Capítulo 21

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El homo Sapiens le aclaró a su madre que no éramos nada. Mi madre solo se limitaba a sonreír y hacer vista gorda de mi actitud de despectiva de la grandiosa idea que haya cocinado lasaña.

Amo la lasaña una de las cosas que amo en mi vida y que no sea el basket. Pero eso parecía una masa no comestible y la señora Morrison como pudo comió hasta que sus ojos se comenzaron cristalizar por lo espantoso que sabía. Yo dije que estaba llena después de tomarme el jugo y Matt que era alérgico a los lácteos ya que esto contiene queso. Cosa que no es así ya que come la jodida pizza exclusiva solo para deidades de Jackson Hall.

Chris llegó en la noche diciendo que había encontrado el departamento perfecto de tres habitaciones con baños, una sala y la mini cocina. Según había lavandería en el edificio. La respuesta de las universidades solo era de esperar ya que quiere estudiar diseño gráfico. Capaz no la aceptan por el estilo hippie que tiene.

Me hago un jodido ovillo en mi cama rezando al dios del basket que no suene la alarma y gozar de unos gloriosos minutos más. Comienzo a estornudar al sentir una cosa peluda pasar por mi rostro. Abro los ojos para ver un pelaje naranja. El minino hace su peculiar 'Miau'. Me mira con sus ojos verdes desafiantes para acomodarse en mi almohada.

Estornudo. —Oh no, tú no te acuestas en mi cama —se me congestiona la nariz. Agarro a la bestia por detrás de la cabeza y comienza a aruñar al aire mientras muestra sus dientes. Abro la ventana que tengo cerrada desde que mi padre me advirtió y la abro de golpe al igual que las cortinas. ¿Cómo se entró?

—Rowling, animal, bestia, monstruo —va en evolución. —Ten a tu cuadrúpedo engendro del demonio o lo regalo a un chifa y ese día te regalo comida china para que degustes de tu minino

Un soñoliento Matt Rowling abre su ventana, puedo ver el color azul de sus paredes. Una mano está en su ojo, su cabello está revuelto y se encuentra sin camiseta. Sí que lo hicieron con amor en su momento.

—No puede ser que me extrañes tanto para verme mi cara al despertar Little Boy, si solo ayer nos vimos. Ah y por cierto cierra la boca se comienzas a babear —cierro la boca, sé que estoy roja y combatiendo con un tomate por saber quién gana en color. Su sonrisa ególatra se hace presente al igual con sus hoyuelos.

—No hables babosadas, apenas en mis más viles pesadilla recuerdo tu rostro. Solo ten —tiro al gato sin ver dónde se dirige, me volteo al mismo instante cerrando la ventana de golpe. Solo escucho un grito de parte de Matt y maullido agudo del gato con un sonido de algo estrellándose. Me río, me encamino a mi cama para degustar de los minutos en los brazos de Morfeo hasta que recuerdo que Chris se tiene que levantar temprano para firmar el contrato del departamento. Voy a la puerta sin tropezar con las tonterías en el suelo. Abro la puerta lentamente en lo que asomo mi cabeza. Mi hermana hace lo mismo. Nos miramos desafiantes como una fiera a atacar a su presa. Mis pasos son sigilosos y nuestras miradas verdosas latentes.

Pero ella es la que da el primer paso y corre, mi puerta es la más cerca al baño así que tengo la ventaja, sin embargo ella no se queda atrás, algo en lo que salió dotada fue en sus largas piernas por lo cual me alcanza, me empuja al pasar frente de mí haciendo que me golpee en la pared del pasillo. No tengo tiempo de reclamar antes que salte a su espalda.

Mi momento de narrador de Animal planet ha terminado.

—Suéltame del jodido cabello ¡mamá! —hace un énfasis en la última palabra y un grito desgarrador sale de su garganta cuando estiro más su cabello.

—No —espeto tratando de levantarme y proseguir al baño. Pero me muerde mi brazo haciendo que la suelte y se lo concedo. Al momento que se va a levantar le estampo la cara contra el piso. Escucho que toma aire para soltar un grito a los cielos y como no tengo una mordaza remplazo por mi mano. —Yo entraré a la ducha primero, tengo clase con el profesor Collins por primera vez después en una semana por la suspensión y no puedo llegar tarde porque me dejará de año. Yo quiero graduarme. No puedo imaginarme ver la cara de Thompson una vez más y participar otras vez en la obra de Romeo y Julieta con Scott —mortificada es poco. Eso es diarrea verbal.

¿Eres tú? o ¿Soy yo?Where stories live. Discover now