53. Ayúdale

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Irina: ¿Y entonces qué? ¡SIGUEEE!-daba pequeños saltitos sobre la cama de Andrea.

Andrea: entonces me fui.

Irina: ¿QUE? ¿En serio Andrea?-hizo una mueca de desagrado.

Andrea: estoy segura de que Patricia y Pablo le habrán creado una falsa vida... Sabe dios lo que estarán haciendo con la empresa...-se froto la frente.

Irina: ¡VES! Todo está a tu favor-ambas se miraron-el médico le dijo que un estímulo importante le devolvería la memoria, TU eres ese estímulo importante... Cuando recuerde podréis volver a por vuestra empresa...

Andrea: ¿Y qué hago? ¿Le devuelvo la memoria para que me odie Irina?-se acostó sobre sus piernas acariciando su vientre.

Irina: Samuel necesita recordar para darse de cuenta que Patricia y Pablo se aprovecharon de él al igual que lo hicieron contigo... así podréis ser felices.

Andrea: no...-sus ojos se cristalizaron-ya hemos sufrido suficiente los dos...

Acarició el vientre de su hermana una vez más y se fue, bajó las escaleras y se dirigió a la playa, le pareció raro que Coco no la siguiese pero entonces cuando llego a la playa vio la respuesta, estaba con Samuel jugando.

Andrea: ¡COCO!-lo llamó con una sonrisa y el perro dejó a Samuel para correr al lado de Andrea y subirse sobre ella-tranquilo-lo acarició notando como Samuel se acercaba-abajo-el perro se bajó al suelo.

Samuel: buenos días-él la observó y traía lágrimas en los ojos-¿estás bien?

Andrea: si, no te preocupes-secó sus lágrimas-a veces los recuerdos se agolpan y me hacen sufrir...

Samuel: ojalá pudiese saber que se siente-bajó el rostro.

Andrea: ¡OH, Perdón! No me di cuenta... que torpe soy-posó la mano sobre su brazo tratando de reconfortarlo y él la miró con una sonrisa.

Samuel: no te preocupes.

Andrea: voy a dar un paseo con el perro, nos vemos por el hostal-se giró para marcharse.

Samuel: ¡Oye morena!-cuando escuchó como la llamo, ella sintió un escalofrío que la dejó petrificada mientras que él se quejó de la cabeza. Entonces se vio a si mismo vestido de traje en la mesa de un escritorio llamando a una joven morena de espaldas, entonces la imagen se perdió pero la conversación siguió en su cabeza.

®

Samuel: me parece estupendo, yo seguiré con los balances del primer perfume-Andrea se retiraba-¡Oye morena!-se giró soltando una carcajada-resérvame este fin de semana.

Andrea: ¿perdona?

Samuel: nos vamos de viaje.

®

Andrea:-se giró lentamente para verlo-¿Samuel?

Samuel: perdón...-con la mano sobre la cabeza se fue de la playa, dejando a Andrea con cara de preocupación.

Andrea: ¿A dónde nos va llevar esto dios mío?... ¿Qué hago?-miró a su perro que la miraba atentamente pero no encontró respuestas.

Tras aquel encontronazo en la playa Samuel llegó a su habitación del hostal, se encerró y se tomó una pastilla para aquel dolor, cada día era más intenso y se estaba dando cuenta que aquello solo pasaba con la presencia de Andrea ¿será ella parte de su pasado?, además esa conversación en su cabeza... era un recuerdo, nunca había tenido un recuerdo de aquella forma, siempre eran imágenes con frases sin sentido que más bien parecían fruto de su imaginación, pero aquello si parecía un recuerdo... aquella imagen de él y aquella mujer... ¿sería Patricia? Ella también es morena... pero sin embargo su interior tenía la sensación de que no era ella.

DULCE AROMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora