Capítulo 20

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-Wow- fue lo único que pude decir.

Joder, no podía apartar la mirada de toda su anatomía. Tenia un cuerpazo y estaba de lo más preciosa. Le favorecía tantísimo ese look.

-¿Te gusta?- preguntó tímidamente acercándose a mi para saludarme con un par de besos en la mejilla.

-¿Que si me gusta? Me encanta- la tomé de la mano y la hice dar una vuelta al mismo tiempo que soltaba una pequeña risa.

Sonreí cuando quedamos cara a cara.

-Tu no te has quedado nada atrás, eh. ¿Donde vas tan guapo?

-A cenar con la chica mas preciosa del universo entero.

La vi ruborizarse y sonreí mientras le plantaba un pequeño beso en su mejilla. En ese momento su padre entró en el salón, con una cámara de fotos en la mano.

-Me apetece inmortalizar este momento- dijo sacando el objetivo de la cámara.

-Pero papá...- comenzó a protestar Erin.

-No hay peros que valgan. A ver esas sonrisas.

Y después de posar para que su padre nos hiciera unas cuantas fotos, nos despedimos y pusimos rumbo al restaurante en el que pensaba llevarla a cenar. Bruno me había hablado muy bien de él y esperaba que estuviera en lo cierto.

La cena estuvo deliciosa y suspiré aliviado al ver que disponía de dinero suficiente para pagarlo todo. Fue una velada increíble. El camarero fue tan majo que hasta adornó nuestra mesa con una vela aromática. Todo fluyó con normalidad y a mi parecer Erin estaba disfrutando muchísimo. Al terminar pagué la cuenta, ignorando las protestas de la morena por pagar a medias y luego la tomé de la mano para dirigirnos a nuestra siguiente parada, dónde deberían estar sus mejores amigos esperándonos. En mitad de la cena Aisha me había mandado un mensaje avisandome de que ya estaba todo listo. Pero lógicamente no le había dicho nada a Erin. Tenía que ser una sorpresa.

Así pues, pasito a pasito, llegamos a un edificio abandonado que se encontraba en muy buen estado. Abrí la puerta verificando que no había nadie cerca que pudiera vernos y entré con ella. Subimos unas grandes escaleras con forma de caracol ante la confusión de mi acompañante. Finalmente llegamos arriba del todo. Era una azotea realmente altísima, desde la cual podía verse todo el pueblo. Y cuando digo todo es todo. Se divisaba a lo lejos hasta el bosque en el que tantos años estuve habitando completamente solo. Sacudí mi cabeza ahuyentando aquellos pensamientos. Tenía que tener la cabeza puesta en un único lugar. En una única persona.

-Dios mio- oí que decía Erin contemplándolo todo mientras se llevaba la mano que no tenia cogida a la boca.- Es... Es precioso, Kaled.

-Tu eres preciosa- dije en su oído.

La azotea estaba llena de lucecitas led que Bruno y Aisha habían colocado perfectamente. Una manta bordada con detalles plateados sobre el suelo y una cesta tipo picnic llena de dulces y chocolates.

Miré hacia la puerta por la que habíamos entrado y vi como Bruno y Aisha agitaban sus manos diciéndome mediante señas que se marchaban y que nos dejaban solos. Era el momento.

Erin continuaba alucinando con todo lo que había preparado. Sonreí y me puse enfrente suya.

-Hace mas de dos años cometí el mayor error de mi vida-comencé a decirle- me marché y te deje aquí, sola. Completamente. Y no ha habido un solo día en el que no haya dejado de pensar en ti, en tus ojos, en tu pelo y en tu sonrisa que me tiene completamente loco. Y te prometo que nunca en mi vida alguien me ha hecho sentir lo que tu me has hecho sentir. Y quiero seguir sintiéndolo siempre. Porque quiero estar junto a ti toda mi vida. Y si me lo permites... Te aseguro que jamás volveré a irme. No volveré a dejarte sola, pequeña. Así que... Me preguntaba... Si...- me arrodillé sin soltar su mano- ¿Te gustaría ser mi novia?-planté un pequeño beso en su mano.

-Si... Si quiero- dijo lanzándose a mis brazos.

-Te amo- le dije apretándola entre mis brazos.

Se separó un poco de mi cuerpo y me tomó el rostro con sus manos. Me acarició la mejilla suavemente. Se acercó y juntó al fin sus labios con los mios, en un bonito beso que llevaba semanas esperando.

-Yo más- respondió.

El beso continuó por un largo rato tornándose cada vez más y más apasionado. No sé como, pero cuando quise darme cuenta, ella se encontraba sentada sobre mi, en la manta, a horcajadas. Desabotonó poco a poco mi camisa dejando un camino de besos por todo mi rostro, cuello y clavícula. Cuando pudo al fin, deshacerse de mi prenda, volvió a pegarse a mi cuerpo, sin dejar de besarme. Encontré el cierre de su vestido y comencé a bajarlo poco a poco. Mis dedos ya rozaban su piel desnuda. Dejé de besarla y la miré, preguntándole con la mirada si quería que continuase. Me respondió con otro beso y terminé de bajar el cierre.
Y solo la luna, las estrellas y la oscuridad de la noche fueron presentes de lo que ocurrió aquella noche.




N/A:

Capítulo dedicado a @CamilaLobo2007 espero que te guste! :3

Pd: Solo queda un capítulo más y el epílogo 😱💞

Os quiamodoro!!! 💜💜💙💙

Diario de un chico visible (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora