36. Lo siento..

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Samuel: ¡Nosotros!-se aproximaron rápidamente-¿Cómo está mi novia?-el médico suspiró.

Médico:-quitó sus guantes-aparte de las evidentes magulladuras y heridas provocadas por el impacto del coche, tiene dos costillas fracturadas, su hombro se descolocó por completo, logramos colocárselo pero ahora tiene un estado de fragilidad en el que cualquier movimiento brusco hará que se salga de nuevo, el golpe en la cabeza nos preocupa por lo que la tendremos en constante vigilancia por si se produce alguna hemorragia interna, afortunadamente pudimos estabilizarla, lamentablemente, no pudimos hacer nada por el feto... lo siento, fue imposible salvar su vida. Podrán pasar a verla en un rato.

La mirada de Samuel se clavó en el rostro del médico mientras sus lágrimas se apelotonaban sobre sus ojos rabiosas por salir de los mismos, su corazón se aceleró estrepitosamente y su rostro se volvió blanco, cerró los ojos y sus lágrimas salieron, agarró nuevamente el sobre y con desesperación lo abrió, sacó el folio y comenzó a leer "POSITIVO" fue la última palabra que leyó antes de comenzar a dar puñetazos contra la pared lleno de rabia.

Sofía: ¡Samuel, por favor! ¡Tranquilo!-lloraba con desesperación agarrando con fuerza su vientre. Arturo agarró a Samuel con fuerza tratando de evitar que se siguiera haciendo daño, ambos terminaron en el suelo haciendo fuerza uno con el otro, finalmente desistió y sucumbió a un llanto desesperado mientras Arturo lo abrazaba.

Samuel: ¡Estaba embarazada! ¡Estaba embarazada!-se llevó el sobre al rostro-¡NO!-soltó un llanto nuevamente.

Arturo: Samuel... tranquilo, por favor-trataba de trasmitir temple y calma, pero era imposible, él mismo también se sentía destrozado por la noticia.

Entró estrepitosamente en el departamento, tiró con su bolso nada más entrar y se fue directa al mini-bar, se sirvió una copa de coñac y comenzó a beber de golpe, copa tras copa, su cuerpo temblaba sumido en un descontrol incapaz de mantener la calma y neutralizar su cuerpo.

Pablo: ¿Qué te pasa?

Patricia: ¡LA MATE!-bebió nuevamente-¡DIOS! ¡LA MATE!-Pablo le arrebató la copa y la agarró de los hombros.

Pablo: ¿Qué cosas estas diciendo? ¿A quien mataste?

Patricia: ¡A ANDREA!-Pablo abrió los ojos y se separó de ella lentamente-Fui a ver a Samuel, confía en ella ciegamente, yo... yo... ¡me llené de rabia! Cuando la vi apreté el acelerador y...-la mano de Pablo impactó fuertemente contra su mejilla haciendo que se girase contra la mesa del mini-bar.

Pablo: ¡ESTAS LOCA! ¿Cómo hiciste eso?-llevó las manos a su frente y comenzó a dar vueltas-¿alguien te vio?

Patricia: no, estaba sola.

Pablo: ¿y el coche?

Patricia: en el garaje...-respiró agitadamente.

Pablo: tenemos que deshacernos de él y de todo lo que te relacione con este crimen, si no estás perdida, ¡Vamos! No te quedes ahí-ambos salieron del departamento de Pablo y subieron al coche para deshacerse de él antes de que alguien los viera.

Andrea ya estaba en una habitación, ya el peligro había pasado y a excepción del golpe de la cabeza, los médicos, no tenían nada de qué preocuparse... Samuel fue el primero en entrar a su habitación, estaba completamente destrozado por enterarse de la pérdida del bebé, por su cabeza desfilaban cientos de frases que podía utilizar para comunicarle a Andrea lo ocurrido pero ninguna de ellas era la adecuada para evitar el dolor que ella iba sentir, la admiró durmiendo tranquilamente con varios golpes en la cara, un mal gesto alertó a Samuel de que se estaba despertando, poco a poco Andrea comenzó a abrir los ojos y miró a su alrededor con el gesto extrañado, no reconocía donde estaba ni tampoco que había pasado, de pronto se encontró con los ojos de su novio y sonrió con una queja.

DULCE AROMAWhere stories live. Discover now