46. ¡¡TÚ!!

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Los días pasaron, ninguno de los dos levantaba cabeza, las noches de Samuel se habían vuelto oscuras y repletas de pesadillas en las que perdía a Andrea continuamente y de diferentes formas, aquel dolor iba acabar con su vida si no se lo sacaba del pecho, se sentía solo en aquella inmensa casa y sin un consuelo en el que apoyarse con aquel dolor que le quemaba en el pecho.

Andrea por su lado, apenas dormía, apenas comía y solo tenía consuelo y una sonrisa cuando se quedaba cuidando del pequeño Omar, aquella criatura la había hecho sonreír y aquello fue un milagro conseguido para todos. Pero Andrea seguía con sus planes de irse lejos de la ciudad de  Houston, todo le recordaba a él y los maravillosos momentos vividos a su lado, si tan solo la buscase y se disculpase por su error ella correría a sus brazos, pero sabía que no iba ser así, el no confiaba en ella...

Mientras Sofía estaba de baja por su maternidad y mientras Andrea no se iba a Esperanza del mar, era esta última la que se estaba encargando de organizar los ficheros y los tableros para la incorporación de la nueva empleada que Sofía tendría que contratar para poder tener tiempo para su pequeño.

Sofía: ¡Tengo ya a 9 candidatas!

Andrea: eso está muy bien, Sofi-sonrió con una ligera tristeza en su rostro.

Sofía: el anuncio lleva puesto 2 horas, imagínate cuando llegue la tarde-hizo una mueca-estaré entrevistando chicas durante días-suspiró.

Andrea: poco a poco hermana-colocó unos archivadores en lo alto de un armario, ambas escucharon el tintineo de la puerta que avisaba de una visita, dirigieron la mirada hacia la puerta.

Sofía: la tienda está cerrada...

Andrea: Sofía, déjanos a solas-Sofía miró a su hermana preguntándose si estaba segura de lo que estaba haciendo-por favor-recogió las pocas cosas que tenía allí, las metió en la silla del bebé y salió de la tienda-¿Qué quieres?

Pablo: me enteré de que cediste las acciones de tu empresa

Andrea: ¿Y?

Pablo: Samuel no tardará en arrebatártelas con alguna serie de trampas, así que, te ofrezco trabajar para mí... haciendo aquello para lo que naciste, elaborando perfumes.

Andrea: ¿de verdad me crees tan tonta como para caer en tus artimañas? ¡No pienso hacerle la competencia a mi fábrica así Samuel me mande al infierno!

Pablo: venga, Andrea, después de lo que pasó entre los dos-Andrea alzó la mano y la bajo con fuerza estrellándola sobre la cara de Pablo, este se frotó la cara adolorida.

Andrea: agradece que no recuerdo nada de lo que ocurrió porque te denunciaría, a mí no me vas a meter el dedo en la boca sin más, tú me hiciste algo para que yo llegara hasta ahí, ¡VETE!-señaló a la puerta.

Pablo: esto no se queda así... que te quede claro.

Andrea: ¡haz lo que quieras!-Pablo se dio la vuelta y se marchó del rincón en su lugar entró Sofía.

Sofía: ¿Quién era?

Andrea: Pablo Martínez.

Sofía: ¿Qué? ¿Y lo recibes así como así? Deberías llamar a la policía-Andrea comenzó a llorar.

Andrea: esta misma noche me voy, no lo soporto más-se desvaneció de golpe sobre la silla metiendo la cabeza entre sus manos-no soporto lo vacía que me siento, recuerdo todo el desprecio de Samuel y ya no puedo más, este dolor me está matando... necesito irme.

Sofía: tenía la esperanza de que desistieras de esa idea de irte... pero veo que no me queda otro remedio que dejarte marchar-agachó la cabeza-quiero que vuelvas a ser la misma de siempre y sé que solo estando lejos de aquí lo conseguirás-ambas hermanas se miraron con lágrimas en los ojos-vamos hacer tu maleta.

DULCE AROMAWhere stories live. Discover now