Capítulo 9

1.7K 177 107
                                    

-Pero ella está con Evan y...

-No he vuelto a verla tan feliz desde que estuvo contigo. No te digo que no quiera a Evan, mi hija es una persona honesta y no estaría con él por lástima. Pero desde mi mas sincera opinión todavía no ha llegado a sentir por él lo que tu le hiciste sentir en cuestión de días. El día en que regresaste la noté mas feliz que de costumbre. Ella te necesita.

-Pero Ismael...

-No confundas las cosas, Kaled. No te estoy diciendo que dejes todo y vayas tras ella ni mucho menos. Erin ya es mayorcita y es cuestión de tiempo que asuma que sigue enamorada de ti. Pero si no lo hace y está decidida a intentarlo todo con Evan, no quiero que vayas a destruir lo suyo. Sólo te estoy pidiendo que estés atento. Y que si se te presenta la oportunidad y la sigues amando, la aproveches.

Asenti en silencio. En ningún momento había podido imaginarme al padre de Erin hablando tan abiertamente conmigo sobre su hija. Mas concretamente sobre los sentimientos de esta hacia dos chicos.

Después de dejar de lado el tema de Erin continuamos hablando de cosas triviales durante un buen rato. Los nervios iniciales fueron desapareciendo poco a poco hasta que me encontré a mi mismo teniendo una conversación de lo más normal con el padre de la joven de la que estaba enamorado. Jamás había imaginado que algo así ocurriría. Y sin embargo, no me desagradaba. Lo cierto era que echaba de menos hablar con alguien. Echaba de menos tener un mejor amigo, un hombro en el que desahogarme, alguien a quien pudiera contarle todo. Hablarle sobre mis problemas amorosos y que me aconsejaran. Sin embargo... Desde que ocurrió aquel accidente no he vuelto a sentir esa tranquilidad que te inspira un mejor amigo. Y sinceramente, era algo que echaba de menos.

Justo cuando terminamos los cafés, se escucho la cerradura de la puerta de la entrada. Tanto Ismael como yo nos giramos en dirección a donde provenía el ruido y nos encontramos con dos chicas realmente hermosas. Una de ellas era Erin. Y venia acompañada de su mejor amiga, Aisha.

-Buenas tardes- dijo Erin- no queríamos interrumpiros...

La mirada de Erin enseguida conectó con la mía. Sonreí imperceptiblemente.

-No interrumpes nada cariño. Pasad y sentaros con nosotros si queréis. ¿Os apetece un café?

-¡Sí!- chilló Aisha- quiero decir... Sería un placer.

Esta chica jamás cambiaría. Sonreímos. Ismael se levantó y se dirigió a la cocina.

-Erin, ven a ayudarme- se escucho la voz de Ismael de fondo.

-Ya voy papá.

Nos quedamos entonces solos Aisha y yo. Ella fue la primera en tomar la iniciativa y sentarse a mi lado.

-Hola guapo- dijo plantandome un beso en la mejilla.- ¿Que te cuentas?

Me pilló totalmente desprevenido. Por suerte me recompuse rápidamente.

-Pues... Nada. Aquí tomando un café.

Sonrió. Tenia una sonrisa preciosa. Como la de Erin. Espera, ¿Qué? ¿Que me estaba pasando?

-¿Me dejas tu móvil un momento?

¿Porque se me acababa de bloquear todo el cuerpo? Seguramente debió pensar que era un estúpido.

-Si, claro- me apresure a responderle mientras le tendía mi móvil.- No tengo mucho saldo, pero puedes usarlo, no te preocupes.

Volvió a sonreír. Tenia unos labios increíbles.

-Tranquilo, ya está. Solo quería apuntarte mi número.

-Tu... ¿Número?- Pregunté nervioso.

No entendía nada. ¿Para que quería Aisha que tuviera su número? Sin embargo no pudo responderme porque enseguida llegaron Erin y su padre con otra bandeja con cafés. La tarde discurrió con normalidad, con excepción del hecho de que la mejor amiga de Erin acabara darme su número.

Cuando se hizo un poco tarde, Aisha y yo nos despedimos de todos los presentes y salimos de la casa. Comencé a caminar en dirección al hotel y ella tomó el mismo camino que yo.

-¿Vives por aquí?- pregunté cortando el hielo.

-Se podría decir que sí- Contestó colocándose un mechón de pelo detrás de su oreja.- ¿Y tú?

-Si, bueno, me estoy quedando en un hotel.

-Oh.

De nuevo silencio. ¿Y ahora qué? Continuamos caminando, mientras la oscuridad de la noche iba envolviéndonos poco a poco. Llegamos así hasta una calle con dos direcciones; recto o hacia la derecha.

-Bueno, mi casa está girando por ahí- señaló la dirección opuesta por la que yo debía de seguir.

-Yo continuaré por aquí.

-Ya veo. Supongo que... ¿Nos veremos pronto?- pregunto acercándose a mi.

Trague saliva. ¿Me lo parecía a mi, o esta chica estaba demostrando demasiado interés hacia mi persona?

-Puede ser- respondi enigmático.

De nuevo dejó a la vista su bonita sonrisa.

-Pues... Ya nos veremos- dijo mientras se acercaba para besar mi mejilla.

-Si...- respondi no muy seguro devolviéndole el beso.

Luego se giro y comenzó a caminar en la dirección que me había dicho. Me quedé parado mirándola mientras se marchaba. Hasta que de repente ella se giró y me pilló mirándola.

-¡Llamame!- gritó desde donde se encontraba para luego echar a correr hasta desaparecer completamente en la oscuridad de la noche.





N/A:

He vueltooo! 🙌💓

Siento muchísimo la espera. De verdad. Pero es que no encontraba un ratito para ponerme a escribir. Sin embargo, voy a ponerme a tope con esta nove y trataré de que tengáis noticias mías dentro de muy poquito.

Muchísimas gracias por todo el amor, todos esos comentarios y todos esos votos que tan pero tan felices me hacen.

Muchas gracias, de verdad. ¡Os amo! 💞💞


Diario de un chico visible (2)Where stories live. Discover now