Capítulo 15

1.4K 186 37
                                    

-¿Y que importa si lo estoy? Tengo novio. Y lo sabes. Y soy muy feliz junto a él.

-Eso dices.- la reté.

Me miró desafiante.

-Y es la verdad.

-¿Pero a el lo amas?- continué.

Vi la confusión en su mirada. Y supe que había dado en el clavo.

-Claro que lo amo- dijo apartando la mirada.

-Ya- contesté algo molesto.

¿Tanto le costaba admitir la realidad? Vamos, estaba clarísimo que no sabía mentir. Hasta su propio padre se había dado cuenta. Resoplé. ¿Hasta cuando iba a seguir así? ¿Eternamente? Basta. Llegó el momento de continuar mi vida. Sin ella. No iba a esperarla toda la vida. Ya había sufrido demasiado. Y siempre la había perdonado. Lo había intentado todo. Y por más que me había preocupado en hacerle saber y dejarle bien claro que había vuelto y que estaba ahí, ella no lo había tenido en cuenta. No podía seguir atado a ella continuamente. Más aún si ella ni siquiera quería tenerme a su lado para lo mismo que yo la quería. Ya había hecho demasiado, y si continuaba sin darse cuenta, o tratar de ignorar sus sentimientos yo no podía hacer nada más. Se acabó el sufrir inútilmente por amor. Se acabó.

-Tengo que irme- dije levantandome del sofá.

-¿Tan pronto?- preguntó sorprendida, imitandome.

Asentí en silencio. No dije más. No era necesario. Me acompañó a la entrada y abrió la puerta. Me giré y nos miramos.

-Adiós Erin.

-Adiós... Kaled.

No hubo un par de besos de despedida aquella vez. Tampoco un abrazo. Ni siquiera un apretón de manos. Introducí mis manos en los bolsillos de mi jean y eché a andar calle abajo, perdiendome en una ciudad, que ya no conocía. Y es que, no me había dado cuenta, pero había vuelto a recaer.

***

Uno de los años que pasé sólo al otro lado del portal estuve totalmente deprimido. Me sentía desolado de nuevo. Erin se había convertido en mi mundo, y no tenerla, no poder verla, sentirla tan lejos, dolía. Volví a sentirme vacío y solo. Como cuando mi cuerpo vagaba sin alma. Como cuando, tiempo atrás, era un chico invisible. Y nadie podía verme. Exactamente igual.

Y así me sentía ahora mismo. De nuevo. Suspiré y me llevé las manos a la cabeza frustrado. Me encontraba en la cama del hotel en el que me estaba hospedando una vez mas. Miré hacia la ventana. Me incorporé y salí al balcón. La ciudad había cambiado. Todo era diferente. Había pasado mucho tiempo fuera. Perdí parte de mi infancia por proteger a una joven que me amaba pero se obligaba a no aceptarlo. ¿Y todo para qué? ¿Para convertirme en un extraño más? ¿Para perder a mis padres y a todos mis amigos? Era un imbécil. ¿En que estaría pensando para insistirle tanto a una chica en que vuelva a ser mi novia si ella no estaba por la labor de recuperarme?

Regresé al interior de la habitación. Mi móvil estaba sonando.

-¿Si?

-¿Kaled? Soy Aisha. Tenemos que hablar. Es importante. ¿Crees que podríamos vernos ahora?

-Aisha... No me encuentro muy bien, creo que deberíamos dejarlo para otro día.

Silencio al otro lado de la línea.

-¿Que te ocurre?-preguntó al cabo de un rato.

Dudé. ¿Estaría bien hablarlo con ella? ¿O quizá debería guardarmelo para mi?

-Erin.-respondí simplemente.

Silencio al otro lado de la línea. De nuevo.

-¿Aisha? ¿Estas ahí?

-Si, si. Es solo que... Sobre ella quería hablarte.

Fruncí el ceño. ¿Me llamaba para hablar sobre Erin? ¿Le habría ocurrido algo? Hacia tan solo dos horas desde que me marché de su casa. Aunque... Y si... No. Me había prometido que no volvería a preocuparme por ella. Tenia que sacarla de mi cabeza. De alguna maldita manera.

-¿Kaled?

Reaccioné al escuchar de nuevo la voz de Aisha al otro lado de la línea.

-Estoy aquí, perdona.

-Oh, no te preocupes, pensaba que se había cortado.

-Creo que deberías llamar otro día Aisha.-insistí- Me vendrá bien no volver a hablar sobre Erin durante una temporada. Además, ahora mismo no estoy de humor.

-¡Pero es que es importante! ¡Ella está mal! ¡Te necesita!

Resoplé.

-Si me necesitase de verdad lo demostraría. Haría cosas por las que me daría cuenta de que le importo. Pero no. Se niega a aceptar que sigue enamorada de mi. Y estoy cansado ya de que...-unos golpes tras mi puerta me interrumpieron.-Un momento Aisha, han llamado a la puerta.

Avancé unos cuantos pasos hasta situarme ante la entrada. Abrí y por poco no me muero en aquel preciso instante. Porque ahí mismo se encontraba la chica de mis sueños, con los ojos hinchados, rojos y con lágrimas por todo el rostro.

-Erin...-murmuré.

Más lágrimas rodaron por sus mejillas al pronunciar su nombre. Se la veía rota. Completamente.

-Kaled... Han roto. Evan y Erin han terminado- dijo Aisha.

Se me cayó el móvil al suelo al escucharlo. La miré a los ojos.

-Lo siento...- sollozó- Lo siento tanto...

Y no pude resistirlo. Me había prometido olvidarla para siempre, pero en ese preciso instante, comprendí que jamás iba a ser capaz de algo así. Me acerqué lo mas rápido que pude y la estreché entre mis brazos al mismo tiempo que el cuerpo de Erin, la chica de la que estaba profundamente enamorado, convulsionaba en un nuevo sollozo.



N/A:

Sin duda alguna, este es mi capítulo favorito de toda la novela. 😆 Creo (personalmente) que me quedo muy pero que muy bien.

¿Cual es el vuestro?

Por ciertito... Adivinad quien tiene ya escrita toda la nove? Seh, esta nena. Así que iré publicando capítulos cada tres días hasta terminarla :)

Os quiamodoro!! 💜💜💙💙💞💞

Diario de un chico visible (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora