Capitulo 58

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Llevaba varias horas sobre los cojines viendo una película, la cual repetía incansablemente cuando llamaron a mi puerta. En principio no hice ni caso y me limité a subir el volumen. Sin embargo insistieron tantas veces, que me obligaron a abrir. Ahí parados, Julio, Pancho y su esposa me quedaban mirando en silencio ... 

- Será mejor que te des un buen baño muchacha - Me dijo Pancho de forma autoritaria 

- Para eso vienen viejo, para decirme que me bañe? Te recuerdo que estoy de vacaciones 

-El abogado vino a verme hace un rato, me dijo que estuvo intentando hablar contigo desde ayer 

- Ya... supongo que querrá más dinero, porque hay que falsificar alguna otra cosa no? O seguro me declararon caso perdido verdad? ... -me di media vuelta y caminando hacia la sala, apagué el televisor- a estas alturas ya me espero cualquier cosa ... – Dejándome caer sobre una de las sillas- En realidad no sé si quiera saber viej ... 

- Camila... cállate y escúchame- yo suspiré derrotada con la mirada clavada en el piso- Ya te dieron la custodia de Mauro ... 

Lo miré mientras hacia un esfuerzo por asimilar lo que acababa de oír. Los miré luego a todos, uno por uno, descubriendo recién sus rostros sonrientes. 

- Que?- Le pregunté a Pancho con el hilo de voz que me salía en ese instante 

- La resolución salió hace un par de días 

- Estás seguro viejo? - Comenzaba a llorar sin control- no me van a venir después con que se equivocaron y se lo vuelven a llevar verdad? 

- No, aquí tienes el papel- Sacando un sobre de su bolsillo el cual yo comencé a leer de inmediato- ahora Mauro estará legalmente bajo tu tutela y no sé que carajo esperas para meterte a la ducha, vestirte e ir a sacar al petiso de ese sitio horroroso 

- Ya? Puedo ir ahora? - me secaba los ojos que no dejaban de lagrimear 

- Si, ahora mismo ... y a portarse bien, ser fuerte y todo lo demás, que ahora ese niño depende exclusivamente de ti muchacha 

- O yo de él viejo ... o yo de él ... 

Cuando apareció en el saloncito de las visitas, estaba todo sudado y con la cara colorada. Se sorprendió al verme. 

- Camila? ... Que haces hoy aquí? Es miércoles 

- ¿y que pasa? No te alegras de verme? 

- Si- Se me acercó y me dió un beso en la mejilla 

- Petiso apestas, que estabas haciendo? 

- jugando fútbol 

- A sí? Que chévere ¿y que tal? 

- Bien .. hoy primer día que me dejan jugar ... porque un niño se enfermó y necesitaban otro niño para completar el equipo. 

- Ya ... - le dije sentándome en una de las bancas- oye enano ... yo había venido para contarte una cosita 

- Que? 

- Que ... a ver- Me comencé a poner nerviosa- hace unos meses, contraté a un abogado para que me ayudara con los papeles y pedirle a un juez permiso para que te dejara vivir conmigo - el niño me quedó mirando en silencio- Te acuerdas que me preguntaste porque estaba haciendo ese otro cuarto en mi depa? –asintió lentamente- Bueno es que me pidieron que para que pudieras vivir conmigo tenías que tener tu propio cuarto y no te dije nada porque no quería que lo supieras hasta que el juez dijera que si- él seguía inmóvil prestándome total atención- y bueno hoy ... hoy el juez ... – le comencé a acomodar el cabello- me envió una carta ... diciéndome que si 

- Qué si que? - Me preguntó confundido 

- Que medió permiso para que te vengas conmigo pequeño Einstein 

- Voy a ir a vivir contigo? 

- Si 

- ¿y no me van a volver a meter aquí? 

- Nop ... porque en esa carta dice que yo 

- Me adoptaste ... -Se apresuró en contestar 

- Si. ... yo que te voy a explicar algo a ti verdad? 

Mauro se quedó sentado sin moverse, como tratando de asimilar la información que acaba de recibir hasta que de pronto se puso a llorar. 

- Ey ... no me llores, ven aquí - Lo abracé fuertemente- no llores petiso que todo va estar bien ok?
 
- Es que ... es que .... Aquí me decían que ... solo querían a los niños pequeñitos y que yo era muy grande .... - seguía llorando- y pensé que me iba tener que ...
 
- Shhh Ya ... tranquilo - le dije al verlo que se comenzaba a ahogar al respirar- pero ya ves - lo cogí del rostro e hice que me mirara- si tuviera que escoger entre todos los niños del mundo, yo te escogería a ti tonto - Me sonrió mientras se quitaba las gafas para secarse los ojos- ¿ya? ... ¿Terminamos con la lloradera?- asintió – bueno vamos a recoger tus cosas entonces 

- ¿Que?- Abriendo los ojos de par en par- ¿podemos irnos ahorita? 

- iClaro!, ¿o que? ¿Quieres quedarte otro día más acaso? iVenga muévete!!! Vamos a sacar tus cosas de una vez 

Cuando terminamos de empacar todo lo del pequeño, bajo la mirada del resto de niños con los que compartía la habitación, comenzamos a caminar hacia la puerta. Ambos lo hacíamos despacito, como si tuviéramos miedo que de pronto pasara algo que nos impidiera salir de ahí. Fue entonces que Mauro me miró y sonriendo, como hacía tiempo no lo veía hacerlo, me cogió fuertemente de la mano para de inmediato girarse y gritar con todas sus fuerzas: 

- Ella es Camila y me ha adoptado ¿vieron que si había alguien que me iba a querer!!!!!!

El cuento de la mariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora