Tras los últimos hechos ocurridos no pensó que Deanoff fuera de las que les interesara obedecer a Riddle, pero ahí estaba, formando parte del grupo selecto y robándole a cada paso la predilección que tenía el líder del grupo por él.

Tras el excesivo castigo que le habían impuesto a la bruja antes de navidad, Mulcibier pensó que todo volvería a la normalidad, pero tras la vuelta de las vacaciones navideñas notó que Riddle continuaba mirando de la misma forma a la bruja, inclusive con un dejo de deseo en sus ojos que no presagiaba nada bueno.

La gota que rebalsó el vaso fue encontrar a la bruja junto con Riddle en la biblioteca y apreciar el juego que empleaban entre ellos. Parecía que las advertencias que había mencionado no fueron escuchadas y pese a sus pequeños intentos no había forma de alejar a la vampira.

"A veces hay que tomar cartas en el asunto y con tus propias manos", pensó Mulcibier decidido a intentar frenar la cercanía ya existente entre Deanoff y Riddle.

***

El lunes siguiente trajo el inicio de febrero, tras un fin de semana donde hufflepuff venció a ravenclaw por pocos puntos de diferencia, dejando a la cabeza slytherin en el campeonato de quidditch.

El cielo estaba despejado, pero los alumnos de sexto de slytherin se encontraban en las mazmorras entregando su informe al profesor, por lo que no podía apreciar el sol.

- ¡Vaya! Tenemos interesantes pociones que han elegido y ya llegado el momento de la verdad. – Todos los alumnos miraron extrañados al profesor. – Con la reciente investigación que han llevado a cabo, deberían considerarse expertos de la poción que eligieron, por lo cual, van a prepararla.

Varios alumnos levantaron las manos preocupados, pero el profesor hizo caso omiso.

– No lo consideraré como evaluación, pero quien logre preparar la poción a la perfección recibirá una bonificación para su examen final... – Los alumnos se quedaron en silencio. - ¿Qué están esperando? ¡Empiecen!

Mulcibier no pudo quitarle los ojos de encima a Deanoff, que comenzó a trabajar codo a codo con Riddle. El mago se veía a gusto a su lado y se notaba que ambos sabían lo que hacían.

"Ni modo... si ambos son unos cerebrillos...", pensó Mulcibier molesto.

De pronto, se percató que varios alumnos iban y venían desde el armario de la sala hasta sus puestos en busca de los materiales que necesitaban o haciendo consultas al profesor, pero para ello, todos debían recorrer las escaleras y pasar por la mesa donde se encontraban Deanoff y Riddle. Mulcibier sonrió con maldad y supo inmediatamente que hacer: "Un poco de dolor no le hace mal a nadie".

***

Malfoy trabajaba con gran concentración de la mano de Walburga ya que no podían cometer ningún error, la poción de veritaserum requería seguir cada paso con precisión.

Corrompiendo tu alma negraWhere stories live. Discover now