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Simón

Nunca, en toda mi vida, había experimentado todos estos sentimientos dentro de mi. Quizás es porque todas mis relaciones fueron pasajeras o muy probablemente porque nunca me había enamorado de alguien como lo estaba de Nate.  Después de ver la imagen todos los momentos y los meses juntos se me hicieron insignificantes al lado de la foto; los besos, las noches y los juramentos estaban vacíos ahora y yo estaba acabada, arruinada y decepcionada por haber permitido llegar a este punto, al punto de que un chico define mi estado de animo.

Después de lo que fue casi una hora sentada contra la pared del baño de mi habitación, salí y vi a mis amigas sentadas en la cama frente a mi mirándome cuidadosamente y con detalle como si temieran de mi derrumbe interno.

-Quiero estar sola ¿puedo? -Se miraron entre ellas como hablándose con los ojos y suspirando asintieron, salieron de la habitación y me dejaron sola con el barullo de pensamientos que llegaban solo a un punto fijo: Nate.

Quería llorar pero no podía. Quería ir a su departamento y gritarle porque demonios me enamoró y me lastimó de esta forma pero no podía. Lo único que hice fue sentarme a un lado del buró y abrir el primer cajón para después sacar un regalo que era para el, quité el papel sin ningún cuidado y observé la cajetilla de cigarros que le había comprado, ahora aquel regalo se veía estupido en mis manos cuando hace algunas horas me lo imaginaba abriéndolo y riéndose conmigo para después terminar besándonos.

Ahora, después de tantos meses de una relación estable con un chico inestable comprendo que no fui importante para el en absoluto y que por si aun no me quedaba claro después de ver la imagen de aquella chica encima de el, está relacionado se ha terminado.

Cigarette || Nate Maloley EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora