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Ambas, como si dependiéramos de aquello nos encontrábamos mirando por la ventana de la cocina todo lo que estaba sucediendo, yo seguía sin entender absolutamente nada pero estaba segura de poder sacarle la sopa a Milan.

-¿Que sucede entre Daniel y Nate? ¿Por qué Daniel nos comparó a mi y a su novia? Pobre de ella, espero que no lo haya escuchado. -Me miró con los ojos abiertos.

-Si supieras Simon, lo ultimo que harías es lamentarte por esa. -Le di mi atención al panorama fuera de la cabaña, todos parecían incomodos por la presencia de esos dos, Nate fuera de estar incomodo se notaba al borde la explosión y yo me encontraba preocupada por las reacciones de mi novio y por no tener ni puta idea de lo que ocurre. Daniel parecía estar tocándole los huevos a Nate con la sonrisa santurrona y hablándole sin parar. A continuación, escuché el suspiro resignado de Milan y se volteó para verme y así comenzar a hablarme.

-Probablemente Nathan me odie por contártelo porque es algo que le lastima el ego y al diablo. Esa chica, la que venía feliz en el auto de Daniel y la que se encuentra justo a unos metros de tu galán con una sonrisa de superioridad que ni al caso estuvo saliendo con el durante mucho tiempo, fue algo así como el primer amor de mi primo, cuando estaban por cumplir dos años el los encontró a Daniel y a ella teniendo sexo en la cocina de su casa, Gala es una zorra y todo el mundo lo sabía pero el no, entonces todo eso le pegó muy fuerte, le metió una golpiza al pobre Daniel y en el hospital le dijo que no quería volver a verlo en toda su vida. Simon quita esa cara que de esto estamos hablando de hace muchísimo tiempo, de unos 5 años atrás, ahorita lo que Nathan tiene es el ego y el machismo destrozados por eso es que no lo traga pero no pienses ni por un segundo que es por la zorrita de Gala.

Cuando Milan me terminó de contar aquello no me di tiempo ni de hacer muecas cuando salimos corriendo fuera de la cabaña por los gritos; Nate se encontraba arriba de Daniel quien por muy golpeado que estuviese seguía con la sonrisa dormilona que en minutos me había acostumbrado a odiar. Gala, la zorra, le gritaba a mi novio que parara pero el muchacho parecía no escuchar, los gemelos como pudieron levantaron a Nate del cuerpo de Daniel ya bastante acabado logrando separarlos de una buena vez. Yo, mal acostumbrada a sus escenas de boxeo me quedé lejos del circulo, contemplando a mi chico quien solo había recibido míseros rasguños moderar su enojo, cruzada de brazos esperé a que conectara su mirada con la mía y se percatara de que yo era su principal problema ahorita.

Cigarette || Nate Maloley EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora