Capitulo 56

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Reaccioné cuando sentí que aquel hombre de blanco me daba unas palmaditas en el hombro y me indicaba que lo siguiera por uno de los pasillos. De pronto fue como si todo transcurriese en cámara lenta, como si yo en realidad no estuviera ahí y mientras tanto, la voz de Reina, llorando en la puerta de mi departamento se entre mezclaba con la imagen de ese pasillo pintado de verde que parecía no iba terminar nunca. 

" ... Me llamaron hace media hora, mi noviete el policía y ... " 

Entonces el hombre se detuvo en frente a una puerta y la abrió. Entramos a esa habitación donde las luces fluorescentes me cegaron totalmente y sentí muchísimo frío, tanto que mi piel se erizó por completo. 

" ... Me dijeron que ... ¡dios! ... 

- ¿Que pasa Reina? Habla de una vez ¡mierda!!!! 

- La encontraron esta mañana... en un pasaje... entre bolsas de basura ... " 

Una serie de puertecitas pequeñas de madera antigua perfectamente alineadas llenaban el largo una pared entera... el numero 4 se podía leer en aquella que el hombre abrió. Ahí estaba ese agujero negro de donde segundos después, sacaba una camilla rodante cubierta de un plástico negro. Mi vista siguió fija en ello mientras que las rueditas raspando el piso, produjeron un sonido que retumbó fuertemente en los oídos... 

" ... La mataron... me mataron a la Farfi Camila... " 

El aire alrededor se hizo denso, irrespirable a medida que el desconocido de blanco iba destapando aquel cuerpo inerte. Cuando por fin mis ojos encontraron el valor suficiente, fueron bajando lentamente hasta posarse en sus manos ... tenía las uñas sin pintar ... apreté los dientes y respiré todo lo que pude antes de mirar al hombre que esperaba a mi lado. 

- Podría dejarme a solas un momento por favor? 

- Si claro, reconoce usted a la señorita entonces? 

- Si. .. 

Volví a tomar aire antes de acercarme y lentamente cogí una de sus manos, acaricié despacito sus dedos mientras con la otra le acomodaba un mechón de pelo. Alrededor del cuello, aún se percibían las marcas... En eso, pude ver diminutas manchas de sangre en su rostro, las cuales limpié cuidadosamente mientras mi vista se nublaba por las lágrimas. Cerré los ojos con fuerza al sentir que me ahogaba, los cerré por un buen rato tratando de borrarlo todo... Y al abrirlos nuevamente, busqué su mirada... mírame por favor .... Mírame... rogué en pensamiento.... Y fue entonces que me acerqué a su boca y la besé.... Sería como los cuentos... si. .. como los cuentos, si la beso despertará ... La besé una y otra vez, apretando su mano, acariciando su mejilla, esperándola ... pero ella no despertó ... ya no era un maldito cuento, ya no podía cambiar el final. .. La miré otra vez y aferrada aún a su mano, por fin le hablé ... 

- Mi mariposa ... revoloteas ahora verdad? .. Anda dime que ves? Algún día me lo enseñarás? Algún día me llevarás contigo? iSi!, adherida a tus alas para no despegarme nunca más de ti y volaremos donde nadie nos alcance - Acaricié sus labios, sus mejillas, sus pestañas- si ves a mamá ... dile que la hecho de menos ... - me sequé los ojos y acomodé su mano sobre su cuerpo, la miré un segundo más pero esta vez ... lo único que pude ver en ese instante, fue su imagen en mi mente, abrazada a mí, en la cabina del cine.

El cuento de la mariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora