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Al despertar por la mañana, 25 de diciembre, me encontré con una cara sonriente y un abdomen tonificado en la puerta que daba el balcón.

-¿Sigues molesta conmigo? -Lo había olvidado por completo, olvidé lo encabronada que estaba por aquel show con solo unos besos en el cuello, de pronto me encontré enojada conmigo misma por ser tan débil frente a el.

-Un poquito. -Se me acercó y se sentó a un lado de mi en la cama, recordé que estaba desnuda y rápidamente me cubrí con la sabana. Frunció el ceño pero no dijo nada sobre aquello.

-¿Qué puedo hacer para que la princesa deje de estar molesta?

-En primera no soy una princesa, soy una reina. -Soltó la carcajada pero a mi me parecía estar hablando muy en serio. -Y en segunda quiero que le pidas disculpas a toda tu familia. -Pensé que se pondría a hacer berrinches pero sorpresivamente solo asintió.

-Te dejo para que te cambies. -Me besó la frente y cuando estaba a punto de encaminarse a la puerta se lo impedí sujetándole el brazo.

-Otra cosa mmm yo...¿es mucho pedir si no quiero que hables con Gala? -Soltó un suspiro y volvió a sentarse cerca de mi, acaricio mi mejilla.

-Probablemente ellos ya ni siquiera estén aquí pero no hablaré con ella si eso te preocupa. -Sonreí tímidamente. -Te quiero.

-Yo también te quiero.

**

Bajé las escaleras de la cabaña y por las ventanas observé que todos los hombres se encontraban afuera jugando tal cual niños. Las mujeres en cambio estaban platicando animadamente en la sala, incluso la abuela de Nate estaba ahí soltando carcajadas. Todas, al verme guardaron silencio.

-Simón ¿cómo estás? -Se acercó a mi la madre de Nate y me obligó a sentarme a su lado, sonreí tímida y muerta de la vergüenza.

-Bien, supongo. -Me reí un poco y ella me sonrió asintiendo. -Gracias por obligar a Nate a disculparse con la familia, si se lo hubiera pedido yo me hubiera mandado a saber que ¿qué le estás haciendo niña? -Todas sé rieron y yo también lo hice.

Seguimos conversando animadamente, más bien ellas lo hacían y yo me limitaba a reírme o soltar uno que otro comentario, incluso desayunamos ahí mismo de lo animadas que estaban con la platica.

Escuchamos unos tacones bajar por las escaleras, por supuesto que era ella con su usual personalidad que me provocaba el vomito. Segundos después bajó Daniel y me tuve que tapar la boca para no reírme de su cara totalmente golpeada, pobre hombre.

-Mamá...-Dijo el, su madre quien realmente no parecía serlo porque a diferencia de el ella era muy dulce y agradable se levantó y comenzó a charlar con el en silencio. Las mujeres comenzaron a platicar otra vez. De repente escuché que llamaban mi nombre.

-Simón ¿podemos hablar en privado? -Le miré unos segundos debatiéndome entre si ir o no, definitivamente no quería escucharlo balbucear otra vez pero la forma en la que lo pedía era amable y si me negaba quedaría como una maleducada delante de la familia Maloley, evitando la mirada dura de Gala en mis talones comencé a caminar a su lado y así salir de la cabaña. Nos sentamos en una banca cerca del lago, estaba segura de que Nate me había visto pasar a su lado pero se había limitado a observarnos de lejos y no cometer otra tontería. Nos quedamos unos segundos en silencio mirando el lago.

-¿Sabes? Soy un poco idiota en ocasiones. -Levanté una ceja pero no lo miré. -Tenía una buena relación con Nate, la mejor de hecho y la arruiné por ella, no lo vale, con el tiempo aprendí a quererla pero aún así no lo vale. Mírame, estoy hecho mierda y ayer estaba jodido de alcohol y me lo merezco. Hablo contigo porque Nate no me permitiría ni acercarme a el.

-¿Terminaste? -Asintió sin ganas, estaba a punto de levantarme cuando el sujeto un poco fuerte mi brazo obligando a quedarme, rápidamente me soltó pero volví a acomodarme en mi lugar dispuesta a escuchar sus tonterías. -El realmente salió beneficiado de todo esto. -Soltó una risa aspera. -Solo mírate, estás hermosa y tienes esa cara de que si usas la cabeza, además de que tienes a Nate como cachorrito a tus pies.

-Eso no es cierto.

-¿no? ¿y por qué justo ahorita me quiere matar mas que nunca? -Me giré un poco para ver en dirección a Nate, afirmativo, nos estaba mirando con una cara de pocos amigos. -Dime que no les hice un favor a los dos cogiendome a Gala.




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Me motivaron a escribir otro capitulo sus comentarios, mil gracias, la verdad es que como escritora (mala o buena) es pésimo para una ver puro comentario que diga "siguela", es frustrante.

Las amo.

Cigarette || Nate Maloley EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora